La formación del canon de libros sagrados del Antiguo Testamento (188-08)
Hoy escribe Antonio Piñero
La autoridad asignada a los textos legales e históricos del pueblo israelita, que contribuían poderosamente a la conformación de su identidad propia, y cuya formación hemos delineado a grandes rasgos en las dos postales anteriores, tuvo el efecto de que, pasados unos cinco cuatro o siglos tras el retorno del exilio de Babilonia, los libros que contenían tales mitos fundacionales del pueblo de Israel y su leyes ancestrales fueran adquiriendo el estatus de “sagrados”. Pero sólo bastante más tarde, al parecer después del 135, es cuando se cierra definitivamente, o casi, este proceso con la constitución expresa de un canon o lista de libros de la Biblia (Antiguo Testamento de los cristianos) para el judaísmo que luego acepta también el cristianismo (quien por su cuenta, como es sabido, añade otros procedentes de la Biblia traducida al griego = los Setenta).
Según J. Trebolle (artículo de la revista “BANDUE” IV citado en la postal 188-06), ya en el Antiguo Oriente en general existía el concepto común de una cierta ‘canonicidad’ implícita acerca de los textos jurídicos y de historias fundacionales, sagradas, que se creían con el paso del tiempo que procedían de los cielos, que debían ser transmitidas con escrupulosa fidelidad, que debían ser guardados y custodiados en espacios sagrados y contenían promesas de bendiciones para quienes los respetaran y maldiciones para los que no lo hicieren.
En Mesopotamia y en Egipto, desde tiempos inmemoriales se habían constituido cánones (listas) de obras que eran tenidas como sagradas, y por ello fueron copiadas, traducidas a otras lenguas (por ejemplo, del sumerio al asirio y de ahí al caldeo o babilonio) y que eran estudias e imitadas por escuelas de escribas adscritas a un templo o al palacio real. Así los textos clásicos mesopotámicos quedaron ya fijados en torno al siglo XI a.C. en formas que perduraron a lo largo de un milenio. El ejemplo típico, ya mencionado, es la epopeya de Gilgamés: se fija un texto convertido en tradicional y sacro (intervienen los dioses) desde sus orígenes sumerios hasta su forma canónica neoasiria.
En los textos del Mar Muerto, cuando observamos cómo se han transmitido ciertos manuscritos, hoy llamados bíblicos, caemos en seguida en la cuenta de que se estaban dando los inicios de un proceso de “canonización” de textos sagrados --del Pentateuco y de los profetas sobre todo--, que se adelanta en siglos a la definitiva declaración del canon rabínico de Escrituras. Se han hallado numerosas copias de la Torá y de los Profetas, y de algunos “Escritos” (“Ley, Profetas, Escritos” = Biblia del Antiguo Testamento). La autoridad, o sacralidad, de un libro se percibe por datos externos de los manuscritos. Así los textos de Qumrán del Pentateuco sobresalen por su mayor tamaño, por el mejor cuidado de la caligrafía y por el número superior de copias. Además fueron los que se metieron en jarras de cerámica para que se conservaran mejor.
Que en el siglo I, en la época de Jesús, el Pentateuco era ya “canónico” aún sin declaración expresa, se nota también por otro hecho. En las obras de Filón de Alejandría hay 2260 citas bíblicas... pero ¡el 97% son del Pentateuco!
Pero, a la vez, llama mucho la atención hoy día el que el texto fuera entonces bastante fluido, no totalmente fijo. Era más “canónica” la sustancia que la letra de los textos sacros. Encontramos en muchos casos variantes notables respecto al texto del Pentateuco que se fijará con firmeza sólo después del funesto año 70 y sobre todo después del 135 d.C. Así, por ejemplo, respecto al libro del Éxodo existían en el siglo I cuatro tipos de texto diferente que correspondían a cuatro estadios de una labor editorial:
• El de la traducción de los LXX
• El texto protomasorético (la “masora” es la vocalización del texto consonántico bíblico ya fijo realizada en torno al siglo VII d.C. por copistas hebreos de la zona de Tiberíades, texto del que proceden los manuscrito medievales de la Biblia que usamos hoy como científicos = el B19 de Leningrado [siglo XI d.C.]; o el Códice de Alepo del siglo X d.C.].
• El texto presamaritano
• El Pentateuco samaritano clásico
Había además en Qumrán textos “parabíblicos” que contaban la misma historia que el Pentateuco, pero de un modo libre, y que la completaban y corregían, como las copias del libro de los Jubileos.
