"Servir en lo posible, cultivar lo imposible" Benjamín González Buelta, SJ : “María nos muestra el camino del Reino de Dios”.
"Resucitar no es un privilegio para algunas personas, sino un destino común para todos los que escojan vivir el del Reino de Dios"
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
El sacerdote jesuita español Benjamín González Buelta, SJ, es un hombre místico al que los católicos de América Latina le guardamos un cariño especial, pues ha sabido entregar su vida en el servicio a los demás en países como Cuba y República Dominicana. El pasado domingo 15 de agosto, Benja como le conocen sus amigos, compartió una pequeña reflexión sobre la fiesta de la Asunción de la Virgen María, la misma llevó por título: SERVIR EN LO POSIBLE, CULTIVAR LO IMPOSIBLE.
Resucitar no es un privilegio para algunas personas
En su texto el jesuita español nos refiere que con diferentes fiestas y advocaciones celebramos a María a lo largo del año. Y el pasado domingo 15 nos centramos en su Asunción al cielo al final de su vida. "Siendo parte de nuestra humanidad, también nos lleva con Él a la resurrección. Resucitar no es un privilegio para algunas personas, sino un destino común para todos los que escojan vivir el del Reino de Dios. Al final de su vida, la Madre que llevó en su seno al Hijo de Dios, fue llevada al encuentro con su Hijo Resucitado."
El don principal de María
El texto publicado en el boletín dominical Vida Cristiana le comenta a sus lectores que "el don principal de María -del que se derivan todos los demás- es el de ser escogida para ser madre de su Hijo Jesús. Por eso, el evangelio nos recuerda el momento central en la vida de María: cuando acepta ser la Madre del Hijo encarnado. Para lo que ella puede hacer dice “He aquí la servidora del Señor”; para lo que no puede, se dispone a acoger ese don: “Hágase en mí según tu palabra”. Cuando somos los humildes servidores de lo posible, estamos cultivando el misterio de lo imposible."
María no se queda quieta
Benjamín, SJ, desde un acercamiento profundo a la espiritualidad mariana continúa su reflexión recordándonos que "después del encuentro tan intenso con Dios, María no se queda quieta como si su dignidad la apartase de la vida sencilla de todos los días. Ella camina humildemente hasta Judea para visitar a su prima Isabel. Lleva dentro dos intenciones. La primera, servir a Isabel en sus necesidades de mujer embarazada. La segunda, conversar con ella el misterio que lleva dentro, porque Isabel también estaba involucrada en la misma misión, como le dijo el ángel: “Mira a tu prima Isabel. A pesar de su vejez ha concebido un hijo”. Su hijo Juan prepararía el camino de Jesús."
María nos muestra el camino del Reino de Dios
Como conclusión del texto reflexivo se puede leer: "María canta su dicha. No se encoge en una falsa humildad. Vive una experiencia de Dios que la hace exultar de alegría, y al mismo tiempo, exaltar su acción entre nosotros. Se siente servidora del proyecto del Reino que se extiende por todos los siglos, levantando hasta los cielos a los pobres y humillados, y rebajando hasta el suelo a los instalados en su privilegio. Esta joven humilde de Nazaret nos muestra el camino del Reino de Dios, que remueve de su trono a los poderes injustos y orgullosos que parecen inamovibles."