Con pólizas que cubren el patrimonio artístico e inmobiliario UMAS propone soluciones aseguradoras para las hermandades y cofradías

En el tiempo de Cuaresma en el que los católicos nos preparamos para la Pascua, son múltiples las hermandades y cofradias que ultiman los preparativos para la celebración de la Semana Santa en las calles con el paso de las procesiones. Estos grupos de fieles, además de promover el culto público y la formación cristiana de sus miembros, así como fomentar las obras de evangelización y caridad, son los encargados de cuidar y mantener el patrimonio artístico e inmobiliario (imágenes, casas de hermandad, ajuar, enseres, etc.) que se les ha confiado.

Este patrimonio, lamentablemente, no está exento de riesgos (robos, pérdidas, incendios, daños, etc.) pero, por regla general, no suele estar incluido en las pólizas de seguros que tienen contratadas las parroquias. Es necesario, por tanto, que las hermandades y cofradías contraten, explícitamente, unas pólizas que cubran estos bienes que están bajo su custodia.

Mención especial requiere el tema de los accidentes. Lamentablemente se dan casos de personas que han sufrido un percance, por ejemplo, al preparar el paso de una procesión o en el recorrido procesional. Ocurrió hace unos meses en Málaga, donde un portador resultó herido por una de las patas de un trono. El montante económico de este accidente se elevó a más de 3000 euros. Como señala Ramón Gómez, responsable del Área de Hermandades y Cofradías de Seguros UMAS, “si la hermandad no tiene seguro de accidentes, podría tener que asumir ese importe si el accidentado decide poner una demanda o bien cuando la propia Seguridad Social reclama dichos costes”.

Tampoco deben descuidar las cofradías actuaciones extraordinarias como pueden ser los traslados de las imágenes o enseres para ser mostrados en exposiciones o participar en procesiones de otras localidades. Es más, como explica Ramón Gómez, “debemos pensar que nunca es un gasto superfluo el asegurar a su vez la responsabilidad civil de los miembros de la junta de gobierno de la cofradía. Con ello tenemos la tranquilidad de que los actos por acción u omisión quedan también cubiertos ante terceros y ante la propia hermandad”.

Para estos casos, UMAS ofrece la Póliza de Directivos, conocida como D&O, que cubre la responsabilidad civil de miembros de juntas de gobierno y cabildos, protegiendo su patrimonio personal en caso de reclamación dirigida contra ellos, vulneración de derechos, fianzas y gastos de restitución de imagen en comunicación.

Por otro lado, son muchas las actividades que organizan las hermandades y cofradías a lo largo del año: procesiones, actos de culto, sesiones de formación, convivencias, congresos e incluso verbenas y otros encuentros lúdicos. Es muy importante, por tanto, que tengan cubierto cualquier daño que pueda derivar de estas actividades, a través de una póliza de Responsabilidad Civil. Un seguro que también cubre la responsabilidad civil de los empleados que pueda tener contratados la hermandad, así como los daños a terceros provocados, por ejemplo, por un desprendimiento de una fachada de un inmueble propiedad de la misma o por cualquier incidente que la propia hermandad cause en alguna de sus actividades programadas.

Del mismo modo, las cofradías no deben descuidar los aspectos relacionados con la seguridad en internet, especialmente con la aplicación de la Ley de Protección de Datos. Las hermandades y cofradías, lógicamente, conservan en sus archivos bases de datos de personas y entidades que, por actuación de hackers o por fallos en los sistemas informáticos, corren el peligro de ser vulneradas. Pero este riesgo, como indica Ramón Gómez, “también puede ser asegurado en UMAS y tener la tranquilidad de que no nos llegue una multa por incumplimiento de dicha ley, multa que a su vez viene contra el patrimonio personal de quien dirige o administra una cofradía, agravando el tema en que dichas multas tienen unas cuantías muy, pero que muy elevadas”.

Para el responsable de Hermandades y Cofradías de UMAS esa es la clave, “la tranquilidad que proporciona tener un buen programa de aseguramiento”. Así, los miembros de estas asociaciones solo tienen que ocuparse de ser, como dijo el papa Francisco en el año 2013, “auténticos evangelizadores” llevando a cabo iniciativas “que sean puentes para llevar a Cristo”.