Cuando todo el mundo dice lo que le da la gana y no pocos sostienen ese derecho en la Iglesia para hacer de su capa un sayo, hay algunos que pretenden coartármela a mí. Y les enfada muchísimo que yo la ejerza. Pues van dados.
Son demócratas de pacotilla y en verdad dictadorzuelos de chichinabo. Sólo se puede decir lo que a ellos les gusta y sostener lo que sostienen. Es igual que sean herejías, desobediencias o simples memeces. Conmigo han dado en hueso. Y me regocija muchísimo ver sus monumentales cabreos. Cada vez que leo sus exabruptos me sonrió y digo:
touché.
Los curas, monjas y frailes deshabitados no me gustan. Y lo digo. Y además coincido en el gusto con el de la Iglesia. Hay imbéciles que quieren justificar la desobediencia con argumentos peregrinos. Hay curas, frailes y monjas deshabitados que son buenos y algunos con sotana o clergyman que son pésimos. Eso lo sabe todo el mundo. Y no justifica nada. Los frailes, curas y monjas deben ir vestidos como manda la Iglesia y ser buenos.
Claro que es mucho peor ser pederasta que ir vestido de paisano. Pero ni deben ir de paisano ni ser pederastas.
Yo lo pienso así. Y además tengo derecho a decirlo. Y lo digo. Cuando tanto os molesta por algo será.