| José MOreno Losada
OCTAVARIO UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (7)
Y ya no serán dos sino una sola carne… vosotros de Cristo y Cristo de Dios. Margarita y Juan Asuar, probados en su amor de esposos, nos hablan de la unidad a la que somos llamados. No hay mayor tesoro, ni riqueza que el amor compartido. Los cristianos estamos llamados a una vocación que nos supera, no se trata de conquistar nosotros la unidad, sino de reconocer la unidad amorosa de Dios con todos que se nos ha manifestado en Jesucristo. Los que conocen a Dios, aman porque Dios es amor. Los que se unen a Cristo y descubren el amor sin límites, del que nadie ni nada nos podrá separar, son los que derriban todos los muros y se acercan en la proximidad de la mayor ternura y de la misericordia, los que gozan de las bienaventuranzas haciendo bienaventurados a los que se acercan a ellos. Ninguna división nace del amor verdadero, cuando volvemos al encuentro de Cristo y somos de Él entonces la unidad nos llega por añadidura. Ahora nosotros, en el ecumenismo no hemos de hacer otra cosa que buscar el Reino de Dios y su justicia.