"No hay fronteras, no hay muros políticos dentro de los cuales podamos escondernos" Parolin: "Es necesaria la conversión a una cultura ecológica integral"
"Sólo a través del reconocimiento del don que se nos ha dado nos resultará natural cuidarlo y pasar así de la cultura del descarte, actualmente preponderante en nuestra sociedad, a una cultura del cuidado"
Belleza y amor son las dos palabras clave de la 3ª edición del festival "Cine para la Creación" en San Giorgio in Bosco, Padua
| Adriana Masotti
(Vatican News).- "Alimentémonos de belleza y amor, energías para salvar el mundo" es el tema elegido para la 3ª edición del "Cine para la Creación", promovido por el Círculo Laudato si' de San Giorgio in Bosco, en la provincia de Padua, al que el Secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, dirigió un videomensaje el último día. El evento, que comenzó el 9 de febrero, consta de lecturas, ponentes invitados y proyecciones de películas y documentales, inspirados en los temas de ecología integral contenidos en la encíclica Laudato si' del Papa Francisco y en la exhortación apostólica Laudate Deum.
La clausura del festival, correspondiente a la sección "Belleza y amor del encuentro", fue la proyección anoche de: Sólo juntos - La sorpresa de Francisco, del director Gualtiero Peirce. Se trata del docufilm que narra la extraordinaria experiencia vivida por el Papa en los últimos años: sus encuentros de los Viernes de la Misericordia, la iniciativa nacida en 2015 durante el Jubileo de la Misericordia, encuentros sorpresa con los más vulnerables en los que Francisco abrazaba, acariciaba, hablaba y escuchaba con sencillez, haciéndose cercano a tantos hermanos y hermanas.
La interconexión llama al cambio
El título de la iniciativa "Alimentémonos de belleza y amor, energías para salvar el mundo" para el cardenal Parolin "es muy significativo y tiene una relevancia particular en el preocupante contexto histórico en el que estamos inmersos", porque nos hace "ver las grandes oportunidades que se nos abren con el simple acto de colaborar juntos, de interactuar en el respeto mutuo y en la conciencia de que, como ha subrayado repetidamente el Papa Francisco, todo está interconectado."
La conciencia de esta interconexión, prosigue el cardenal, revela que las elecciones y el comportamiento de cada miembro tienen consecuencias para toda la familia humana. "No hay fronteras, no hay muros políticos dentro de los cuales podamos escondernos", observa, y es una conciencia "que exige una transformación tanto de las políticas internacionales como de nuestro comportamiento cotidiano, orientada en ambos casos a favorecer un cambio en los modelos de producción y consumo de los estilos de vida, marcados cada vez más por un cuidado esmerado de nuestra casa común."
La casa común no es sólo el medio ambiente
El Secretario de Estado aclara el significado de casa común: no sólo el medio ambiente, sino también los hombres y mujeres que viven en él y las generaciones futuras. El cuidado de la Tierra se extiende así al cuidado del prójimo, del que somos responsables, e implica también nuestra relación con Dios, que nos ha confiado la creación. Al salir de sí mismo "para vivir en comunión con Dios, con los demás y con todas las criaturas", la persona "crece, madura y se santifica".
Esta es la conversión ecológica integral, dice Parolin, de la que habla tan a menudo el Papa Francisco, y el concepto de conversión resuena con particular fuerza en estos últimos días de Cuaresma. Debe alimentarse precisamente con los dos elementos indicados en el título del festival "Cine para la Creación": la belleza y el amor.
Es necesaria la conversión a una cultura ecológica integral
A través de la contemplación de la belleza de la creación, reflexiona además el Secretario de Estado, nace en nosotros la gratitud hacia un don recibido que a su vez debemos entregar a los que vendrán después. "Sólo a través del reconocimiento del don que se nos ha dado nos resultará natural cuidarlo y pasar así de la cultura del descarte, actualmente preponderante en nuestra sociedad, a una cultura del cuidado".
Recuerda además que en Laudato si', el Papa Francisco no reduce la cultura ecológica a "una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que surgen en relación con la degradación ambiental, el agotamiento de las reservas naturales, la contaminación", sino que insertando el adjetivo "integral", espera el avance de "un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que den forma a una resistencia frente al avance del paradigma tecnocrático."
Un cambio que hoy es indispensable, sostiene el cardenal Parolin, y que concierne a la acción de cada uno de nosotros y de toda la comunidad. El instrumento para lograrlo, concluye, es "un diálogo a nivel local, así como a nivel internacional, que promueva un verdadero desarrollo humano integral y sostenible y fomente una educación en la ecología integral, capaz de asumir una nueva mirada.y valorizar la fuerza propulsora de la Belleza y del amor".
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