¿Por qué camino andas? El Cuarto Evangelio (14)
El funcionario real
El Cuarto Evangelio (14)
El funcionario real
“Había un funcionario realque tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis». El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño». Jesús le contesta: «Anda, tu hijo vive». El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia” (Jn 4, 46-53).
Comentario
El evangelista va sumando los signos de Jesús, y señala la curación del hijo del funcionario real como segundo signo. El Cuarto Evangelio citará siete signos para demostrar la divinidad de Jesús: el agua convertida en vino; la curación del hijo del funcionario real; la curación del paralítico de Betesda; la multiplicación de panes, la tormenta calmada; el ciego de nacimiento y la resurrección de Lázaro.
Al observar las acciones de Jesús, se puede percibir que no hace distinción de los destinatarios. Sus signos se ubican en Judea y en Galilea, tanto en favor de creyentes como de paganos, igual para la multitud que para los suyos.
El texto que contemplamos ofrece una expresión paradigmática: “El hombre creyó y se puso en camino”. El lema del día del seminario fue: “Levántate y ponte en camino”. Y el lema de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones: “Ponte en Camino. No esperes más”. Pero el secreto está en dar fe a la Palabra de Jesús. Él se ha presentado como el verdadero Camino.
Propuesta
¿Por qué camino andas?