El evento ha sido posible gracias al trabajo de de más de 25.000 voluntarios 800 guías y scouts de Europa participan como voluntarios en la JMJ 2023 de Lisboa
La UIGSE-FSE se ha convertido en la organización que más voluntarios ha aportado en la visita del Papa Francisco a Portugal, de los cuales 87 han sido scouts y guías españoles
A partir del día 1 de agosto comenzaron a llegar peregrinos de todo el mundo para participar en los distintos actos organizados en Lisboa, y los voluntarios de nuestra asociación fueron repartidos por distintos puntos para realizar todo tipo de tareas
Tuvieron un papel fundamental para que el evento funcionase según lo previsto
Todo ello, sin perder de vista el fin más trascendental: el servicio a Dios y a la Iglesia. Por ese motivo, la UIGSE veló para que cada dia se pudieran celebrar hasta tres misas en el campamento
Tuvieron un papel fundamental para que el evento funcionase según lo previsto
Todo ello, sin perder de vista el fin más trascendental: el servicio a Dios y a la Iglesia. Por ese motivo, la UIGSE veló para que cada dia se pudieran celebrar hasta tres misas en el campamento
| Asociación Guías y Scouts de Europa
Entre el 1 y el 6 de agosto, más de 1,5 millones de personas se congregaron en Lisboa para vivir la Jornada Mundial de la Juventud, uno de los eventos internacionales más multitudinarios que tiene como objetivo reunir a los jóvenes de todo el mundo con el Papa Francisco.
Esta edición ha sido posible gracias al trabajo de más de 25.000 voluntarios, de los cuales 800 han sido de la Unión Internacional de Guías y Scouts de Europa, que un año más ha sido la organización que más voluntarios ha aportado para poder celebrar este evento.
Entre ellos, se encontraban 87 scouts y guías y scouts procedentes de las distintas regiones de España, y que desde el día 28 de julio han podido disfrutar de estas jornadas viviendo de primera mano el espíritu scout, junto a hermanos y a hermanas del movimiento procedentes de quince países. Todos ellos han compartido días de servicio y alegría en un campamento instalado en la localidad de Oeiras, a unos metros de la playa de Santo Amaro.
De esta manera, los miembros de la rama roja (jóvenes de más de 17 años), se han encargado de prestar distintos servicios para que la JMJ pudiera salir adelante. Desde el primer día, se asignó a los respectivos clanes y fuegos que viajaron a Lisboa una serie de tareas, desde repartir comidas a los peregrinos, hasta coordinar la seguridad de las actividades principales de la JMJ, como la Vigília de adoración al Santísimo o la Misa presidida por el Santo Padre.
Pese al intenso trabajo, también hubo tiempo para disfrutar de la fraternidad scout y la vida del campamento. Sin ir más lejos, el domingo 31 de julio, se celebró el Día de la UIGSE, que comenzó con un Gran Juego, en el que mezclados con scouts y guias de distintos países, los clanes y fuegos tuvieron que superar diversas pruebas físicas y propias de la pedagogía scout. Ese mismo día, tuvo lugar una tarde de baile en la que la orquestra internacional de la UIGSE interpretó canciones populares de los distintos países.
Por la tarde, los voluntarios se unieron a la comunidad parroquial de Oeiras para celebrar la Santa Misa, un acto que contó con la participación de la Orden Mundial de Malta. El dia, que daría pie al inicio de las actividades de voluntariado dentro de la JMJ, terminó con una tradicional velada animada por los scouts de Suiza.
A partir del día 1 de agosto comenzaron a llegar peregrinos de todo el mundo para participar en los distintos actos organizados en Lisboa, y los voluntarios de nuestra asociación fueron repartidos por distintos puntos para realizar todo tipo de tareas. Todo ello, sin perder de vista el fin más trascendental: el servicio a Dios y a la Iglesia. Por ese motivo, la UIGSE veló para que cada dia se pudieran celebrar hasta tres misas en el campamento.
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Tras varios dias de servicio y preparativos, el 3 de agosto llegó el Papa Francisco a Lisboa, y con él los multitudinarios actos que han marcado esta Jornada Mundial de la Juventud. El primero de ellos, aún sin el pontífice, fue la Misa de Apertura en el Parque Eduardo VII, presidida por el Cardenal Patriarca de Lisboa, Manuel Clemente. Al día siguiente, se celebró el Via Crucis en el mismo escenario, ya con la presencia del Papa Francisco.
Durante el fin de semana, todos los asistentes se desplazaron al Campo da Graça, ubicado a las orillas del río Tajo, donde se celebraron la vigilia de adoración y la Santa Misa presidida por el Papa Francisco. Ahí, scouts y guias tuvieron un papel fundamental para que el evento funcionase según lo previsto. El sábado, se encargaron de vaciar toneladas de comidas para repartir a los peregrinos, y durante el domingo, ayudaron a distribuir la comunión a los fieles.
La experiencia en la JMJ culminó con el encuentro del Papa Francisco con todos los voluntarios, donde el pontífice recordó la necesidad de, como la Vírgen María, estar siempre atentos para servir, y hacerlo con alegria. Una máxima que va ligada, precisamente a nuestro lema: ¡Estar Siempre Alerta!
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