También se ha presentado el informe del Servicio de Acogida e Investigación Los claretianos catalanes actualizan el protocolo para la protección de menores
Nuevo ‘Manual para la protección de menores y adultos vulnerables y Protocolo para la prevención e intervención ante un delito de abuso sexual’
En 2019 el Síndic de Greuges también se dirigió a los Misioneros Claretianos sobre un supuesto caso que quedó recogido en su ‘Informe sobre la prevención y reparación de los abusos sexuales infantiles por representantes de la iglesia católica’ publicado en octubre de 2020
| Claretianos de Catalunya
Este martes se ha realizado en Barcelona una sesión de trabajo con los responsables de las comunidades claretianas y los directivos de sus obras educativas en Cataluña para presentar el nuevo ‘Manual para la protección de menores y adultos vulnerables y Protocolo para la prevención e intervención ante un delito de abuso sexual’. En la sesión ha intervenido el padre Ricard Costa-Jussà, provincial de la provincia claretiana de San Pablo (de la que forma parte el territorio de Cataluña desde enero de 2020) y el doctor Xavier Puigdollers, abogado y responsable del Servicio de Acogida e Investigación de los claretianos en Cataluña.
El nuevo protocolo
En 2019 el Gobierno General de los Misioneros Claretianos aprobó un nuevo Vademécum para la protección de menores y adultos vulnerables, y un protocolo para la prevención e intervención ante un delito de abuso sexual, adaptado a las nuevas indicaciones de la Santa Sede. El Gobierno General encargó a todas las provincias claretianas del mundo la adaptación de este protocolo a las realidades y legislación locales.
Los claretianos en Cataluña, provincia de San Pablo, han realizado la adaptación de este protocolo que ha aprobado el Gobierno Provincial. La congregación, comprometida con la protección, tiene un protocolo desde 1998, que ha ido completando y actualizando siguiendo las orientaciones y directrices de la Santa Sede. Hasta ahora, era vigente un protocolo del que se había hecho la última revisión y adaptación en 2017, integrando las directrices de la Santa Sede y las normativas civiles y canónicas.
El nuevo protocolo amplía y actualiza las normativas y principios vigentes. El texto se enmarca en la presentación del Vademécum de los Misioneros Claretianos:
“El abuso de menores y personas vulnerables cometido por un misionero profana la santidad de la otra persona, denigra su propia consagración y traiciona al Señor a quién proclama. Estamos firmemente con el Pontífice en ‘combatir este mal que toca el núcleo de su misión: anunciar el Evangelio a los pequeños y protegerlos de los lobos voraces (…) si en la Iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso -que representa ya en si mismo una monstruosidad-, ese caso será afrontado con la mayor seriedad'”.
El protocolo implica a toda la comunidad claretiana y colaboradores en prevenir y evitar los abusos y hacer “todo lo posible para que todos los ambientes claretianos sean seguros para todos” porque “el cuidado de las personas es una parte integral de nuestra misión” . Explicita el compromiso de “proteger de modo particular a todos los niños, jóvenes y adultos vulnerables” y “crear comunidades seguras y solidarias que ofrezcan entornos de amor donde haya una vigilancia informada sobre los peligros del abuso”.
El protocolo concreta las actuaciones en los siguientes ámbitos:
- Seleccionando y formando cuidadosamente a todos aquellos que tengan alguna responsabilidad o actuación en el servicio misionero de la Iglesia. Incide especialmente en el cuidado que se debe tener con los aspirantes a ingresar a la Congregación y con los colaboradores y la formación permanente.
- Respondiendo a las denuncias de abusos contra quienes prestan algún servicio a las instituciones Claretianas, de acuerdo con los procedimientos establecidos.
- Ofreciendo una atención pastoral a aquellos que han sufrido un abuso.
- Remitiendo a las autoridades civiles competentes las denuncias presentadas contra cualquier persona vinculada a la Congregación que ha podido cometer un delito contra un niño, joven o adulto vulnerable, según la legislación civil vigente.
