"Todos creemos en Dios", dice un conductor musulmán Marselleses de otras confesiones no cristianas esperan al Pontífice con curiosidad y alegría
La emoción por la presencia del Santo Padre en la ciudad al sur de Francia es compartida por miembros de otras religiones, como el islam, visto que alberga algunas de las mayores comunidades musulmanas del país
En los "Encuentros del Mediterráneo", que Francisco clausura este sábado, han participado representantes de múltiples creencias que están preocupados por los desafíos del Mare Nostrum
En 1990, surgió Marseille Espérance, un organismo especial que nuclea a líderes de las confesiones católica, armenia, protestante, ortodoxa, musulmana, judía y budista, junto con sus delegados, en torno al Alcalde de la ciudad
Con motivo de su 26º centenario, Marsella invitó a todos los habitantes a sumarse a un mensaje de tolerancia, acogida y compartir
En 1990, surgió Marseille Espérance, un organismo especial que nuclea a líderes de las confesiones católica, armenia, protestante, ortodoxa, musulmana, judía y budista, junto con sus delegados, en torno al Alcalde de la ciudad
Con motivo de su 26º centenario, Marsella invitó a todos los habitantes a sumarse a un mensaje de tolerancia, acogida y compartir
| Sebastián Sansón Ferrari - Enviado a Marsella (Francia)
(Vatican News).- La visita del Papa Francisco a Marsella no interesa únicamente a la comunidad católica local. En este mosaico de religiones, etnias y culturas, también ciudadanos de otras confesiones no cristianas esperan al Pontífice con curiosidad y alegría, pues se trata de la primera vez que un Obispo de Roma viaja a la ciudad después de cinco siglos.
Estos sentimientos son fácilmente palpables al dialogar, por ejemplo, con un conductor musulmán sunita al tomar un taxi en el centro de la urbe. Al conversar respecto a la importancia de este viaje apostólico, comenta que "todos creemos en Dios" y se demuestra entusiasmado de escuchar a cualquier persona que tenga fe en Él y trabaje por la paz en el Mediterráneo.
En efecto, en los "Encuentros del Mediterráneo", evento que Francisco clausura este sábado 23 de septiembre con una intervención en el Palacio del Faro, han participado representantes de múltiples creencias que están preocupados por los desafíos del Mare Nostrum y quieren responder desde sus propias realidades y sensibilidades religiosas.
Al caminar por las calles de Marsella se puede apreciar el influjo de la población musulmana, que ha construido mezquitas, bazares y han introducido nuevas técnicas agrícolas. Alberga una de las mayores comunidades judía y musulmana de Francia.
En 1990, surgióMarseille Espérance, un organismo especial que nuclea a líderes de las confesiones católica, armenia, protestante, ortodoxa, musulmana, judía y budista, junto con sus delegados, en torno al Alcalde de la ciudad. El objetivo es proponer acciones conjuntas para acercar a personas de culturas y religiones diferentes y crear vínculos. Marsella Espérance no tiene nada que ver con la religión o la política.
Se basa en el respeto mutuo, el diálogo y la amistad. Todas las decisiones se toman por unanimidad y se han puesto en marcha varios proyectos, como ciclos de conferencias y cine, actos simbólicos, intervenciones diversas y participación en el Festival Internacional de Documentales. Asimismo, en casos de emergencia, en torno al Alcalde, garante de la laicidad y representante de todos los marselleses, los miembros se encuentran para lanzar un llamamiento a la cohesión y la responsabilidad de todos.
Con motivo de su 26º centenario, Marsella invitó a todos los habitantes a sumarse a un mensaje de tolerancia, acogida y compartir que representa este proyecto y simboliza Marseille Espérance. Más de 350.000 locales adhirieron a la propuesta y sus nombres inscriptos en piedra forman la base del Árbol de la Esperanza.
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