Ha comenzado ya un nuevo año y solo me brota de manera espontánea la palabra !GRACIAS!

A pesar de este virus que nos ha puesto contra la pared, a pesar de la crisis económica que nos va a dejar sin blanca y afecta sobre todo a los más pobres, como siempre, a pesar del desorden y la incoherencia escandalosa que nos están ofreciendo nuestros políticos, penoso, a pesar del dolor que hemos sufrido por el virus y la ausencia de muchos de los nuestros, a pesar de que mi iglesia, a la que amo como a mi madre, no acaba de lanzarse a la aventura profética y sigue nombrando obispos a dedo desde arriba, apartando a la mujer de los lugares que en la comunidad cristiana son suyos por derecho, mirando con sospecha a la comunidad LGTBI, resistiéndose a la sinodalidad, cerrada a investigar la pedofilia en sus filas y estancada en un clericalismo rancio y detestable, a pesar de todo me siento un hombre privilegiado. Muy pronto voy a cumplir un año más, después de estar en la cuerda del equilibrista con todas las papeletas para que me tocara mi turno. Y de esto hace ya once años.

Tengo aún a mi madre con la que comparto cada hora de mi vida y por la que daría la mía… como ella tantas veces la ha dado por mí. Y tengo a mi comunidad mercedaria y a mi familia.

Tengo la dicha de acostarme todos los días en sabanas limpias y perfumadas con suavizante. No me sobra nada pero tampoco me falta nada.

Me acuesto y me levanto con “Socorrito” que es el nombre que le he puesto a la válvula que llevo alojada en mi cerebro y que me extrae el líquido cefaloraquídeo que sobra en el hueco que me dejó aquel tumor cerebral y me permite vivir y razonar con lógica y creatividad. (Aunque no siempre. Ja, ja, ja... )

Dios me ha conservado el don precioso de la fe y me permite sentarme a escribir cada día, que es mi pasión, y a seguir publicando libros para compartir mi vida, mi fe y mi pensamiento con los demás, y a seguir pintando y a seguir haciendo senderismo con mis amigos y....

Dios me ha dado amigos a montón en casi todos los continentes, salpicados por medio mundo que son un motivo de alegría constante para mi.

Y ahora me regala un nuevo año como una agenda en blanco para que sea yo quien la rellene con mis decisiones y mi creatividad. Y quiero miniarla con mucho amor a los que me aman y a los que no, a los que están cerca y a los que se alejaron misteriosamente.

¿Qué más puedo pedir sino celebrar y agradecer ?

Pero no quiero celebrarlo solo sino compartiéndolo contigo para hacerte brotar una sonrisa cuando leas este mensaje y adivines que te quiero, porque de lo contrario no lo hubieras recibido.

!Gracias a Dios, gracias a ti y mis mejores deseos para el nuevo año! Mi regalo será mi oración y mi cariño para ti.

! Feliz año! ! Feliz vida! ! Feliz oportunidad!

¡Feliz año a los seguidores de Religión Digital!

Cuenta conmigo porque yo voy a seguir contando contigo.