Denuncian la "ideología del diálogo" y apelan a "lanzarnos a la refriega" ante la dictadura del relativismo ¿Volantazo en Comunión y Liberación? Los hijos de Don Giussani despiertan del shock y velan armas para la batalla cultural

Davide Prosperi
Davide Prosperi CyL

"Comunión y Liberación (CyL), uno de los más emblemáticos de los nuevos movimientos que florecieron en el invernadero del papa Juan Pablo II, da muestras de empezar a salir del estado de shock en el que lo ha dejado el pontificado de Francisco, pero no por mero voluntarismo del Papa argentino, sino por la deriva interna de la obra que fundara Luigi Giussani"

"No debemos olvidar que la belleza siempre está, en cierto sentido, también ‘armada’”, un aspecto este “que intentamos recuperar y que quizá haya estado ausente en nuestro discurso sobre la cultura en los últimos años”

“La belleza no pierde nada de su esplendor cuando tiene el valor de proponer, de tomar posición, incluso en oposición al mundo”, señalando además que en esa contribución que puede hacer CyL desde el “diálogo y juicio cultural” a la contemporaneidad, “no puede confundirse con agradar al mundo y no querer herir su susceptibilidad. Este no puede ser el criterio de acción del cristiano”

“Nuestro ideal de forma de presencia no consiste en no tomar partido, casi en sentir que estamos por encima de la refriega: nuestro ideal es estar por Cristo, lo que significa exactamente lo contrario, es decir, lanzarnos a la refriega"

“No es cierto que hoy ya no haya ideologías. Hay ideologías, pero han cambiado. Por tanto, la ideología de la oposición ha sido ciertamente sustituida por la ideología del diálogo"

Comunión y Liberación (CyL), uno de los más emblemáticos de los nuevos movimientos que florecieron en el invernadero del papa Juan Pablo II, da muestras de empezar a salir del estado de shock en el que lo ha dejado el pontificado de Francisco, pero no por mero voluntarismo del Papa argentino, sino por la deriva interna de la obra que fundara Luigi Giussani, sobre todo tras la muerte de éste en 2005 y su sucesión por el español Julián Carrón, a quien había designado él mismo.

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Si ya en 2020 el Vaticano había intervenido losMemores Domini -la rama de los laicos consagrados, una parte de las cuales cuidaron en los últimos años a Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesiae-, la puntilla llegó al año siguiente, cuando el Dicasterio para los Laicos que preside el cardenal Kevin Farrell puso coto a los 16 años de mandato que llevaba Carrón al decretar, conla total anuencia del papa Francisco, que los superiores de los movimientos eclesiásticos deberían ser elegidos por períodos de cinco años y con dos mandatos consecutivos.

Carrón aceptó el ’decretazo’ vaticano en medio del disgusto de los miembros de una realidad que se pensaba la avanzadilla eclesial en el mundo de la intelectualidad y la cultura, y con un indisimulado coqueteo con la política que le costó serios disgustos por acusaciones (y condenas) de corrupción en Italia, y que removió las aguas siempre aparentemente calmas del mundo ‘cielino’.

El Papa saluda a Julián Carrón
El Papa saluda a Julián Carrón

Pero el disgusto se convirtió en estupor cuando, unos meses más tarde, fue el propio Francisco quien les dio un toque de atención: “Caemos en la trampa de la deslealtad cuando nos presentamos ante los demás como los únicos intérpretes del carisma, los únicos herederos de nuestra asociación o movimiento; o cuando, creyéndonos imprescindibles, hacemos todo lo posible por ocupar puestos de por vida; o también cuando pretendemos decidir a priori quién debe ser nuestro sucesor. Nadie es dueño de los dones recibidos para el bien de la Iglesia, nadie debe sofocarlos”, les dijo el Papa a los nuevos dirigentes, entre los que ya no se encontraba Carrón.

¿'Cancelar' a Carrón?

Ahora, en su empeño por volver a resituar al movimiento tras la desubicación resultante de la evidente pérdida de preponderancia en el esquema del pontificado de Bergoglio (pero también fruto de su propia irrelevancia, hay que añadir), Davide Prosperi, que sustituyó a Carrón -en virtud de los estatutos- como vicepresidente que era de la Fraternidad de Comunión y Liberación desde 2011, parece dispuesto a ‘cancelar’ la etapa del español y volver a ‘armar’ al movimiento para darle una mayor significatividad cuando se libra a cara de perro en el planeta, pero significativamente en Europa, una ‘guerra cultural’ para la que los discípulos de Don Giusani llevaban velando armas desde sus orígenes.