Entre otros puntos, se detalla la forma concreta de actuar ante la denuncia de abusos sexuales, las normas que deben cumplir y hacer cumplir los superiores y responsables de las obras educativas y pastorales, un modelo de informe de denuncia y elementos de referencia para el código de conducta que deberá elaborar cada obra o entidad claretiana. También se incluye la obligación de dar a conocer el Manual y el protocolo a todas las personas vinculadas a las obras educativas y pastorales de los claretianos y una declaración responsable que deberán firmar individualmente todos los responsables de las actividades.
En la presentación, el doctor Puigdollers ha destacado que “en el centro del documento están las víctimas y sus familias: protegerlas, acompañarlas, ayudarlas a reparar el daño que han sufrido y asegurarles la justicia que merecen”. Asimismo “la obligación de cada centro de tener su propio Protocolo de Prevención y Actuación ante una situación de abuso, que debe asumir e incorporar lo establecido en el protocolo provincial”.
En la presentación, el provincial de los Claretianos, el padre Ricard Costa-Jussà, ha destacado que “el acto que hoy convocamos está en sintonía con el impulso diario, la buena acción y buen trabajo de muchas personas en nuestros centros y actividades, para fomentar una formación y crecimiento personal y humano sano y lleno”. Asimismo, ha explicado que la presentación del informe del Servicio de Acogida e Investigación “es un paso claro, firme y reflejo del compromiso institucional y del deseo de todos para proteger, prevenir e intervenir para crear espacios y entornos seguros”. Y que el nuevo Manual provincial “nos invita a la implicación de todos para alcanzar su finalidad y ofrece los canales institucionales, internos y externos para actuar y prevenir”.
SE ADJUNTA el nuevo ‘Manual para la protección de menores y adultos vulnerables y Protocolo para la prevención e intervención ante un delito de abuso sexual’, aprobado por el Gobierno Provincial de los Claretianos de San Pablo el 1 de junio de 2021 y que este martes se ha presentado a los responsables de comunidades y obras Claretianas.
Informe del Servicio de Acogida e Investigación de los Claretianos en Cataluña
En la misma sesión que se ha dado a conocer el nuevo protocolo, el doctor Xavier Puigdollers ha presentado el informe del Servicio de Acogida e Investigación sobre posibles casos de abusos. Como se comunicó en su momento, en mayo de 2019 los Claretianos de Cataluña encargaron al abogado Xavier Puigdollers la realización de una investigación sobre estos casos y la atención a posibles víctimas.
Entre otras funciones, este servicio ha atendido el canal de comunicación abierto a través del correo electrónico prevenim@claretians.cat, activo desde febrero de 2019, tras las denuncias conocidas por las redes sociales y medios de comunicación. Como también se comunicó en su momento, hasta principios de marzo de 2019 este canal había recibido 19 mensajes, algunos de los cuales aportaban información o indicios de casos que ya eran conocidos públicamente. Durante el mes de marzo se recibieron algunas comunicaciones más. Finalmente, en total, constan 22 quejas y 7 mensajes de apoyo dirigidos al correo Prevenim, todos registrados entre febrero, marzo y abril de 2019.
En 2019 el Síndic de Greuges también se dirigió a los Misioneros Claretianos sobre un supuesto caso que quedó recogido en su ‘Informe sobre la prevención y reparación de los abusos sexuales infantiles por representantes de la iglesia católica’ publicado en octubre de 2020.
El informe del Servicio de Acogida e Investigación de los claretianos explica que “los autores de los mensajes recibidos por el Servicio de Acogida e Investigación son principalmente de antiguos alumnos. Comentan las situaciones en que se encontraron o de las que dicen haber tenido conocimiento por ser compañeros de curso. Se habla de actitudes indecorosas o de agresiones como tocamientos inapropiados. Todos los casos habían ocurrido hacía tiempo y hacían referencia a personas que o están muertas o por edad están retiradas de la docencia, aunque pudieran colaborar en servicios internos”.
