Entre todos El reto de un proyecto: Pensar
"Llevamos más de un año atareados en solucionar la crisis que ha generado la Covid. Buscamos respuestas que nos den tranquilidad"
"Es una realidad que una de las mayores fragilidades existentes es la constatación de un alto porcentaje de población mayor y con niveles de crecimiento en una situación de dependencia"
"Nuestras grandes esperanzas presentes tienen que apoyarse en la construcción de proyectos creíbles que den confianza a las personas"
"Hay que insistir en que es preciso y necesario pensar conjuntamente. Es imposible no hacerlo ante la realidad a la que nos estamos enfrentando de envejecimiento y de dependencia"
"Nuestras grandes esperanzas presentes tienen que apoyarse en la construcción de proyectos creíbles que den confianza a las personas"
"Hay que insistir en que es preciso y necesario pensar conjuntamente. Es imposible no hacerlo ante la realidad a la que nos estamos enfrentando de envejecimiento y de dependencia"
Lo más terrible de todo esto es que parece que hasta se nos está terminando el tiempo para poder pensar. Sin embargo, renunciar a esta posibilidad supondría que nos estaríamos alejando de uno de los más grandes privilegios que podemos tener las personas, lo cual implicaría el perder la esperanza de poder superar los problemas que, en nuestro caso, se han derivado de la pandemia que nos azota.
Las vacunas suponen un punto de apoyo, se podría aceptar que hasta único para cambiar la tendencia negativa que nuestras sociedades están soportando; pero sería un error creer que son nuestra salvación. Es, no cabe ninguna duda, esencial que estemos vacunados; lo cual no significa que los problemas causados por la Covid estarán resueltos de manera inmediata.
Tenemos que pensar en el presente y también proyectar nuestro pensamiento hacia el futuro. Nuestro presente deberíamos llenarlo de grandes esperanzas porque es la única manera de que el futuro pueda tener consistencia.
Nuestras grandes esperanzas presentes tienen que apoyarse en la construcción de proyectos creíbles que den confianza a las personas; pero para esto es necesario tener altura de miras, lo cual supone el proyectar proyectos conjuntos que generen riqueza social. Hoy más que nunca las Administraciones Públicas, el Tejido Empresarial y el Tercer Sector tienen que unirse y pensar de manera coherente y juntos. Sin embargo, lo que impera, al menos así se percibe, es el miedo a realizar proyectos de forma conjunta.
En nuestro país, lo podemos contemplar y observar, a partir de hoy hasta el día 4 de mayo se están proyectando unas elecciones autonómicas en clave nacional. No existe en ningún programa electoral una línea clara y definida que ponga en evidencia la existencia de proyectos conjuntos entre las Administración Públicas, el Tejido Empresarial y el Tercer Sector. Al contrario, en una serie de fuerzas políticas, lo que se propone es el control político de todo o de casi todo, lo cual sería el principio de la anulación del privilegio a poder pensar con libertad y con creatividad.
La pandemia ha puesto en el centro de nuestras vidas la gran fragilidad existente en nuestra sociedad y, sin embargo, en cuenta de pensar en buscar las fortalezas y las oportunidades que existen para construir una sociedad solvente y bien asentada, en lo que podemos caer, ante la encrucijada en la que nos encontramos, es en elegir el camino equivocado.
Es una realidad que una de las mayores fragilidades existentes es la constatación de un alto porcentaje de población mayor y con niveles de crecimiento en una situación de dependencia, así como de personas dependientes por causas derivadas de enfermedades diversas, entre éstas la salud mental. Es una evidencia que se da en todas la Comunidades Autónomas. Una fragilidad que la pandemia puso en el punto de mira y, como tal, nos recuerda a quienes habitamos en este país que un día tendremos que enfrentarnos a esta situación.
Para dar respuesta o proponer soluciones a la dependencia debería de idearse un proyecto de atención sociosanitaria que fuera trabajado conjuntamente entre las Administraciones Públicas, el Tejido Empresarial y el Tercer Sector. Un proyecto que buscara dar coherencia a un servicio que cada día va a tener más demanda. Urge, por tanto, pensar de manera conjunta.
