Clausura del Año Jubilar Paulino.
Está terminando el año Jubilar de San Pablo y pienso que no me he hecho eco de un Apóstol capital en nuestra Iglesia. Dios nos ha hablado por él más que por ningún otro. En sus Epístolas está la Iglesia como su fundador la quiso. Y posiblemente en no leerlas, saborearlas y cumplirlas esté la clave de la crisis actual de la Iglesia.
Mi mujer y yo ganamos el Jubileo Paulino en San Pablo Extramuros. Tal vez por eso pensara inconscientemente que ya había cumplido con el Apóstol. Y hoy me doy cuenta de que de San Pablo, como de María, numquam satis. Por eso, aunque tarde y mal, quiero corregir mi falta.
Porque todavía estáis a tiempo de ganar el Jubileo en alguna de las iglesias habilitadas para ello. En todas las diócesis hay varias. Y, sobre todo, para recomendaros la lectura sosegada, meditada, de las Epístolas Paulinas. En ellas está la Iglesia. En ellas está la voz de Dios.
Un amigo me hace llegar la invitación para el acto inaugural de una exposición en el claustro de la catedral de Badajoz. Se titula Pablo, ayer y hoy: Apóstol de las Gentes. No podré estar hoy a las 20.00 horas allí pero animo a mis lectores pacenses, que alguno habrá, a que acudan a la inauguración o visiten la exposición en días sucesivos.
Veo por la invitación que uno de los comisarios es el sacerdote pacense Don Abdón Moreno García, una de nuestras mayores autoridades sobre el Apóstol. Su libro Paulus Pastor. El ministerio del Espíritu (Edicep, Valencia, 2008, 328 pp.) me parece excelente. Y de recomendabilísima lectura a los sacerdotes y a los laicos de alguna preparación. Y digo de alguna. Tampoco se necesita extraordinaria. Si alguien, por esta invitación, se anima a leerlo seguro que me lo agradecerá.
Y no quiero concluir sin felicitar a la archidiócesis de Mérida-Badajoz por su página web. Es de las mejores entre las de las diócesis españolas. No pocas deberían imitarla. No sé quien es su responsable pero lo está haciendo muy bien.