Las comunicaciones recibidas se refieren a casos o informaciones de los años 70, o de entre finales de los años 80 y principios de los 90. Por otra parte, ninguna de las comunicaciones recibidas o visitas atendidas por el Servicio de Acogida e Investigación hicieron ninguna petición personal o demanda concreta a los Misioneros Claretianos más allá que se investigara el caso, se actuara y se trabajara para evitar otros nuevos.
Por respeto a la intimidad de las personas, la presentación pública del informe no incluye nombres de los implicados.
Desde entonces, el Servicio de Acogida e Investigación ha realizado las siguientes tareas:
“-Atender las personas que manifestaban haber sufrido alguna agresión
- Aclarar los hechos y prevenir el futuro
- Mantener abierto un correo electrónico de contacto
- Se encarga el Servicio a una persona externa al Instituto y se le pide:
-Aclarar si en las escuelas o en otros servicios con menores de la Provincia Claretiana de Cataluña se ha producido desde 1970 algún ataque contra la libertad sexual de los niños.
- En el caso de detectar alguno, averiguar cómo se produjo, quién fue el autor, la víctima, las circunstancias personales y sociales del entorno y el momento histórico del hecho.
- Averiguar el conocimiento que los responsables de los centros tuvieron del hecho y, en su caso, medidas que tomaron.
- Escuchar y atender a las personas afectadas y, de ser el caso, ofrecer las ayudas adecuadas de acuerdo con los Claretianos de Cataluña”.
Todos los detalles, entrevistas realizadas, documentación consultada e indagaciones hechas están recogidos en el informe del Servicio de Acogida e Investigación.
“De las gestiones realizadas se constata:
- Las quejas en general muestran indignación por los hechos ocurridos y piden que los responsables sean apartados del trato con niños. Algunos piden privacidad por la información dada. También se recibieron comunicados que manifestaban sorpresa y apoyo a la persona denunciada. En total se recibieron 22 quejas y 7 mensajes de apoyo.
- Cabe destacar que los hechos expuesto en las redes sociales provocaban reacciones de otros compañeros que manifestaban haber vivido una situación similar con la misma persona o que, por el contrario, mostraban extrañeza por el buen recuerdo que tenían de la persona denunciada.
- Hay implicados dos claretianos y dos seglares.
Sobre los seglares, uno murió y el otro dejó la escuela poco después de los hechos, escuela que fue cerrada hace muchos años”.
De los casos de los que se ha recibido información al Servicio de Prevención e Investigación que afectan a dos claretianos sacerdotes se abrió el procedimiento canónico pertinente y fueron llevados a la Congregación de la Doctrina de Fe (CDF):
“-Uno de los casos referido a un claretiano está archivado “pro nunc” (por ahora) para la Congregación de la Doctrina de la Fe dada la falta de testigos directos de los denunciantes. Atendiendo a las denuncias, el religioso, de edad avanzada, vive retirado sin ningún contacto con niños ni ejercicio del ministerio pastoral, ni público.
-El otro claretiano, también jubilado y de edad avanzada, está retirado en una comunidad. La Congregación de la Doctrina de la Fe dictaminó que no puede tener ningún encargo ministerial ni ejercer públicamente ningún ministerio sacerdotal. Los hechos fueron conocidos por la comunicación de una persona que se dirigió al Servicio de Acogida e Investigación y que no quería que hubiera ninguna comunicación pública sobre la denuncia. Este caso se refiere a una situación de acoso a una persona adolescente ubicada fuera del ámbito educativo y pastoral en los años 70″.
Por otra parte, también “se recibió a través del Síndic de Greuges de Cataluña la comunicación de una denuncia atribuida a un claretiano que no se ha podido verificar. La información facilitada por el Síndic hacía referencia al nombre de una persona que no constaba en los archivos como claretiano y del que tampoco se pudo establecer ninguna relación por las fechas de los hechos, según la información facilitada. Se trasladaron al Síndic de Greuges los resultados infructuosos de la investigación y se ofreció el Servicio de Acogida e Investigación por si la persona quería dirigirse a él para intentar aclarar los posibles hechos. No se recibió ningún comunicado de la persona interesada”.