La carrera electoral inaugurada en la Comunidad Autónoma de Madrid, pero que tendrá proyección futura en el resto de España, podría ser dar una gran oportunidad a la Administración Pública para liderar junto al Tejido Empresarial y al Tercer Sector un Proyecto Conjunto de Atención Sociosanitaria. Se trataría de un proyecto basado en la figura jurídica del Consorcio; pero desgraciadamente no se percibe en ninguna fuerza política un plan conjunto de trabajo en esta dirección, en todo caso, en las fuerzas populistas, una especie de nacionalización de los servicios existentes en la atención a los colectivos con dependencia.
Sin embargo hay que insistir en que es preciso y necesario pensar conjuntamente. Es imposible no hacerlo ante la realidad a la que nos estamos enfrentando de envejecimiento y de dependencia.
Una sociedad que busca el bienestar de su población tiene el reto de encontrar el camino adecuado para que no se pierda lo logrado, lo cual conlleva a elegir el camino de trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones que ayuden a mantener un nivel optimo en la calidad de vida de sus habitantes.
Pensar, pensar y pensar como un verdadero equipo es el compromiso que deberían adquirir las Administraciones Públicas, el Tejido Empresarial y el Tercer Sector. Hasta ahora podrían considerarse como entes individuales, en donde la interacción existe a modo de contrato de prestación de servicios y de subvenciones, que lo que promueve es una competencia estrictamente económica y un clientelismo político por afinidades ideológicas; pero no un trabajo conjunto. Hay que superar esta situación y buscar, pensando en el presente y en el futuro, nuevas figuras de colaboración.
La Covid ha puesto en evidencia la debilidad del sistema de atención a las personas mayores y a la dependencia, esto lo deberíamos de transformar en una gran oportunidad; por lo tanto la pregunta que deberíamos hacernos quienes vamos a votar el cuatro de mayo en la Comunidad de Madrid; pero también en las sucesivas elecciones que se den a partir de esta fecha en España es ¿qué proyecto conjunto sociosaniitario nos proponen las fuerzas políticas para dar respuesta a las demandas presentes y futuras de la población mayor y dependiente?
Observarán que de esto poco se hablará, con un poco de suerte visitarán las candidatas y los candidatos alguna residencia de mayores y nos dirán lo de siempre; pero no existirá el gesto de quienes aspiran a ocupar la presidencia de la Comunidad de mantener una reunión conjunta entre ellos, el Tejido Empresarial y el Tercer Sector para tratar este asunto. Les da miedo, no tengan ninguna duda, porque pensar conjuntamente para atender a las personas mayores y dependientes aleja a los políticos de la mera ideología y les recuerda que un proyecto conjunto de atención sociosanitaria no tiene ideología, lo que tiene son personas concretas a las que atender y prestar un servicio, lo que tiene es un proceso de dignificación humana, lo que tiene es que es preciso que los recursos de todas las partes se unan y se articule un sistema que facilite la calidad de vida de quienes demanden una atención sociosanitaria.
Los lectores del Correo de Andalucía que vivan en Andalucía, también sirve para los lectores de otras Comunidades Autónomas, se pueden hacer la siguiente pregunta ¿Qué proyectos conjuntos sociosanitarios existen en tu Comunidad Autónoma? La respuesta que hallen les dirá el nivel de compromiso sociosanitario existe por parte de los políticos de tu Comunidad Autónoma.
Es imprescindible pensar de manera conjunta porque, si lo hacemos, generaremos riqueza social por cuanto se crearán infinidad de puestos de trabajo, se establecerán planes de actuación sociosanitaria soportados por entidades solventes, se habrá superado la mera visión ideológica y economicista, se romperá el clientelismo político y, sobre todo, se habrá ganado en calidad de vida.
La Covid nos ha marcado en diferentes temas tal y como señalaba en el primer párrafo de este artículo; pero también nos ha situado en la encrucijada de poder elegir el camino acertado para responder a las necesidades sociosanitarias de nuestro país. Por tanto, según elijamos el próximo cuatro de mayo en Madrid, veremos si somos capaces de establecer un proyecto pensado conjuntamente o bien caigamos, el tiempo lo dirá, en la desazón y en la angustia por haber elegido a quienes nos van a gobernar equivocadamente. Todo un reto: pensar, pensar y pensar; pero de manera conjunta. No nos olvidemos que para pensar es necesario tener libertad, coherencia y serenidad.
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