Y lo de ‘armar’ no es una mera imagen, pues en una intervención diríamos que programática -y de aparente retorno al carisma, como les pidió Francisco- realizada el pasado mes de mayo en la asamblea de la Asociación Italiana de Centros Culturales, de Prosperi habló de pautas para estos “tiempos de recapitulación, discernimiento, renovación y nuevo impulso misionero”.

El Papa, con Davide Prosperi
El Papa, con Davide Prosperi ©Vatican Media/Catholic Press Photo

Allí, aunque intentó aclarar que sus acciones desde que está al frente de CyL “no han pretendido ‘corregir’ el magisterio de quienes me precedieron”, como sabe que se está interpretando, sin embargo sus explicaciones no lograron despejar del todo esas dudas, que parecen trazar una nueva línea de cara al futuro.

“En los años en que el P. Carrón dirigió el movimiento -dijo a su audiencia-, el juicio de fondo, por así decirlo, dedicado a la presencia cultural se identificó dentro de una expresión muy eficaz que, como sabemos, dio título al libro que recoge algunos de sus discursos. Éste fue convenientemente revisado, traducido a varios idiomas y presentado e n diversas partes del mundo: La bellezza disarmata [La belleza desarmada]”.

Volver a 'armar' la belleza

“Esta feliz expresión propone el concepto de que la belleza es "desarmada", en el sentido de que el testimonio gratuito de una experiencia marcada por el encuentro con Cristo tiene en sí tal belleza que es capaz de golpear los corazones, de convencer al otro de su propia conveniencia sin imponer nada, sino al contrario, exaltando su libertad de adhesión”, añadió acto seguido.

Sin embargo -apostilló este químico y padre de familia italiano-, “siguiendo con esta imagen, me gustaría observar inmediatamente, sin embargo, que no debemos olvidar que la belleza siempre está, en cierto sentido, también ‘armada’”, un aspecto este “que intentamos recuperar y que quizá haya estado ausente en nuestro discurso sobre la cultura en los últimos años”.

Giussani
Giussani

“¿En qué sentido está también ‘armada’ la belleza?”, se preguntó Davide Prosperi. “La belleza de Cristo es también una espada, atrae y también desafía, hiere, y en este sentido también está ‘armada’: no porque necesite el apoyo de ‘armas’ externas (el apoyo del poder del Estado, por ejemplo), sino porque, por su propia naturaleza -en la medida en que es resplandor de lo que es verdadero y bueno, encarnándose, es decir, aconteciendo, proponiéndose- también se opone a nuestras medidas, al ‘mundo’”.

“Así, la belleza -prosiguió- no pierde nada de su esplendor cuando tiene el valor de proponer, de tomar posición, incluso en oposición al mundo”, señalando además que en esa contribución que puede hacer CyL desde el “diálogo y juicio cultural” a la contemporaneidad, “no puede confundirse con agradar al mundo y no querer herir su susceptibilidad. Este no puede ser el criterio de acción del cristiano”, subrayó.

"Lanzarnos a la refriega"

“Nuestro ideal de forma de presencia no consiste en no tomar partido, casi en sentir que estamos por encima de la refriega: nuestro ideal es estar por Cristo, lo que significa exactamente lo contrario, es decir, lanzarnos a la refriega con un juicio que sólo está determinado por nuestra relación con Cristo”, proclamó el líder de CyL, afirmando además que “no es cierto que hoy ya no haya ideologías”.

“Hay ideologías, pero han cambiado. Por tanto, la ideología de la oposición ha sido ciertamente sustituida por la ideología del diálogo, donde el diálogo ya no es el instrumento para entrar en relación con el otro, como sostiene continuamente el Papa Francisco, sino que se ha convertido en el fin último en sí mismo: ‘el diálogo por el diálogo’”.

Prosperi, en un acto de la organización fundada por Giussani
Prosperi, en un acto de la organización fundada por Giussani CyL

Desde esa desvalorización que lleva a ponerse un peldaño por encima de los demás, Prosperi retoma un concepto muy querido de un pontífice muy amado por esta organización: “La ideología del diálogo se convierte en ideología del equilibrio. Es lo que profetizó Benedicto XVI: la dictadura del relativismo. El problema nos concierne profundamente, como concierne a todos. Es un problema que concierne a la Iglesia y, por tanto, también a nosotros”.

Listos, pues, para ‘la refriega’. O al menos esa es la sensación, que también pudo percibirse en la reciente presentación en Madrid del manifiesto de la Compañía de las Obras -vinculada a CyL- ante las elecciones europeas -en la que participó también el presidente de la CEE, Luis Argüello- y donde, en palabras del presidente de esa organización "nuestra experiencia de fe nos empuja a comprometernos con todo, incluida la política".

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