El informe del Servicio de Prevención e Investigación concluye que:
“La reacción institucional de los Claretianos fue rápida y clara:
- Manifestaron su desconocimiento de cualquier agresión sufrida por un niño y manifestaron su intención de esclarecer los hechos y proteger a los alumnos.
- Hicieron declaraciones públicas y remitieron unos comunicados a los padres de los alumnos de las escuelas.
- Contactaron con las víctimas que se les habían dirigido.
- Pusieron los hechos en conocimiento de la Fiscalía.
- Ofrecieron un canal de comunicación para atender las posibles nuevas quejas.
- Pusieron los hechos en conocimiento de las autoridades eclesiásticas.
- Acordaron medidas cautelares referentes a los claretianos citados como autores de las agresiones.
Hay que decir que las diligencias iniciadas a Fiscalía fueron archivadas por considerar que, en el momento de los hechos, no constaban denuncias de los perjudicados, o de sus representantes legales al tratarse de menores de edad, y por haber prescrito la acción en caso de haber ocurrido los hechos denunciados”.
Posteriormente al trabajo de escucha y investigación el Servicio ha continuado su labor durante los cursos 2019-20 y 2020-21. De este periodo el informe explica:
“Durante todo este tiempo, desde enero de 2020 hasta este momento, junio de 2021, ha estado activa la dirección electrónica Prevenim del Servicio de Acogida e Investigación creado a consecuencia de las denuncias del año 2019. En todo este periodo de tiempo no se ha recibido ningún comunicado más.
Tampoco se ha recibido ninguna consulta a través del teléfono reservado para ello y que está a disposición de las direcciones de los centros”.
Tras el periodo de confinamiento por la situación de pandemia, durante el curso 2020-2021, “el encargado de atender el Servicio de Acogida e Investigación ha hecho una visita al Colegio Claret de Barcelona y al de Valls. Se confirma que no ha habido ninguna incidencia en las escuelas referentes a comportamientos inapropiados de índole sexual. No tienen constancia de que ningún alumno o familia se haya dirigido al Servicio de Acogida e Investigación mediante la dirección electrónica de Prevenim.
Cada escuela dentro de su dinámica y necesidades tienen organizado un sistema de observación del comportamiento de los alumnos y acompañamiento de las familias. Se realizan sesiones de educación sexual y se tratan cuestiones referentes a la sexualidad en las tutorías.
Los Protocolos de las escuelas están actualizados y son conocidos por el profesorado. Se considera imprescindible el trabajo y el compromiso personal del profesorado, y no hay ninguna duda de que existe. Consideran oportuno mantener la dirección de Prevenim y el Servicio de Acogida e Investigación y verían positivamente recibir información de las novedades legislativas”.
De acuerdo con el informe, los Misioneros Claretianos mantendrán abierto de manera indefinida el Servicio de Acogida e Investigación que continuará dirigiendo el doctor Puigdollers. También formará parte de sus funciones velar por la implantación del ‘Manual para la protección de menores y adultos vulnerables y Protocolo para la prevención e intervención ante un delito de abuso sexual’.
El informe presentado concluye:
“Quisiera destacar la importancia que en la protección de los niños tiene la inquietud de los educadores y responsables de la actividad. Los Protocolos son herramientas al servicio de una causa: la protección de los niños y adultos vulnerables, pero los auténticos protagonistas de la protección somos los adultos responsables. El protocolo en sí, no protege, lo que protege es el educador, los padres, los responsables de la actividad, los adultos que están cerca de los menores. Los protocolos son la herramienta que nos facilita la reacción ante la agresión y nos marca el camino a seguir para hacer efectiva la protección”.
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