DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA, olvidada y menospreciada
Si quieres la paz, lucha por la justicia. (Pablo VI)
Esta cita de Pablo VI condensa la lección histórica peor aplicada por el ser humano. Su incapacidad de prevenir el conflicto por su indiferencia ante la injusticia. Condenado por ello a pastar con las ideologías.
La búsqueda de la Paz a través de la Justicia es una exigencia de nuestra Fe. Dios no es indiferente a la realidad de los seres humanos, se compromete con ella a través nuestro. Somos encarnación social de Cristo a través de su Espíritu Santo.
La Doctrina social de la Iglesia es el tesoro más olvidado y menospreciado en nuestra Iglesia. Salvando las honrosas excepciones de Juan Manuel de Prada, que me la descubrió, y de selectos especialistas en esta materia que tienen por desgracia un limitado eco mediático, también en los medios de comunicación de la Iglesia; en este país, en esta Iglesia, ignoramos supinamente que existe una ciencia, un método de análisis, y una forma de enjuiciamiento de la realidad que son cristianos: la Doctrina social de la Iglesia.
Los cristianos poseemos un extraordinario medio para posicionarnos con actos y juicios ante la realidad y por ello ante cualquiera con criterios convincentes.
No nos sometemos a la simpleza de concebir el mundo desde las ideologías. Somos analistas evangélicos de la realidad. Observadores sociales del cumplimiento de las exigencias naturales e inalienables del ser humano: el respeto debido a su naturaleza y a su dignidad.
Estoy realizando un Curso de Doctrina social de la Iglesia organizado por la Vicaria III de Madrid en la Parroquia de Nuestra Señora de Moratalaz. Y me entusiasma.
La DSI no me atraía sencillamente porque encontraba sus contenidos demasiado ambiguos y faltos de concreción para dar solución real a los problemas del Hombre. Hasta que me he ido dando cuenta que más que un contenido, proporciona una forma de contemplar la realidad desde la que el cristiano construye su pensamiento social y concreta con original actitud su compromiso, que es su servicio integral a la humanización de la realidad.
La DSI proporciona sólidos argumentos con los que posicionarse convincentemente ante quienes no experimentan a Dios, y frente a quienes buscan la imposición de sus intereses y posiciones pisoteando a los demás y causando injusticias, originando con ello la división y el conflicto entre los hombres.
La DSI nos proporciona una bella, coherente e inacabada armadura para luchar por el Reino de Dios en esta tierra. La Doctrina Social de la Iglesia es una catequesis socio-política, un método de análisis cristiano de la realidad, y una valiosa guía para fundamentar nuestras posiciones públicas conformes con el Evangelio.
Estoy aprendiendo muchas cosas. Estoy descubriendo muchas posibilidades y también muchas carencias en los mensajes sociales que lanzamos al mundo los cristianos.
Es fácil que los cristianos caigamos en la tentación de recurrir a las ideologías para analizar y responder a la realidad. Es un tremendo error. Por ello ha habido cristianos que se han tirado al monte por un lado y por el otro, que confundieron el compromiso radical con el extremismo irracional. La causa social de la Iglesia es la de los pobres, la de los que nada pintan, la de los desconsolados y desgraciados. A ellos somos enviados para su protección y defensa, pero también a ellos somos enviados para nuestra conversión.
Es fácil llegar a ser arrollados por un ausente ambiente de discernimiento que nos hace presas de nuestras emociones, y por tanto también de nuestros prejuicios.
La DSI nos ayuda a pensar y actuar en cristiano con relación a nuestro mundo. No nos hace ni marxistas ni conservadores, nos hace algo extraordinariamente revolucionario para nuestro tiempo, nos hace servidores comprometidos con la causa del Hombre, profetas del Humanismo integral, que es por humano, también cristiano.
Jesucristo es sacrificado por los hombres por la causa noble del Hombre. Que éste viva en Paz porque viva en Justicia reconciliado con su naturaleza, su realidad y su trascendencia.
Con la DSI estoy entendiendo que mi lugar en el mundo al que pertenezco, éste y no el de más allá, es un servicio a su humanización en el nombre de Jesucristo.
La jerarquía católica no explota ni extiende su conocimiento. Será juzgada por ello. Es imperdonable la falta de protagonismo de la DSI en sus medios de comunicación. Será responsable de cerrar una puerta y una opción constructiva a los hombres de hoy por su falta de audacia, complejos y cobardía, pues los abandona al pasto de las ideologías.
Reivindico a través de la DSI la condición militante de los cristianos para el Reinado social de Jesucristo.
Para lo cual, nosotros, tanto como esos valientes cristianos de los siglos XIX y XX comprometidos con los problemas sociales de su época en situaciones no muy distintas, arriesgaron su posición, prestigio, y demás haberes, que estimaron en poco ante la bella causa de la protección y compromiso con los bienaventurados de Cristo. La verdadera causa impulsora de la Historia y motor del desarrollo de los seres humanos.
La Doctrina social de la Iglesia es el idioma político y eclesial de los rebeldes a una clandestinidad secular impuesta por otros, y aceptada por no pocos de nosotros.
La Doctrina social de la Iglesia es la rica doctrina de la pobre presencia de los católicos en la vida pública.