La negativa de la 'espía' de Becciu podría llevar al procesamiento del cardenal Marogna se opone a su extradición al Vaticano: el proceso podría dilatarse seis meses

Cecilia Marogna no lo pondrá fácil. La mujer que asesoró, durante años, al cardenal Becciu para establecer una "red diplomática paralela" a la del Vaticano, y que pudo cobrar más de medio millón de euros de los fondos reservados de la Secretaría de Estado y el Óbolo de San Pedro, se ha opuesto a ser extraditada al Vaticano, lo que a buen seguro provocará un retraso en el proceso, que podría llegar hasta el Supremo italiano.

La negativa de Marogna a su extradición, además, pone en una difícil situación al cardenal Becciu. Desde Roma se esperaba una extradición rápida, que pudiera poner el foco en la mujer, y no en el purpurado defenestrado por Francisco. Si, como se prevé, el proceso dura hasta medio año, será inevitable que la investigación vaticana acabe pidiendo el procesamiento del ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Según informa la prensa italiana, el Vaticano habría confirmado la petición de arresto de la 'espía' de Becciu, bajo la acusación de "delitos de malversación y apropiación grave ilegal en colaboración con otras personas actualmente no identificadas".

Apelar hasta el Supremo

Sin embargo, en la audiencia mantenida hoy en el Tribunal de Apelación de Milán, la mujer se opuso a dar el consentimiento a la extradición al Estado del Vaticano, que sería la primera vez en la historia que una laica italiana es enviada por la Justicia transalpina a Roma. Tras la negativa, los jueces tendrán que fijar una nueva audiencia para comenzar el proceso de extradición y las sucesivas apelaciones, que podrían llegar hasta el Supremo.

Marogna fue detenida el pasado martes y, desde entonces, se encuentra en la cárcel de San Vittore, después de que el juez decidiera que debía permanecer en prisión ante "la gravedad" de los delitos que se le imputan y "el peligro de fuga". Se da la circunstancia de que en 2017, el Papa se encontró allí con varios presos, y descansó durante media hora en una de sus celdas, en un hecho histórico hasta la fecha.

Según las informaciones aparecidas en los diarios Domani y el Corriere della Sera, cuando era sustituto de la Secretaria de Estado (2011-2018), Angelo Becciu entregó unos 500.000 euros a Marogna, titular de una empresa con sede en Eslovenia, y experta en seguridad y relaciones internacionales, para que realizase una red de protección de algunas nunciaturas.

Sofás, bolsos de Prada, Chanel...

Una investigación del programa televisivo "Le Iene" del canal "Italia1" desveló que parte de este dinero, cerca de 200.000 euros, fue utilizado en la compra de artículos de lujo como 12.000 euros por un sofá, 2.200 por un bolso Prada, otros 1.400 por uno Tod's y, 8.000 por un Chanel.

El pasado 24 de septiembre, tras una tensa audiencia con Francisco, Becciu fue desposeído de su puesto  en la fábrica de santos y de sus funciones cardenalicias (no del título). Las inversiones inmobiliarias a través de paraísos fiscales en Londres o Malta, así como otras inversiones no explicitadas y donaciones a empresas de sus hermanos terminaron con la paciencia del pontífice. En total, la trama Becciu podría haber producido un agujero de 400 millones de euros en las cuentas vaticanas.