Una historia real de una familia solidaria, que me estremeció Fondo María Felicidad Jiménez Ferrer: Cómo es posible perpetuar un amor incondicional
"El Fondo María Felicidad Jiménez Ferrer se constituye el 20 de septiembre de 2015 con el objetivo principal de cumplir con el deseo de su fundadora de ayudar a los niños necesitados en todo lo que se pueda"
"Para hacer realidad el deseo de María Felicidad Jiménez Ferrer, la esposa de José Luis y madre de Laura y Nuria"
"A pesar de su temprano fallecimiento, Feli nos ha dejado un rico legado de amor y espiritualidad que nos llena el corazón, y que se irradia especialmente en su familia, sus hijas Laura y Nuria y su esposo, José Luis"
"A pesar de su temprano fallecimiento, Feli nos ha dejado un rico legado de amor y espiritualidad que nos llena el corazón, y que se irradia especialmente en su familia, sus hijas Laura y Nuria y su esposo, José Luis"
Es media tarde. Estoy compartiendo un café con unos amigos en una cafetería del centro de Madrid. De repente se acerca una persona más, está invitada a hablar de lo que nos preocupa a todos: la solidaridad sin ruidos ni alharacas, que ahora está tan de moda y promociona mucho, no a los pobres sino a quien la publicita. Esperemos que no lo hagan solo por eso. Esa será su recompensa.
Me presentan a un hombre, bastante joven y con cara de buena persona. Aquí se cumple el refrán: La cara es el espejo del alma: José Luis Lizcano. Le pregunto qué le mueve a acercarse a esta reunión. Me deja sin palabras. Me dice que solo la solidaridad. Ha creado, con su dos hijas, Laura y Nuria, una fundación familiar y quiere sacar adelante un proyecto de ayuda y financiación de la "Fundación La Merced-Niños Limpiabotas" en la República Dominicana, que dirige y anima desde hace diez y siete años, el P. Tomás García, mercedario misionero.
Hasta aquí me cuadran todas las piezas. El P. Tomás es capaz de convocar e ilusionar a muchos, desgraciadamente más fuera que dentro, y de lograr ayudas hasta debajo de las piedras. Unas horas antes le había acompañado a Manos Unidas y tenía ya ganado el corazón y el apoyo de esta importante ONG de la iglesia católica que trabaja con tanta seriedad y garantía y que yo mismo he comprobado. En poco tiempo una comisión de esta ONG irá a visitar sus trabajos misioneros en Dominicana para comprobar las inversiones realizadas con sus ayudas. Hay que ser serios y el P. Tomás lo es.
Pero había otra pieza que no me encajaba y enseguida le pregunto a José Luis Lazcano: ¿Y por qué una fundación familiar? Se me ocurre que no es muy común. Su explicación consigue emocionarme. Últimamente -será la edad- me emociono con mucha facilidad ante todo lo humano.
-Pues verás- me dice José Luis- Mi esposa y yo teníamos el firme propósito de dedicar nuestra vida a trabajar por los países menos desarrollados, una vez que los dos nos jubiláramos. Nuestra ilusión era muy grande. Pero la vida nos arrebató a mi esposa por un cáncer, cuando aún era muy joven. Mis hijas y yo sentimos que el mundo se nos caía encima. Todo parecía venirse abajo. Pero somos, por gracia, una familia de fe. No estábamos dispuestos a que la tristeza y la negatividad tuvieran la última palabra y decidimos juntos hacer realidad el deseo de mi esposa y de su madre haciendo que su nombre estuviera unido a una fundación que se empeñara en hacer realidad lo que ella no pudo hacer en vida pero sí puede hacer con nosotros ahora, a través de la fundación que lleva su nombre y perpetúa su compromiso con los pobres: "Fondo María Felicidad". Es una manera de perpetuar su amor a los pobres y de nosotros a ella, haciendo realidad su sueño.
¡¡¡Ufff, qué fuerte y hermoso !!! Un estremecimiento invadió mis adentros y no pude menos que emocionarme, aunque lo disimulé lo mejor que pude. ¡Qué hermosa manera de amar para siempre más allá de la muerte! Porque la muerte no es el umbral por donde nos asomamos para ver un campo arrasado por el incendio sino para contemplar un campo que nos amenaza con la primavera. "Polvo seré más polvo enamorado", como diría nuestro gran Quevedo.
Me he asomado a la Web de la fundación "Fondo María Felicidad" y me he asombrado más aún. Podéis verla también vosotros y colaborar si podéis con ella. Su lema es "Una mirada de amor a los niños" y recoge en su memoria de actividades todos los compromisos en los que están trabajando para hacer realidad el deseo de María Felicidad Jiménez Ferrer, la esposa de José Luis y madre de Laura y Nuria. Ahí puedo leer:
"El Fondo María Felicidad Jiménez Ferrer se constituye el 20 de septiembre de 2015 con el objetivo principal de cumplir con el deseo de su fundadora de ayudar a los niños necesitados en todo lo que se pueda".
"Un amor sincero y profundo por la infancia estuvo siempre presente a lo largo de toda la vida de María Felicidad, cuyo sueño era poder algún día dedicarse personalmente a una labor humanitaria centrada en los niños. A pesar de su temprano fallecimiento, Feli nos ha dejado un rico legado de amor y espiritualidad que nos llena el corazón, y que se irradia especialmente en su familia, sus hijas Laura y Nuria y su esposo, José Luis. Los tres ponen en marcha este proyecto humanitario de colaboración con programas y proyectos de ayuda a la infancia de los países en desarrollo, que parte con los fondos donados por la familia provenientes del Plan de Pensiones de Mª Felicidad y la pensión de viudedad de José Luis y que atrae donaciones de otros amigos"
Creo que es algo tan hermoso esto, de lo que he sido testigo, al tener el privilegio de haber conocido personalmente a José Luis y saber de su historia de amor eterno que sería un necio si no lo diera a conocer.
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