Misa con motivo de la peregrinación de las reliquias de la santa y de sus padres a Italia Parolin: "Teresa de Lisieux, un 'gigante' de la santidad que nos interpela"
El cardenal Secretario de Estado vaticano presidió el 7 de junio una misa en la iglesia de San Luis de los Franceses con ocasión de la exposición de las reliquias de la santa y de sus padres
La relación de Teresa con Jesús fue más allá del clientelismo ordinario, espiritual, eclesial y moral, y del relativismo en todas sus formas
Santa Teresa es un "gigante" de la santidad", y su "acto de entrega al Amor Misericordioso es uno de los puntos más altos de la historia de la espiritualidad"
Santa Teresa es un "gigante" de la santidad", y su "acto de entrega al Amor Misericordioso es uno de los puntos más altos de la historia de la espiritualidad"
Teresa, esposa de Jesús
En su homilía, el Secretario de Estado estableció un vínculo entre la vida de Teresa y la resurrección de los muertos, compartida por los ángeles y los santos en el cielo. "Nuestra historia personal comienza a cambiar y el rostro de nuestro mundo a transfigurarse", explicó, cuando comprendemos que la llamada y el amor de Dios exigen una respuesta plena, coherente y obediente, y "que el hombre es interlocutor de Dios y sigue siéndolo más allá de la muerte".
Es precisamente esta convicción de que el amor de Dios es más fuerte que la muerte lo que hace de Santa Teresa un ejemplo, ella que, habiendo dedicado toda su vida, sus actividades, sus pensamientos, su atención, sigue siendo aún hoy lo que había comenzado a ser en su Carmelo, "la Esposa de Jesús". Así, añadió el cardenal Parolin, "Teresa da al mundo el testimonio auténtico de una vida en la que el amor de Jesús es el anticipo de la vida eterna. Su vocación es el amor de Dios. Tanto en su familia como en el Carmelo, supo reconocer y acoger la presencia amorosa de Jesús en cada acontecimiento de su vida.
Gigante de la santidad
Santa Teresa es un "gigante" de la santidad", y su "acto de entrega al Amor Misericordioso es uno de los puntos más altos de la historia de la espiritualidad". Por eso, hoy más que nunca, Teresa no sólo interpela a todos los creyentes, sino que les invita a experimentar lo que ella misma vivió. "Su santidad es ejemplar para todo estado de vida cristiana", concluyó el cardenal Parolin, pidiendo a la santa la gracia "de interceder por nosotros y de ayudarnos a amar a Jesús como ella lo amó".
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