Así pues, los manuscritos del Mar Muerto y sus +- 250 textos bíblicos nos hacen pensar que la formación de los libros sagrados fue así en grandes rasgos:
• Etapa de formación de tradiciones orales y de leyes de grupos preisraelitas e israelitas que se forman a imitación de modelos del Antiguo Oriente y… en contraposición a los mitios egipcios. Se trata de legislación básica del grupo de hebreos, de afirmación de la existencia de una divinidad propia (y luego única)y de la Alianza con ella. Esta fase dura desde los siglos XII a.C. al siglo VIII a.C.
• Fijación por escrito de diversos bloques (primero los legislativos y luego los históricos), en torno al siglo VIII a.C.
• Reunión y edición de diversos bloques o colecciones de tradiciones legislativas e historia fundacional en la época del exilio en Babilonia (como el redactor recoge una copia previa y básica del Deuteronomio, “Libro de la Ley”, anterior, a este personaje o personajes se llama “deuteronomista”)
• Esta recopilación/edición sigue a la vuelta a Israel después del exilio y debió de concluir hacia el siglo V a.C.
• Lento proceso de siglos de “canonización”/sacralización del Pentateuco. A este bloque se añaden textos de Profetas que claman en pro de la fidelidad a la Alianza con Yahvé, cuyo núcleo está en el Pentateuco. Este carácter sagrado y semi canónico se hace visible en Qumrán, donde los manuscritos del Pentateuco, de los Profetas y de los Salmos reciben un cuidado e importancia especiales. Este proceso de canonización implícita se observa no sólo en Filón de Alejandría, sino también en el Jesús de los evangelios canónicos que utiliza ciertos textos bíblicos como plenamente sagrados. También en los cristianos primitivos -judíos normalmente- que al principio sólo tienen como Biblia propia estos textos considerados sagrados.
• Formación de una lista expresa de libros sagrados = canon de las Escrituras en un proceso también algo lento y complicado, que va desde le 70, pasando por el 135 y concluye al final del siglo II.
El próximo día transcribiré la conclusión general del artículo de Trebolle que resume muy bien lo que hemos sintetizado hasta el momento. Y con esto concluimos esta serie dedicada a la revista BANDUE IV.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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MASTER DE RELIGIONES COMPARADAS
La Universidad Pablo de Olavide de Sevilla anuncia su Programa de Postgrado 2012, donde va incluido el Master de ReligIones. Naturalmente, judaísmo, cristianismo e islam ocupan un puesto muy importante. Los interesados pueden entrar en el siguiente portal, con todo tipo de información:
http://www.upo.es/postgrado/
Saludos de nuevo.
La autoridad asignada a los textos legales e históricos del pueblo israelita, que contribuían poderosamente a la conformación de su identidad propia, y cuya formación hemos delineado a grandes rasgos en las dos postales anteriores, tuvo el efecto de que, pasados unos cinco cuatro o siglos tras el retorno del exilio de Babilonia, los libros que contenían tales mitos fundacionales del pueblo de Israel y su leyes ancestrales fueran adquiriendo el estatus de “sagrados”. Pero sólo bastante más tarde, al parecer después del 135, es cuando se cierra definitivamente, o casi, este proceso con la constitución expresa de un canon o lista de libros de la Biblia (Antiguo Testamento de los cristianos) para el judaísmo que luego acepta también el cristianismo (quien por su cuenta, como es sabido, añade otros procedentes de la Biblia traducida al griego = los Setenta).
Según J. Trebolle (artículo de la revista “BANDUE” IV citado en la postal 188-06), ya en el Antiguo Oriente en general existía el concepto común de una cierta ‘canonicidad’ implícita acerca de los textos jurídicos y de historias fundacionales, sagradas, que se creían con el paso del tiempo que procedían de los cielos, que debían ser transmitidas con escrupulosa fidelidad, que debían ser guardados y custodiados en espacios sagrados y contenían promesas de bendiciones para quienes los respetaran y maldiciones para los que no lo hicieren.
En Mesopotamia y en Egipto, desde tiempos inmemoriales se habían constituido cánones (listas) de obras que eran tenidas como sagradas, y por ello fueron copiadas, traducidas a otras lenguas (por ejemplo, del sumerio al asirio y de ahí al caldeo o babilonio) y que eran estudias e imitadas por escuelas de escribas adscritas a un templo o al palacio real. Así los textos clásicos mesopotámicos quedaron ya fijados en torno al siglo XI a.C. en formas que perduraron a lo largo de un milenio. El ejemplo típico, ya mencionado, es la epopeya de Gilgamés: se fija un texto convertido en tradicional y sacro (intervienen los dioses) desde sus orígenes sumerios hasta su forma canónica neoasiria.
