Ora en lo profundo de ti mismo, donde creer es sentir y vivir La oración anónima de una joven profesional en Madrid...
Me llega esta oración -reflexión de una joven profesional docente que se mueve por las calles anónimas de Madrid, pero llena de ternura. Me parece genial para este tiempo de cuaresma en el que se nos invita a la oración desnuda, en medio de la calle, a la intemperie, donde se genera la mayor de las confianzas en medio de las dudas y los fríos de la indiferencia multitudinaria.
| José Moreno Losada
UNA MIRADA LLENA DE TERNURA
¿En qué momento empezamos a ser indiferente aquello que nos rodea?
Y en ese instante descubro algo... ¿En qué momento empezamos a ser indiferente a lo que nos rodea? ¿En qué momento dejamos de actuar cuando no nos toca a nosotros? ¿En qué momento comenzamos a crear un mundo más allá de la realidad?
De repente los pensamientos, las ideas, los sentimientos se amontonan en mi ser. Algo dentro de mí me dice que el camino en el que voy no es el correcto, y tampoco es el lugar a donde yo quiero llegar.
Por fin decido emprender otro camino, y mientras camino descubro otras huellas que me acompañan, que me guían, que me sostienen... Paro. Y de repente empiezo a descubrir que para Él no somos indiferentes, que llora desde la cruz por cada uno de nosotros y que nunca nos abandona.
Cae el atardecer y al mirar al horizonte solo puedo sonreír porque descubro una mirada llena de ternura, una mirada misericordiosa y compasiva, una mirada llena de Amor.
Y desde ese momento la palabra AMAR tiene otro significado, porque aunque solo sea una palabra, tiene una gran fuerza cuando la transformamos en gestos, en palabras, en acciones. Descubro que es como el aire que nos mantiene vivos, es esa fuente de agua viva que nos da fuerza y nos alienta en nuestro camino. Que amar significa dar la vida hasta el último aliento, significa PERDONAR con el corazón. Y otra vez descubro una maravillosa palabra que aparentemente es insignificante pero que tiene un gran poder.
Y todo ello me golpea como las olas en un mar infinito, que hace que despierte, que actúe, que comience a CREER... ¿Pero creer en qué? ¿En quién? Y vuelvo a entrar en la profundidad de la cuestión y la respuesta que me sugiere es SIMPLEMENTE CREER (entregar el corazón) y tener fe, que todo ello haga que nunca pierda la esperanza, porque con pequeños gestos se puede conseguir la justicia.
Y cuando vuelva la duda pensaré ¿Y por qué no? Si de una semilla surgen millones de maravillas y si el Amor ya venció a la muerte.
Ahora soy yo quien busca estar en esa realidad, actuando y con una mirada llena de ternura.