Roma informa de una videoconferrencia entre el secretario de Estado y la Defensora del Pueblo rusa Parolin negocia con las autoridades del Kremlin el intercambio de presos rusos y ucranianos
El comunicado no hace referencia a la situación de los menores ucranianos deportados por Putin a Rusia durante los primeros meses de la guerra, y que han sido una de las 'líneas rojas' de los diálogos mantenidos, a lo largo de los últimos meses, por el cardenal Zuppi en sus sucesivas visitas a Kiev, Moscú o Pekín
En la reunión, apunta la Santa Sede, "se discutieron varias cuestiones humanitarias, como la asistencia a los soldados ucranianos detenidos en la Federación Rusa, y el intercambio mutuo de soldados detenidos tanto en Rusia como en Ucrania"
El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, y la Defensora del Pueblo rusa, Tatiana Moskalkova, mantuvieron este lunes una videoconferencia en la que dialogaron sobre el intercambio de presos entre Rusia y Ucrania, abundando acerca de la protección de los derechos humanos a nivel internacional, según un comunicado hecho público por la Santa Sede este mediodía.
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Según el mismo, durante la conversación, Parolín agradeció a Moskalkova su papel en la la liberación, hace unos meses, de dos sacerdotes ucranianos, Ivan Levytskyi y Bohdan Helet, detenidos por el ejército de Moscú el pasado 16 de noviembre, y que figuraban entre las 10 personas liberadas por Rusia en un intercambio de prisioneros con Ucrania en junio.
Derechos humanos fundamentales
Al tiempo, siempre según la versión difundida por el Vaticano, Parolin "enfatizó la necesidad de salvaguardar los derechos humanos fundamentales, tal como se describe en las Convenciones Internacionales en el contexto de un conflicto como el actual".
A su vez, "también se discutieron varias cuestiones humanitarias", reza la nota, que hace especial hincapié en "la asistencia a los soldados ucranianos detenidos en la Federación Rusa, y el intercambio mutuo de soldados detenidos tanto en Rusia como en Ucrania".
El comunicado no hace referencia a la situación de los menores ucranianos deportados por Putin a Rusia durante los primeros meses de la guerra, y que han sido una de las 'líneas rojas' de los diálogos mantenidos, a lo largo de los últimos meses, por el cardenal Zuppi en sus sucesivas visitas a Kiev, Moscú o Pekín.