En los textos del Mar Muerto, cuando observamos cómo se han transmitido ciertos manuscritos, hoy llamados bíblicos, caemos en seguida en la cuenta de que se estaban dando los inicios de un proceso de “canonización” de textos sagrados --del Pentateuco y de los profetas sobre todo--, que se adelanta en siglos a la definitiva declaración del canon rabínico de Escrituras. Se han hallado numerosas copias de la Torá y de los Profetas, y de algunos “Escritos” (“Ley, Profetas, Escritos” = Biblia del Antiguo Testamento). La autoridad, o sacralidad, de un libro se percibe por datos externos de los manuscritos. Así los textos de Qumrán del Pentateuco sobresalen por su mayor tamaño, por el mejor cuidado de la caligrafía y por el número superior de copias. Además fueron los que se metieron en jarras de cerámica para que se conservaran mejor.
Que en el siglo I, en la época de Jesús, el Pentateuco era ya “canónico” aún sin declaración expresa, se nota también por otro hecho. En las obras de Filón de Alejandría hay 2260 citas bíblicas... pero ¡el 97% son del Pentateuco!
Pero, a la vez, llama mucho la atención hoy día el que el texto fuera entonces bastante fluido, no totalmente fijo. Era más “canónica” la sustancia que la letra de los textos sacros. Encontramos en muchos casos variantes notables respecto al texto del Pentateuco que se fijará con firmeza sólo después del funesto año 70 y sobre todo después del 135 d.C. Así, por ejemplo, respecto al libro del Éxodo existían en el siglo I cuatro tipos de texto diferente que correspondían a cuatro estadios de una labor editorial:
• El de la traducción de los LXX
• El texto protomasorético (la “masora” es la vocalización del texto consonántico bíblico ya fijo realizada en torno al siglo VII d.C. por copistas hebreos de la zona de Tiberíades, texto del que proceden los manuscrito medievales de la Biblia que usamos hoy como científicos = el B19 de Leningrado [siglo XI d.C.]; o el Códice de Alepo del siglo X d.C.].
• El texto presamaritano
• El Pentateuco samaritano clásico
Había además en Qumrán textos “parabíblicos” que contaban la misma historia que el Pentateuco, pero de un modo libre, y que la completaban y corregían, como las copias del libro de los Jubileos.
Así pues, los manuscritos del Mar Muerto y sus +- 250 textos bíblicos nos hacen pensar que la formación de los libros sagrados fue así en grandes rasgos:
• Etapa de formación de tradiciones orales y de leyes de grupos preisraelitas e israelitas que se forman a imitación de modelos del Antiguo Oriente y… en contraposición a los mitios egipcios. Se trata de legislación básica del grupo de hebreos, de afirmación de la existencia de una divinidad propia (y luego única)y de la Alianza con ella. Esta fase dura desde los siglos XII a.C. al siglo VIII a.C.
• Fijación por escrito de diversos bloques (primero los legislativos y luego los históricos), en torno al siglo VIII a.C.
• Reunión y edición de diversos bloques o colecciones de tradiciones legislativas e historia fundacional en la época del exilio en Babilonia (como el redactor recoge una copia previa y básica del Deuteronomio, “Libro de la Ley”, anterior, a este personaje o personajes se llama “deuteronomista”)
• Esta recopilación/edición sigue a la vuelta a Israel después del exilio y debió de concluir hacia el siglo V a.C.
• Lento proceso de siglos de “canonización”/sacralización del Pentateuco. A este bloque se añaden textos de Profetas que claman en pro de la fidelidad a la Alianza con Yahvé, cuyo núcleo está en el Pentateuco. Este carácter sagrado y semi canónico se hace visible en Qumrán, donde los manuscritos del Pentateuco, de los Profetas y de los Salmos reciben un cuidado e importancia especiales. Este proceso de canonización implícita se observa no sólo en Filón de Alejandría, sino también en el Jesús de los evangelios canónicos que utiliza ciertos textos bíblicos como plenamente sagrados. También en los cristianos primitivos -judíos normalmente- que al principio sólo tienen como Biblia propia estos textos considerados sagrados.
• Formación de una lista expresa de libros sagrados = canon de las Escrituras en un proceso también algo lento y complicado, que va desde le 70, pasando por el 135 y concluye al final del siglo II.
El próximo día transcribiré la conclusión general del artículo de Trebolle que resume muy bien lo que hemos sintetizado hasta el momento. Y con esto concluimos esta serie dedicada a la revista BANDUE IV.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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MASTER DE RELIGIONES COMPARADAS
La Universidad Pablo de Olavide de Sevilla anuncia su Programa de Postgrado 2012, donde va incluido el Master de ReligIones. Naturalmente, judaísmo, cristianismo e islam ocupan un puesto muy importante. Los interesados pueden entrar en el siguiente portal, con todo tipo de información:
http://www.upo.es/postgrado/
Saludos de nuevo.