No hay lugar para ti en la posada si no estás dispuesto a ser pan, agua, vino y postre; no hay hueco si te conformas con que tú no pases hambre, y el sonido de tus dientes silencia el grito de quienes no tienen.

No queda sitio en el portal si quieres llenarlo de joyas, regalos, juguetes. No olvides que el Niño nace entre pajas, desnudo, sin más calor que el de dos bestias; no vengas si no te ofreces a ti mismo. Si no traes una manta, si no das calor, si no abrazas.

No busques la estrella si no sabes ver al hermano que tienes al lado; no vayas hacia la luz si en tu entorno retumba la oscuridad. No enciendas tus bombillas si no eres capaz de iluminar a quienes no recuerdan la última vez que pudieron brillar. Su fulgor está escondido: solo hay que dar la oportunidad de que irradie. Están a la orilla, en los márgenes, donde parece que no hay luz. Y sin embargo…

Para que en #Navidad la Estrella guíe el sueño de quienes más necesitan SOÑAR #compArte#Ama#evangelio#GodIsGood#mercachifles#nuevaevangelizaccion#Cambiaelmundo#NuevaIglesia#ElSoploIlustrado@ReligionDigitpic.twitter.com/8uKqpwqftY

— Agustín de la Torre (@agustindlatorre) December 24, 2022

No seas Rey de un pesebre vacío, sino esclavo de un mundo abierto. No te conformes con un mágico relato, abre los ojos y observa la maravilla de la impureza en la que tú, en la que Él, en la que yo, nacemos. Pero no nazcas si no estás dispuesto a morir por mí, por ellos, por todos; no tendrás vida eterna si no quieres darla por los demás.

Pero si te das, ven. Si te emocionas, camina. Hasta Belén, o hasta el fin del mundo. Hasta los confines de nuestra esperanza. Si quieres, puedes ser Navidad. Puedes nacer, puedes crecer, puedes hacer que nazca. Enciende una luz, en tu casa, en el palacio de Herodes, en la Cañada Real. Coloca agua y galletas para los camellos, para los niños de la guerra, para los arañados por las verjas de Melilla. Para ellos, siempre habrá hueco en el Belén de la vida.

Si quieres, pero solo si quieres, puedes ser pan, puedes ser luz, puedes ser Oro, Incienso, Mirra. Si quieres, si por fortuna lo quieres, puedes ser Buey, Mula, pastor o ángel. Si quieres, si de verdad lo quieres, puedes ser el Niño Dios. Si quieres, contigo, podemos ser felices. Podemos ser Navidad. Feliz Navidad.