Extraido de "Trama divina, hilvanes humanos" Ed. PPC Expectantes y esperanzados. Bautizados en su Espíritu

Expectantes y esperanzados. Bautizados en su Espíritu
Expectantes y esperanzados. Bautizados en su Espíritu Jose Moreno Losada

El pueblo en expectación

Ante la realidad dura y crítica de los acontecimientos, el pueblo suele estar siempre en expectación, no puede dejar de preguntarse qué es lo que va a ocurrir. Los ojos se fijan en aquellos que pueden ser salvadores de la situación, buscan redentores. La esperanza necesita dónde sujetarse para no darse a la confusión y el desaliento.

Bautismo
BAUTISMO DEL SEÑOR

 Lucas 3,15-16.21-22

 En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».

En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto».

En expectación

Aquellos judíos acudían a Juan el Bautista y se preguntaban si estaría allí su salvación, la necesitaban. Lo que no se esperaban es que la fuerza de esa liberación estuviera en su propia orilla, en la de la pregunta, en lo cotidiano, en uno de tantos, en uno de ellos. Alguien que también quería la buena noticia y se acercaba a recibirla, la llevaba dentro de él mismo. Misterio de lo ordinario en el Dios de la vida.

¿Ha estado el obispo?

En el movimiento de Profesionales Cristianos de Acción católica hemos realizado a lo largo de un trienio –en el que nos ha pillado el tiempo de la pandemia- una reflexión y formación en torno al tema de la ecología integral desde la perspectiva humana y creyente. Fruto de ese trabajo ha nacido una publicación en la editorial PPC titulada “Profesionales Cristianos y ecología integral. Reto y pasión.” A lo largo de este año hemos intentado compartirlo y darlo a conocer en las distintas diócesis en las que está implantado dicho movimiento, donde hay algunos grupos de revisión de vida, comunidades.

Palencia ha sido uno de esos lugares en los que hemos estado. Los militantes de allí organizaron para el inicio de la cuaresma un acto de presentación del mismo. Días previos a esta actividad, Leti, la que coordina y preside el movimiento a nivel estatal, participó con más laicos de su diócesis palentina en el congreso de Apostolado Seglar sobre el primer anuncio. En dicho evento compartió espacio con el pastor de su diócesis, el obispo Miguel. La ocasión propició comentar que estábamos preparando dicho acto, el obispo recién nombrado en su diócesis, deseoso de conocerla y hombre preocupado por el diálogo fe-cultura, mostró su interés por esa realidad y tomó nota del día que era por si podía acercarse. Algo nos comentó de pasada Leti, dando relevancia a su interés por el tema de la cultura, algo que nos interesa en nuestro movimiento.

Llegado el día y preparado con cuidado el evento, comenzaron a llegar los conocidos y algunos más. Entre ellos el obispo Miguel, que tomó su asiento, con sencillez y normalidad, después de saludar a los conocidos. El acto duró bastante en clave de presentación y diálogo, pudimos estar algo más de treinta personas, lo que permitió profundizar en el tema de la ecología integral y sus retos como ciudadanos y como creyentes. Terminamos y nos despedimos.

Tras la actividad los que pudimos, miembros del movimiento, fuimos a tomar algo y cenar a un restaurante italiano próximo. Nos reímos y gozamos como una comunidad, incluido el canto de somos una familia, un auténtico mogollón, divertida… En la conversación amigable de la mesa compartida, estaba Ale, un antiguo militante de JEC, quien al hablar de que había estado presente el obispo y el interés que había mostrado por el tema, se extrañó y preguntó: ¿pero ha estado el nuevo obispo? ¿quién era? No me he dado cuenta. Yo guardé el detalle en mi corazón y ahora que leo este evangelio se me viene a la mente y lo comparto con vosotros.

Hay modos de ser Iglesia, papa, obispos, sacerdotes, bautizados, profesionales cristianos que van por los caminos de Jesús, por un bautismo de comunión y sencillez en medio del pueblo, sin dejarse notar y conducidos por el Espíritu del maestro. Estar de un modo sencillo, con actitud contemplativa y orante, abiertos al Padre y dispuestos para el Espíritu, en medio de todos los hermanos. Es un reto urgente para convertirnos y bautizarnos en la iglesia de la verdad y la sencillez que hoy busca el pueblo, ojalá no se defraude cuando sus expectativas las cifren poniendo su mirada en nosotros los cristianos y en nuestra iglesia.

La originalidad: ser del Espíritu

Los documentos magisteriales y conciliares afirman con rotundidad que la raíz de la Iglesia es trinitaria. Sólo desde la comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo se puede entender la comunión eclesial. La misión de la iglesia no es otra entonces que convocar a la filiación divina, a la unión con Cristo y a la apertura al Espíritu que nos configura y hace posible en cada uno de nosotros y en nuestras comunidades esa relación trinitaria.

A la luz del evangelio proclamado como bautismo de Jesús, lo descubrimos como el hombre engendrado por el Espíritu y manifestado como hijo del Padre. Este bautismo nos abre la puerta para entrar nosotros en ese misterio de amor divino. Mirar y entender las claves de este acontecimiento desde la vida de Jesús de Nazaret nos posibilita andar nosotros por ese mismo camino que es de plenitud. Toda la Iglesia está llamada a vivir desde ese bautismo que le es propio y le identifica en medio del mundo.

¿Cómo ser uno de tantos? En más de una ocasión se ha querido presentar la Iglesia como sociedad perfecta, como algo que está más allá de lo común y de lo diario de lo mundano y lo humano. Incluso se ha hablado del bautismo para indicar una superioridad del hombre cristiano del que no lo era. Aquí vemos al Dios Padre que, por el Espíritu, se manifiesta en uno de tantos de los que buscan la salvación y se mueven ante lo que está ocurriendo volviendo a su Dios. El reto de volver diariamente a nuestra fuente de vida en la búsqueda de la luz, junto con todo el pueblo, es un modo de adentrarnos en la relación con el Padre que cuida de nosotros y quiere lo mejor para este mundo.

Jesús lo hizo en oración, abierto al horizonte de la bondad del Padre. Con urgencia hemos de adentrarnos en silencios, en los que se haga posible el diálogo vivo con nuestro fundamento, Cristo,  en la búsqueda de la verdad y de la luz que nos ayude a interpretar los tiempos desde los gozos y los sufrimientos de los hermanos. Este es el camino de crecer en la gracia del bautismo.

Recibir los impulsos del Espíritu Santo que nos quiere lanzar a declararnos hijos de Dios en el compromiso firme de una fraternidad universal. Ser para los hermanos y dejarnos hacer por ese amor es ser engendrados por Dios, hechos por su Espíritu.

Nuestro mundo hoy, como siempre, necesita y busca el Espíritu que salva, el que se nos da por Cristo. La Iglesia hoy está llamada, no puede existir de otra manera, a serlo del Espíritu. Nosotros en la Iglesia hemos sido bautizados para ser uno de tantos, abrirnos al corazón del Padre, dejarnos hacer por su Espíritu y construir con su fuerza un reino de hermandad y comunión que sea reflejo de la unidad la Trinidad.

Notas hilvanadas

Gotas diferentes e iguales

“Y es que gota sobre gota somos olas que hacen mares, ey, gotas diferentes pero gotas todas iguales”

(Macaco-Mensajes de agua)

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