"Al amado pueblo de Nicaragua, le pido que renueve su esperanza en Jesús", señala el Papa "Quien reza no comete ningún mal": Francisco pide "que no sea abolida" ninguna Iglesia cristiana, en alusión a la ley aprobada en Ucrania

Breve catequesis la de hoy de Francisco en el ángelus, donde, glosando las palabras de Pedro a Jesús -"Señor a quién vamos a acudir? Tu tienes palabras de vida eterna", sirvieron al Papa para reconocer que "tampoco para nosotros es fácil seguir al Señor, pero cuanto más nos adherimos al evangelio, más experimentamos la belleza de tenerlo como amigo y de que solo él tiene palabras de vida eterna".

Pero si la catequesis fue corta, Francisco venía con un montón de otras palabras sobre temas muy delicados y acuciantes del panorama internacional. Casi sin respiro, Jorge Mario Bergoglio fue repasando la realidad de la República Democrática del Congo, Nicaragua o, sin citarla explícitamente, la prohibición por parte de Ucrania de la Iglesia ortodoxa que en ese país mantiene su obediencia al Patriarcado de Moscú. 

"Mi solidaridad con las miles de personas afectadas por la viruela del mono", comenzó señalando el Papa, quien tuvo un recuerdo especial para "la población del Congo, tan probada por esta enfermedad", de la que hay un brote que ha obligado a la OMS a emitir una alerta internacional.

En este sentido, el Papa animó a los gobiernos internacionales y a la industria farmacéutica "a poner los tratamientos disponibles a fin de que nadie padezca" esta enfermedad que se está cebando especialmente en los niños.

Tras esa petición, Francisco dirigió su mirada a Centroamérica. "Al amado pueblo de Nicaragua, le pido que renueve su esperanza en Jesús. El Espíritu guía siempre la historia hacia momentos más elevados, especialmente en el momento de la prueba. Que la Virgen acompañe al amado pueblo de Nicaragua", señaló el Papa, en un momento en que se está redoblando la represión contra la Iglesia católica en el país por parte del gobierno sandinista de Daniel Ortega, con detenciones y expulsiones de sacerdotes, del que se dice que el 25% ya se ha visto afectado

"Sigo con dolor los combates en Ucrania y en la dirección de Rusia. Surgen temores acerca de la libertad de quien reza. Quien reza no comete ningún mal, nadie puede haber cometido un mal por haber rezado. Por favor, que no sea abolida, directa o indirectamente, ninguna Iglesia cristiana", señaló en lo que se ha interpretado como un posicionamiento tras la reciente ley en Ucrania que prohíbe las actividades de la Iglesia ortodoxa rusa en su territorio, y podría ser una respuesta a la demanda que ha hecho el patriarca Kiril a los líderes religiosos mundiales para manifestarse sobre ese asunto.

No hubo nombramiento de cardenales

Y, como es costumbre, el Papa terminó su alocución pidiendo que "sigamos rezando para que se ponga fin a tantas guerras". Finalmente no sacó, como en otras ocasiones, un papelito doblado de su bolsillo para leer los nombres de la aproximadamente una docena de cardenales que tiene previsto crear y que se espera que sea antes de iniciar su viaje a Asia y Oceanía, que comienza el próximo 2 de septiembre. ¿Será, entonces, en el ángelus del próximo 1 de septiembre?