| RD/Agencias
Todo ocurrió en un evento en la escuela católica Cardenal Gibbons High School, de Fort Lauderdale, Florida. El cuerpo de animadoras inicia una coreografía al ritmo de la Marcha Imperial de Star Wars, cuando de repente un personaje vestido de negro y que no es precisamente Darth Vader se adueña de la pista.
Entre gritos de animación y ataviado con su sotana, el padre Ricardo Rivera, un joven portorriqueño recién ordenado sacerdote que imparte Teología en el centro, se acerca a las jóvenes y parece querer detener el espectáculo.
Pero para sorpresa general, el cura comienza a contonearse al ritmo de la música, igual o mejor que las animadoras y se une a la coreografía del grupo, lo que provoca una ovación por parte de los espectadores.
Al final, aplauso cerrado del público y un vídeo subido por la propia escuela junto al mensaje “Míralo hasta el final, hay una sorpresa especial”. Las imágenes cuentan con más de 200.000 reproducciones y decenas de mensajes en Facebook y Twitter. Además, numerosos medios de comunicación se han hecho eco de este simpático momento.
There's nothing like a #Gibbons pep rally! #DancingPriestpic.twitter.com/pv5bhsN7Ke
— Cardinal Gibbons FL (@CGHSFL) 27 de octubre de 2019