El Cardenal Carlos Aguiar Retes impulsa campaña para revitalizar la fe de todos sus fieles; tras la pandemia por COVID 19. A dos años de la pandemia, es urgente privilegiar la escucha, el bien común y la atención a los menos favorecidos
Preocupado por los estragos que ha traído la pandemia en la fe y la participación comunitaria de los fieles, el Arzobispo Primado de México, el Cardenal Carlos Aguiar Retes se encuentra realizando cambios e impulsando una campaña para revitalizar la fe de todos sus fieles; de tal forma que se anime a sacerdotes y laicos a convertirse, a reunirse una vez más en comunidad para orar y salir a encender el corazón de todos los alejados con el fuego del Espíritu
Mediante la editorial del semanario de Desde la Fe, la Arquidiócesis mexicana, lamentó que a dos años del inicio de la pandemia, pareciera que “la sociedad mexicana no quiere aceptar que no volveremos a ser como antes, siga viviendo en la nostalgia del pasado, anhelando lo que fue, queriendo regresar a una época que no volverá, o peor áun, viviendo como si nada hubiera pasado”.
Jimena Hernández corresponsal en México
A dos años del inicio de la pandemia, la Arquidiócesis Primada de México, mostró una vez más, su preocupación por la respuesta de la sociedad mexicana, que sigue viviendo en la nostalgia del pasado, pensando que regresará a su vida como era antes, o pero aún, siguen viviendo como si nada hubiera pasado.
Mediante la editorial del semanario Desde la Fe, titulada “Escuchar para convertirnos”, aseguran que este tiempo evidenció la urgencia de encaminarnos a un futuro que privilegie la escucha, el discernimiento, el compromiso con el bien común y la atención a los menos favorecidos.
El texto afirma que desde el inicio de la pandemia, el Cardenal Carlos Aguiar, quien este fin de semana cumple cuatro años como Arzobispo Primado de México, ha planteado tres puntos esenciales que guíen la pastoral del la Arquidiócesis para responder a las urgencias de la pandemia y a los retos que el cambio de época impone.
La espiritualidad de comunión vivida de manera efectiva
La espiritualidad de comunión vivida de manera efectiva, es decir, impulsar una estructura de colaboración más cercana a las personas.
Por lo que se han realizado dos grande cambios en la Arquidiócesis de la Ciudad de México, ahora dos vicarías pastorales arquidiocesanas animan la evangelización que los laicos, consagrados y sacerdotes realizan en parroquias, ambientes y experiencias socio-caritativas, y por otro lado, la reconfiguración del ministerio que los obispos auxiliares ofrecen, pasando de una organización territorial a una función arquidiocesana.
Ejercicios de sinodalidad, escucha y discernimiento comunitario
Asumiendo el largo camino sinodal recorrido en esta Arquidiócesis, más de mil personas trabajaron y explicaron la metodología de consensos como una herramienta para escuchar y discernir juntos, a nivel de decanatos y a partir de su discernimiento se impulsaron las asambleas parroquiales para que cada parroquia decida, desde su realidad, cuáles son sus prioridades y cómo deben acercarse a la gente.
“Estos dos ejercicios prepararon la Visita Pastoral que en octubre pasado dio inicio, y que terminará en 2023; sin duda será un ejercicio de animación pastoral, escucha y discernimiento comunitario”, destacaron.
El camino hacia una conversión pastoral que responda a las urgencias actuales y a los cambios de época
Esta conversión pastoral, aseguran ya se observa en algunas iniciativas inéditas de parroquias, congregaciones y movimientos laicales que han trabajado para acercarse a la gente más necesitada durante la pandemia.
“Destacan los esfuerzos que tanto las parroquias como la propia Arquidiócesis han hecho a través de las plataformas digitales, que también se han convertido en un espacio de escucha y cercanía”.
La editorial destaca que el Arzobispo Primado de México, se encuentra preocupado por los estragos que ha traído la pandemia en la fe y la participación comunitaria de los fieles, por lo que está impulsando una campaña para revitalizar la fe de todos sus fieles; de tal forma que se anime a sacerdotes y laicos a convertirse, a reunirse una vez más en comunidad para orar y salir a encender el corazón de todos los alejados con el fuego del Espíritu.
“Todos tenemos oídos, pero muchas veces no logramos escuchar. Atrapados en nuestras prisas, con mil cosas que decir y hacer, no encontramos tiempo para detenernos a escuchar a Dios que nos habla”, nos dice el Papa Francisco. Abramos los oídos para escuchar las urgencias de nuestro prójimo y atrevámonos a convertirnos para responder con fidelidad a Cristo.
Y es que hay que recordar que el Papa Francisco ha insistido en una Iglesia en salida, que se juega su fidelidad amando a Cristo en el prójimo, especialmente en el alejado y descartado; que se atreva a escuchar las nuevas urgencias sociales y a transformarse a sí misma para responder a ellas.
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