José H. Gómez: "Dios no diferencia por el color de la piel, todos somos hermanos" Di Nardo, en el funeral de George Floyd: "Las palabras no bastan, hay que actuar"
"Sólo podemos volver a respirar correctamente cuando nuestro trabajo constante sea eliminar el pecado del racismo de nuestra sociedad"
José Gomez: "Necesitamos comprometernos una vez más a hacer de América una nación, una tierra de libertad y oportunidad para cada persona”
| Jesús Bastante Agencias
" No podemos resolver un problema hasta que lo reconozcamos. Esto nos incluye como miembros de la Iglesia Católica". El Cardenal Daniel DiNardo, Arzobispo de Galveston-Houston, envió un mensaje a la despedida de George Floyd, en el que asumió que EE.UU., en lo tocante al racismo, "tiene una viga en el ojo”.
"En el pasado, los líderes de la Iglesia a menudo se abstuvieron de hablar cuando salieron a la luz actos de violencia racial u otras injusticias. Ya no", subrayó Di Nardo, quien reconoció que "ha habido muchas veces en que la Iglesia ha fallado en vivir como Cristo enseñó - amar a nuestros hermanos y hermanas".
"Los actos de racismo han sido cometidos por líderes y miembros de la Iglesia Católica - por obispos, clérigos, religiosos y laicos - y sus instituciones. Por consiguiente, todos debemos asumir la responsabilidad de corregir las injusticias del racismo y sanar el daño que ha causado", recalcó el purpurado.
El racismo, "un pecado contra Dios"
"Esto es un pecado contra Dios y la humanidad y debe terminar. Sin embargo -continúa-, no basta con las palabras, debemos actuar y todos tenemos la responsabilidad de corregir las injusticias y los daños que ha causado el racismo, sin recurrir a la violencia, como ha ocurrido en los últimos días con una minoría, que al hacerlo ha desviado la atención de la urgencia de las reformas.
"No puedo respirar" fueron las palabras de George Floyd antes de morir, y Eric Garner antes de él. "Sólo podemos volver a respirar correctamente, con la ayuda del Espíritu Santo, sólo cuando nuestro trabajo constante sea eliminar el pecado del racismo de nuestra sociedad".
Por su parte, el presidente de los obispos USA y arzobispo de Los Ángeles, José Goméz, destacó que la muerte de Floyd es una tragedia que “nunca debió haber pasado” y un recordatorio que, como nación, el país tiene un “camino muy largo que recorrer”, para enfrentar el racismo y la desigualdad que todavía “sigue infectando a nuestras instituciones”.
Monseñor Gomez resaltó que Dios no diferencia entre el color de piel, sino que llama a todos como hijos e hijas, y que, como católicos, los fieles deben compartir esta verdad con la sociedad.
“Jesús nos enseñó a rezar el Padre Nuestro. Lo que significa que todos somos hermanos y hermanas, cada uno de nosotros es un hijo, una hija de Dios, creados a su imagen y semejanza”, agregó.
Además, señaló que, como el Evangelio pide, las personas deben responder al llamado de Jesús que anima a ser luz del mundo, a caminar unidos y dar fortaleza a las familias y esperanza a los hijos.
“Necesitamos crear una cultura de virtudes y comunidades con compasión y cariño, en las que todos disfrutemos nuestra humanidad común”, añadió.
Por otro lado, indicó que los Estados Unidos, como nación, todavía debe avanzar en la búsqueda de igualdad.
“Los fundadores de nuestro país soñaron con una nación en la que los hombres y mujeres de cualquier raza, religión y nacionalidad puedan vivir en igualdad”, señaló.
El prelado resaltó que esta búsqueda siempre será una “obra en proceso” y que, como nación, no siempre el país ha respondido según el nivel de sus valores fundamentales o grandes ideales.
“Por eso hoy tenemos que renovar nuestra misión. Necesitamos comprometernos una vez más a hacer de América una nación, una tierra de libertad y oportunidad para cada persona”, resaltó.