No quiero especializarme en el arzobispo de Barcelona pero ésta es como para tener que volver a él. Últimamente estaba incluso sorprendiéndome, al menos de palabra, gratamente. No como para pensar en una conversión pero sí con una presencia de buen obispo repetida. Hasta lo de hoy. Que es muy duro. ¿Será que la cabra siempre tira al monte y el Martínez al Nostach?
"El cardenal considera "
inadmisible el aborto en cualquier circunstancia porque "
matar una vida humana es como matar a Dios". ¡Qué bonito! ¡Qué hipócrita!
Eso, que estaría muy bien en cualquier obispo, no lo puede decir el de Barcelona. Porque reprocha al Gobierno que ampara el aborto lo que él ampara. Porque Martínez tiene un cura que paga abortos, que según el cardenal
mata a Dios. Y se queda tan fresco. Tan Nostach.
No será porque no se lo hayan dicho. Muchos. Su impresentable tolerancia con Pousa va a acompañarle toda la vida. De forma que le inutiliza para defender el derecho a la vida. Porque un obispo que tiene en una de sus parroquias a un cura que paga abortos no puede hablar contra el aborto. Pienso yo. Y piensan muchos.