Mismo suceso, diferente actitud Episcopal

Con apenas unos días de diferencia leo en un medio de comunicación la misma noticia ocurrida en dos países diferentes pero con matices similares:
Hace unos días la Catedral de la Almudena de Madrid es ocupada por apenas 20 personas victimas de la crisis que estamos viviendo y cuyo desahucio era inminente. Deciden protestar dentro de la Catedral porque el presidente de la Conferencia Episcopal de Madrid, Monseñor Rouco Varela, nunca ha dudado en salir por las calles de nuestra ciudad apoyando la unidad familia y es lo que ellos pensaban que haría en estos momentos de desahucio familiar. Sin embargo estas personas se encuentran con que el talante del Cardenal y Obispos Auxiliares fue de avisar inmediatamente a los cuerpos de seguridad para un inminente desalojo.
La cara opuesta sucede casi en las mismas fechas. Un inmigrante filipino es arrestado dentro de una Iglesia japonesa y ¿cómo actúan? El párroco protestó sin dudarlo por allanamiento de morada. Protesta a la que se unió la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Japón presentando el Obispo de la Diócesis una denuncia por lo acontecido.
Cuando leía ambas noticias, la rabia me invadía por dentro y me preguntaba por qué nuestra Iglesia no sale a las calles para protestar por la crisis que estamos padeciendo sin culpa alguna, como lo hace el día de la familia, por qué una de las mayores autoridades de nuestra Iglesia junto con sus Obispos no se pronuncian… sí que es verdad que algún Obispo individualmente lo ha hecho y ha sido todo un referente para su Diócesis ¿es que tiene miedo el presidente de la Conferencia y de más autoridades a no apoyar al partido popular? ¿Qué lugar ocupan las personas? Quizá en este momento en el que nos encontramos, hayan decidido darle más prioridad y apoyar a una ideología política que al dolor y situación de algunas familias, pero ¿por qué?…
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