Había expectación por la primera reunión entre los responsables de la Conferencia Episcopal y el Ministerio de Educación, después de que la Vicepresidencia del Gobierno hubiera marcado las 'reglas del juego' del debate con las distintas confesiones. Y fue "muy cordial", tal y como resaltan a RD ambas partes.
Esta mañana, a las diez, en la sede del Ministerio de Educación, y por espacio de hora y media, se vieron las caras la ministra, Isabel Celáa, y el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, y el subsecretario de Educación y Formación Profesional, Fernando Gurrea, por parte del Ejecutivo; y el portavoz Luis Argüello, el presidente de la Comisión de Enseñanza, Alfonso Carrasco Rouco, y la secretaria de la comisión, Raquel Pérez Sanjuán, desde la Conferencia Episcopal.
En el caso de la educación, la presencia de la Iglesia católica es sumamente relevante, tanto en lo referente a la clase de Religión (más de tres millones de escolares optan por esta materia) como en lo tocante a la enseñanza concertada católica (el 80% de este tipo de centros pertenecen a diócesis o congregaciones religiosas).
Y mucho más después de que, la pasada semana, el secretario general de la CEE, Luis Argüello, hiciera saber al Gobierno "la importancia de la necesaria libertad para la evangelización y la misión de la Iglesia, así como la preocupación por las cuestiones educativas y antropológicas".
Durante la reunión, de la que se ha emitido una breve nota pública, ambas partes trazaron el calendario para futuros encuentros tras el verano, y pusieron las bases para intentar encontrar puntos de acuerdo para no hacer encallar el 'pacto educativo' que, al menos, sobre el papel, desean tanto Educación comsu primera versión.o Episcopado.
"En este encuentro se ha puesto de manifiesto la cordialidad entre ambas partes. Además, se han tratado algunos temas como el apoyo a la escuela concertada y el servicio que realizan, y la oportunidad de tener un debate abierto y sereno sobre el modelo educativo", apunta, escueto, el comunicado de la CEE. O su primera versión.
En la segunda, decían lo siguiente: "En un marco de cordialidad, se ha puesto de manifiesto la relevancia del Artículo 27 de la Constitución como marco de referencia para un pacto educativo. En el encuentro se ha puesto en valor la importancia de la Enseñanza de la Religión y de la formación moral para una educación integral; así como el papel de la escuela concertada y su servicio a la sociedad".
Concertada y clase de Religión
Dos cuestiones preocupan, y mucho, en el debate de la nueva ley educativa, que los obispos ya criticaron con una dura nota el pasado mes de junio que se hubiera presentado "en pleno Estado de alarma". Para los obispos, es urgente que la LOMLOE "siga recogiendo la 'demanda social' en todas las etapas del proceso educativo, desde la libertad de elección de centro escolar, que incluye la gratuidad de la enseñanza sin discriminaciones, al trato en igualdad de condiciones de los diversos centros y a la libertad para su creación".
Echando mano de la Constitución y los Acuerdos Iglesia-Estado, los obispos insistían en que se debía respetar la metodología de la clase de Religión, el estatuto de sus profesores y que siguiera siendo "comparable a otras asignaturas fundamentales y, por tanto, evaluable de igual manera".
Al tiempo, los obispos han profundizado en la defensa de la escuela concertada, que entienden puede verse discriminada respecto a la pública con la nueva normativa. El ejemplo de la propuesta social para la post-pandemia (que no fue aprobada por el Congreso) parece buena muestra de ello. Pese a todo, la Conferencia Episcopal apostaba -y sigue haciéndolo- por el "diálogo y la cooperación leal", ofreciendo su "plena disponibilidad" para un pacto educativo que hoy en día parece lejos de alcanzarse.