El 29 de enero, Hermann Geissler, funcionario de primer nivel en Doctrina de la Fe, presentaba su renuncia después de que una ex religiosa, Doris Wagner, lo acusara de haber abusado de él en un confesionario. Cuatro meses después, el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica ha decidido no iniciar una acusación canónica contra él.
Según confirma la comunidad Familia Spiritualis Opus, a la que pertenece el clérigo austríaco, cinco jueces del 'tribunal supremo' vaticano eximieron a Geissler de ser juzgado por "un delito de solicitación al pecado contra el sexto mandamiento en el contexto de la confesión", después de una investigación preliminar.
Normalmente, este tipo de pesquisas las realiza Doctrina de la Fe. Sin embargo, para evitar suspicacias, el Papa prefirió que fuera la Signatura la que se hiciera cargo.
Geissler, que reiteró su inocencia a lo largo del proceso, dejó su cargo dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe el 29 de enero, no sin antes anunciar que se reservaba el derecho a posibles acciones legales contra la denunciante, Doris Wagner, quien en noviembre pasado desveló haber sido abusada por "un sacerdote que trabaja como jefe de oficina en la Congregación para la Doctrina de la Fe".