La diócesis, primera en España que abre sus archivos para investigar casos de pederastia Dos sacerdotes de Solsona abusaron de al menos ocho menores entre los años 50 y 70
Xavier Novell ha condenado los hechos, pedido perdón a todas las víctimas, a las que ha ofrecido su ayuda, al tiempo que se compromete a trabajar para que no vuelvan a producirse este tipo de abusos en su diócesis, que celebrará una jornada de oración, ayuno y penitencia el 28 de diciembre
Los dos clérigos han muerto, y tres de las víctimas también. Los supervivientes han pedido que no se hagan públicos sus nombres, ni los de sus abusadores
"Las víctimas han recibido con agradecimiento la petición de perdón que se les ha hecho en nombre de la Iglesia; el compromiso de que harán se preservará su intimidad e identidad; la promesa de que la diócesis hará lo posible por que los abusadores no reciban ningún tipo de reconocimiento"
"Las víctimas han recibido con agradecimiento la petición de perdón que se les ha hecho en nombre de la Iglesia; el compromiso de que harán se preservará su intimidad e identidad; la promesa de que la diócesis hará lo posible por que los abusadores no reciban ningún tipo de reconocimiento"
Dos sacerdotes, ya fallecidos, abusaron sexualmente de ocho menores entre los años 50 y 70, según la conclusión de un informe de la delegación de Protección de Menores de la diócesis de Solsona, una iniciativa pionera en la Iglesia española en la que, por primera vez, se abrieron los archivos desde los años 30 para investigar posibles causas de pederastia.
Según el citado informe, los dos abusadores y tres víctimas ya han fallecido, y el resto de supervivientes han decidido no revelar su identidad. Tras conocer el informe, el obispo de Solsona, Xavier Novell, ha condenado los hechos, pedido perdón a todas las víctimas, a las que ha ofrecido su ayuda, al tiempo que se compromete a trabajar para que no vuelvan a producirse este tipo de abusos en su diócesis.
Comisión independiente y archivos abiertos
El trabajo de la comisión de Solsona es pionero en España. Nunca antes una diócesis había hurgado en su pasado de esta manera. Desde el pasado mes de mayo, una comisión formada por una trabajadora social, un teólogo, una psicóloga y un abogado, abrieron una línea de comunicación con posibles víctimas, y “han investigado exhaustivamente cualquier rumor de abuso sexual”, al tiempo que se encargó al vicario general “la revisión de todos los archivos sobre posibles denuncias contra clérigos diocesanos y, si se diera el caso, los pasos realizados por el ordinario de cada momento”.
Así, se recogieron cuatro informaciones y se investigaron tres rumores. Después de un trabajo exhaustivo, se estudiaron cuatro posibles casos. Por el momento, se ha concluido que durante los años 50 y 70, dos sacerdotes de Solsona, ya difuntos, abusaron sexualmente de ocho menores, tres de cuales también han fallecido.
Dos de los supervivientes han sido recibidas por Novell, y todas han revelado los abusos sufridos, ye l nombre del abusador. También han expresado los motivos de su largo silencio, y su voluntad de no hacer pública su identidad. “Teniendo en cuenta que los abusadores están muertos, todos coincidieron en que no tenía sentido” dar sus nombres.
“Las víctimas han recibido con agradecimiento la petición de perdón que se les ha hecho en nombre de la Iglesia; el compromiso de que harán se preservará su intimidad e identidad; la promesa de que la diócesis hará lo posible por que los abusadores no reciban ningún tipo de reconocimiento y, sobre todo, porque se trabaje por una cultura y un protocolo de protección de menores y adultos vulnerables”, señala la nota de la diócesis.
Dolor y silencio asfixiantes
Junto a ello, monseñor Novell “condena rotundamente los abusos perpetrados” por los dos clérigos, pide perdón y “pide a todos los miembros de la Iglesia diocesana que sean conscientes del dolor y del silencio asfixiantes que las víctimas han debido de sufrir durante muchos años”. Al tiempo, reitera su oferta de ayuda a todas las víctimas, su disponibilidad para escuchar nuevas revelaciones o denuncias y su compromiso para trabajar para que “nunca más suceda esto en el interior de la Iglesia”.
La investigación concluye que no caben responsabilidades de lo obispos anteriores, pero se compromete a poner a disposición de cualquier investigación, jurídica o canónica, los resultados. Finalmente, llama a todos la Iglesia a una jornada de penitencia, ayuno y oración, el 28 de diciembre, para pedir perdón por “estos hechos terribles que acaban de hacerse públicos”.