9 de diciembre, Día internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia Europa Laica denuncia el "fascismo ultracatólico" que ha facilitado el ascenso de la ultraderecha en España
Reclaman la derogación de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 y los convenios suscritos con otras religiones en 1992, "una escuela pública y laica" y “suprimir los privilegios económicos y fiscales que disfruta la iglesia católica, así como promulgar una Ley de Libertad de Conciencia que dé cobertura a estas y otras medidas necesarias”
“Europa Laica declara que, gobierne quien gobierne el resultado del pasado 10-N, la laicidad y la libertad de conciencia deben formar parte de las medidas a tomar para una plena convivencia democrática, superando los atrasos y la pasividad e incumplimientos existentes”
El 9 de diciembre de 1905, Francia aprobaba su ley de laicidad, con una separación expresa entre Iglesia y Estado, hasta en la propiedad de los templos. Ese mismo año, pero en 1931, la Constitución de la II República validaba el laicismo en España. Al día siguiente, 10 de diciembre, pero de 1948, la oNU proclamaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que consagra el derecho a la libertad de conciencia.
Por estas y otras razones, se designó el 9 de diciembre como Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia. Con motivo de esta jornada, Europa Laica denuncia el “fascismo ultracatólico” que se ha asentado en España con “el ascenso del partido VOX de extrema derecha”, que “ha venido asociado a la movilización de los movimientos populares católicos” con “planteamientros programáticos que confrontan con la igualdad y otros valores democráticos”.
Para Europa Laica, se está dando una “vulneración de la laicidad”, que visibilizan con distintos ejemplos, como “la invasión de simbología religiosa en la institución local”, con ejemplos -afirma la asociación- como el Voto de la Villa a la Virgen de la Almudena. Una vulneración, sostienen, “que está también a la orden del día por parte de multitud de alcaldes y corporaciones por toda la geografía en cantidad de actos y declaraciones que contradicen incluso la aconfesionalidad constitucional”.
Por esto, “Europa Laica declara que, gobierne quien gobierne el resultado del pasado 10-N, la laicidad y la libertad de conciencia deben formar parte de las medidas a tomar para una plena convivencia democrática, superando los atrasos y la pasividad e incumplimientos existentes”.
Que PSOE y Podemos cumplan sus programas
Para ello, reclama “la denuncia y derogación de los Acuerdos de 1979 con la Santa Sede, y los de 1992 con otras confesiones, como exigencia inexcusable que haremos cumplir al estar incluida en los programas electorales del PSOE y de Unidas Podemos”.
Del mismo modo, “reclamamos la prioridad de una escuela pública y laica, libre de adoctrinamientos religiosos o de cualquier tipo, como forma de superar la desigualdad que genera un sistema educativo de conciertos con la escuela católica financiado por el erario público”.
En otro orden de cosas, Europa Laica insta a “suprimir los privilegios económicos y fiscales que disfruta la iglesia católica, así como promulgar una Ley de Libertad de Conciencia que dé cobertura a estas y otras medidas necesarias”.
La laicidad en el mundo
Junto a la denuncia de la situación en España, Europa Laica también constata la vulneración de derechos, avalada por distintas religiones, contra la mujeres en Arabia Saudí, Nigeria o Yemen, mientras que en países como Egipto, Turquía o Israel “se han sufrido retrocesos en sus legislaciones laicas tendiendo hacia cada vez más confesionalismo”.
El ascenso de los “fundamentalistas evangélicos” en el Brasil de Bolsonaro, o el papel de la religión en “un golpe de Estado” en Bolivia también son objeto de la denuncia de Europa Laica, que también lamenta el caso de Julian Assange o el ascenso de “fuerzas políticas ultraconservadoras que se proclaman abiertamente confesionales” en Polonia o Hungría, “que están arropadas por potentes lobbies ultraconservadores de tipo confesional y otros que andan por las instituciones europeas tratando de imponer y condicionar la libertad de conciencia de las personas y la creciente secularización de la sociedad”.