El recurso presentado por Vox es rechazado con nueve votos en contra frente a dos a favor El Constitucional avala por amplia mayoría la ley de la eutanasia, aprobada hace dos años
El Pleno ha declarado constitucional la llamada LORE al considerar "que la Constitución ampara un derecho de autodeterminación que permite a la persona decidir de manera libre, informada y consciente el modo y momento de morir en situaciones medicamente contrastadas de enfermedades terminales o gravemente incapacitantes"
La eutanasia en España, según la ley ahora refrendada por el alto tribunal, pueden solicitarla las personas que sufran "una enfermedad grave e incurable" o un "padecimiento grave, crónico e imposibilitante" que afecte a la autonomía y que genere un "sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable"
En 2020, la Conferencia Episcopal calificaba de "hecho especialmente grave" la tramitación de la misma, "pues instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infligida; y también de la profesión médica"
En 2020, la Conferencia Episcopal calificaba de "hecho especialmente grave" la tramitación de la misma, "pues instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infligida; y también de la profesión médica"
| RD/Agencias
El Pleno del Tribunal Constitucional ha avalado íntegramente la ley de la eutanasia, uno de los principales proyectos legislativos del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, aprobada hace ahora dos años.
Según la nota de prensa del propio tribunal, el Pleno ha declarado constitucional la llamada LORE al considerar "que la Constitución ampara un derecho de autodeterminación que permite a la persona decidir de manera libre, informada y consciente el modo y momento de morir en situaciones medicamente contrastadas de enfermedades terminales o gravemente incapacitantes".
Nueve votos contra dos
Esta resolución judicial "desestima en su totalidad el recurso de inconstitucionalidad presentado por el grupo parlamentario Vox en el Congreso", recurso que fue rechazado por nueve votos a favor y dos en contra, los de los "magistrados conservadores Enrique Arnaldo y Concepción Espejel", según informa la agencia EFE.
La eutanasia en España, según la ley ahora refrendada por el alto tribunal, pueden solicitarla las personas que sufran "una enfermedad grave e incurable" o un "padecimiento grave, crónico e imposibilitante" que afecte a la autonomía y que genere un "sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable".
Las personas que decidan solicitarla tienen que ser mayores de edad y tener plena capacidad de obrar, y la petición debe ser autónoma, consciente de informada. Durante el primer año de la ley, 180 personas recurrieron a la eutanasia.
Dos veces y por escrito
La persona que demanda la prestación de ayuda para morir tiene que hacerlo dos veces. Ha de ser por escrito o por otro medio que permita dejar constancia y no sea el resultado de ninguna presión externa. En el caso de personas incapacitadas, la solicitud deberá prestarse por otra persona mayor de edad.
La ley contempla, en primer lugar, la administración directa al paciente de una sustancia por parte del profesional sanitario. En segundo lugar, se prevé el suministro al paciente por parte del profesional sanitario de una sustancia, de manera que esta se la pueda auto administrar, para causar su propia muerte. El paciente, si se encuentra consciente, podrá elegir entre ambas modalidades. Se contempla el derecho individual de los profesionales sanitarios a no atender aquellas demandas que resultan incompatibles con sus propias convicciones, indicándolo con antelación previa. Pero, al mismo tiempo, la ley recalca que el contenido de esta no puede verse menoscabado por este derecho.
"Una ruptura moral"
La ley de la eutanasia ha contado, desde el primer momento, con el rechazo frontal de la Conferencia Episcopal Española (CEE), quien, en una nota aprobada el 11 de diciembre de 2020 con el título de 'La vida es un don', aprobado 11 de diciembre de 2020 calificaba de "hecho especialmente grave" la tramitación de la misma, "pues instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infligida; y también de la profesión médica". Es una propuesta que hace juego con la visión antropológica y cultural de los sistemas de poder dominantes en el mundo.
"La experiencia de los pocos países donde se ha legalizado -señala la nota episcopal- nos dice que la eutanasia incita a la muertea los más débiles. Al otorgar este supuesto derecho, la persona, que se experimenta como una carga para la familia y un peso social, se siente condicionada a pedir la muerte cuando una ley la presiona en esa dirección. La falta de cuidados paliativos es también una expresión de desigualdad social. Muchas personas mueren sin poder recibir estos cuidados y sólo cuentan con ellos quienes pueden pagarlos".
En esta misma linea, el pasado 15 de febrero, la Iglesia española, junto con representantes de otras confesiones cristianas y de la comunidad musulmana, firmaron en la sede de la CEE la llamada 'Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana".
De igual modo, en su mensaje con motivo de la Jornada por la Vida, que se celebra este 25 de marzo con el lema 'Contigo por la vida, siempre', los obispos, en su mensaje, reiteran que "al final de la vida, cuando la vida humana 'en muchas ocasiones vuelve a ser frágil' y 'la gran tentación consiste en buscar falsas vías, que pretenden eliminar el sufrimiento, cuando lo que están haciendo es acabar con la vida de la persona', manifiestan de nuevo su "rechazo a la ley que regula la eutanasia y pedimos la aprobación de una ley integral de cuidados paliativos, dotada de los recursos necesarios, para acompañar de manera verdaderamente humana a las personas en la fase final de su vida”.
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