El CITeS - “Universidad de la Mística” clausura su III Encuentro Internacional Jerzy Nawojowski OCD: "Si se hubiera encontrado con los budistas, santa Teresa podría haber aprendido muchísimo"

Este domingo, 28 de julio, se clausura en Ávila el III Encuentro Internacional: mística teresiana y diálogo interreligioso que, con el título, 'Budismo tibetano y espiritualidad carmelitana", fue inaugurado en Ávila el pasado jueves 25, organizado por el CITeS – “Universidad de la Mística”.

Se trata de un evento que se va consolidando porque, en palabras de Jerzy Nawojowski OCD, director del CITeS - “Universidad de la Mística”, y en respuesta a la necesidad existente en las sociedades occidentales, cada vez más multiculturales, "queremos facilitar un intercambio genuino y respetuoso entre las dos tradiciones, destacando tanto las similitudes como las diferencias, con el fin de enriquecer la comprensión espiritual y religiosa de todos los participantes".

¿Cuál ha sido objetivo de este tercer encuentro?

Objetivo principal de este encuentro ha sido fomentar y profundizar en el conocimiento mutuo. Explorar y comprender las tradiciones místicas carmelitana y del budismo de la tradición tibetana, ahondando en nuestras raíces y prácticas esenciales como la meditación, la contemplación o el encuentro con lo sagrado.

También, respondiendo a la necesidad de nuestras sociedades occidentales, cada vez más multiculturales, queremos facilitar un intercambio genuino y respetuoso entre las dos tradiciones, destacando tanto las similitudes como las diferencias, con el fin de enriquecer la comprensión espiritual y religiosa de todos los participantes.

El tema de este encuentro ha sido 'Orientaciones para visualizar, contemplar y encontrar lo sagrado', con lo cual se quiere resaltar la importancia de la ética y cierta disciplina en cada una de estas tradiciones para poder disponerse a la iluminación o contemplación dentro del proceso de la oración como medio para alcanzar la unión con lo "último", ya sea a través de la unión con Dios en el cristianismo o el despertar a la compasión y sabiduría universal en el budismo.

Durante el encuentro ha habido posibilidad de participar en las prácticas y ritos religiosos de cada una de las tradiciones para conocerlas mejor y poder experimentarlo como una manifestación de lo divino. Este encuentro es una oportunidad de trabajar juntos para promover un mundo compasivo y armonioso, compartiendo conocimientos y prácticas que puedan contribuir a una convivencia pacífica y enriquecedora entre diferentes religiones y culturas.

¿Qué puede aprender un religioso o religiosa carmelita de la tradición budista?

Eso es lo que queremos saber… jajajaja. Un poco en serio, un poco en broma. Pero sí, es cierto que hay un gran desconocimiento, yo diría, una enorme ignorancia de ambas partes; al menos por parte de la carmelitana y de los que vivimos aquí en nuestro contexto de Europa occidental. Estoy seguro de ello.

Tenemos una idea muy vaga, por no decir nula, del budismo. Sin embargo, es una cultura y religión milenarias que tiene millones de seguidores y que ha sido y sigue siendo fundamental para el desarrollo humano y el funcionamiento de muchos pueblos. Sin duda ninguna, tal como nos aseguraba el Concilio Vaticano II, en ella también hay semillas de la verdad y esta verdad queremos conocer.

Desde puro pragmatismo, creo que podríamos aprender de los budistas la integración de la dimensión corporal en la oración. “Nosotros no somos ángeles, sino tenemos cuerpo”. Con esta frase, sin duda santa Teresa intuía la importancia de esta dimensión humana, pero si se hubiera encontrado con los budistas, creo que nuestra Santa le encantaría aprender y podría aprender muchísimo.

¿Y qué les puede ofrecer la mística teresiana a la espiritualidad budista?

Creo que el inquebrantable compromiso con la realidad de la vida cotidiana, el interés por la situación actual y compleja del mundo, de la sociedad, pero como fruto amoroso de la oración. Diría yo, siguiendo a santa Teresa, el resultado imprescindible y amoroso de esta relación intima con Dios personal que se encaró en Jesucristo y del cual tenemos una cosa cierta: nos amó primero y además, de locura.

Mira, si tienes a un vecino, convives años a su lado, y no le has dicho ni buenos días ni te has preguntado cómo se llama, esto ¿qué quiere decir? Que te importa un pimiento. Si es tu opción de vida, ok, lo entiendo, pero no te llames cristiano, por favor

Ustedes, desde el CITeS, dejan claro una vez más que lo que anima esta nueva edición de este encuentro interreligioso es “promover un diálogo genuino y fructífero” y “sin negar ni intentar reducir las diferencias entre las dos religiones”. ¿Creen que algún nos será necesaria esta apostilla para conjurar a los mal pensados?

Perdón, soy extranjero y quizá no capto del todo el sentido de esta pregunta, pero me parece que te refieres a las posibles críticas y incomprensiones de parte de algunos… vamos, de nuestra casa, desde la Iglesia Católica. Mira, si tienes a un vecino, convives años a su lado, y no le has dicho ni buenos días ni te has preguntado cómo se llama, esto ¿qué quiere decir? Que te importa un pimiento. Si es tu opción de vida, ok, lo entiendo, pero no te llames cristiano, por favor.

¿Han notado en su centro un mayor interés en estos tiempos por ahondar en la espiritualidad? ¿Hay sed de misticismo?

¡Sin duda! Hay sed de la espiritualidad, hay sed de vivencia real y transformadora de la religión. Hay sed del profundo encuentro con la dimensión transcendental del ser humano. Pero a la vez, hay mucha confusión: la enorme cantidad de información y el superficial modo de aprendizaje no ayuda a desarrollar la dimensión espiritual. Hay mucha confusión e incomprensión, hay mucha ignorancia, incluidos nosotros, obviamente. Pero esto no nos puede paralizar, todo lo contrario, hay que seguir buscando y seguir saliendo al encuentro del otro. La gran tradición mística budista y su espiritualidad aportaron y sigue aportando muchísimo a una gran parte de la humanidad. ¿No podríamos aprender algo de ellos?

¿De dónde proceden los alumnos del CITeS?

 Cada año, en nuestro centro tenemos alumnos procedentes de entre 15 y 20 nacionalidades. Ciertamente, la mayoría son de habla hispana, pero también recibimos cada vez más alumnos de Asia y África.

Sin duda, las actividades como esta, el encuentro interreligioso con los budistas tibetanos, nos traen participantes de nuevos destinos. Dentro de un grupo de más de 20 personas, entre ponentes y participantes, venidos de China y vinculados con el Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong, han venido dos monjas budistas de Bután, un país del sur de Asia. Están encantadas con nuestra casa y con la ciudad de Ávila.