La capital mexicana en meses podría quedarse sin suministro de agua Pide Arquidiócesis de México que las autoridades garanticen el acceso al agua potable y de calidad
La Ciudad de México y el Estado de México están sufriendo una crisis por el abastecimiento de agua, autoridades han señalado que en algunos meses podría llegar el “Día Cero” es decir la fecha donde será imposible abastecer del vital líquido a todos los habitantes de esta zona.
Por lo que la Arquidiócesis Prima de México mediante su editorial del medio informativo “Desde la Fe” abordó la importancia de este tema y exhortó a las autoridades de gobierno a tomar acciones que permitan garantizar el derecho humano al agua.
Jimena Hernández corresponsal en México
La Comisión Nacional del Agua, dio a conocer que se avecina una gran crisis por la falta de agua en la capital mexicana y su zona metropolitana debido a que las presas que abastecen a la población se encuentran en niveles de bajo del 50%.
Por lo que la Arquidiócesis Primada de México que preside el Cardenal Carlos Aguiar Retes, lamentó mediante la editorial de “Desde la Fe” que el acceso a este derecho humano se haya convertido en centro de disputas y desigualdades sociales.
“El ‘Día Cero”, el momento en que el agua sea insuficiente para abastecer las necesidades básicas de más de 20 millones de personas que habitan esta región, parece estar cada vez más cerca”.
Afirmaron que el agua es esencial para la vida, el desarrollo y la dignidad de todas las personas y comunidades. Por lo que para garantizar este derecho humano y su distribución y cuidado, “gobiernos y sociedad civil deben tener puntos de encuentro para construir un futuro sostenible y que garantice con justicia el derecho al agua”.
Por lo que hicieron un fuerte llamado a las autoridades de gobierno para que tomen acciones que permitan el acceso constante al agua potable y de calidad, especialmente en las comunidades más pobres.
“Las políticas públicas deben garantizar el desarrollo y mantenimiento de infraestructura en las zonas de escasez y tomar en cuenta factores externos como las cada vez más frecuentes sequías, derivadas del cambio climático”
Además de que afirmaron es importante invertir en tecnología que permitan el correcto tratamiento de aguas residuales, así como la captación de agua de lluvia.
La Iglesia capitalina enfatiza que este problema no es sólo por omisión de los gobiernos, si no que también existe una “responsabilidad social, que nos llama a todos, sin excepciones, a cuidar y hacer buen uso del agua; así como impulsar estrategias para revertir la escasez pasa por la transformación de nuestros hábitos de consumo”.
Ya que diversos estudios señalan que, en un futuro próximo, si no se hace algo para detener la escasez del agua, habría consecuencias graves para la salud y forma de vida de las personas y comunidades, tanto urbanas como rurales y una mayor desigualdad social y económica.
#EDITORIAL El acceso al agua es un derecho humano, pero desafortunadamente no todos gozan de él. 👇🏼https://t.co/9fre6V2iKY
— Desde la fe (@DesdeLaFeMx) March 17, 2024
“En palabras del Papa Francisco: la gestión arbitraria de los recursos hídricos, su distorsión y contaminación, perjudican especialmente a los pobres y son una afrenta vergonzosa ante la que no podemos permanecer indiferentes”
Pues aunque destacaron que el acceso al agua es un derecho humano, desafortunadamente no todos gozan de él.
“De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares, la población que recibe el servicio diario de agua potable y saneamiento mejorado en la Ciudad de México es de 70.3%, mientras que para el Estado de México es del 48.4%. Este porcentaje se reduce a medida que nos acercamos a las periferias”, destacaron.
El escrito apunta que San Francisco de Asís, en su Cántico de las Criaturas, hablaba de “la hermana agua”, el agua como una creación de Dios que ha sido puesta a beneficio y cuidado del hombre.
Y el Papa Francisco ha dicho que “El acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”.