"Papa Francisco, un pastor que quiere ser evangelio de Jesús en sus palabras y gestos" ¡Quiero, queda limpio!
"En este domingo sexto del tiempo ordinario, una vez más, la palabra de Jesús da luz a la esperanza, hecha súplica en el leproso: ¡si quieres, puedes curarme!"
"Tocar en forma compasiva y transmitir la vida propia del espíritu que hace superar fronteras y distancias"
"Lo que se busca es ganarlos a todos para Cristo. Ese es el deseo pastoral que nos transmite el papa Francisco en sus palabras y gestos"
"El Papa Francisco es un regalo hoy para la iglesia y el mundo, porque es alguien que nos habla con un espíritu que nos invita a renovarnos"
"Lo que se busca es ganarlos a todos para Cristo. Ese es el deseo pastoral que nos transmite el papa Francisco en sus palabras y gestos"
"El Papa Francisco es un regalo hoy para la iglesia y el mundo, porque es alguien que nos habla con un espíritu que nos invita a renovarnos"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
Jesús es la palabra definitiva en la que descansa nuestra alma.
En el camino de la reflexión teológica, que importante es encontrar en la palabra de Jesús el verdadero alimento del alma, que le hace al mismo tiempo descansar en ese consuelo de vida que comunica el espíritu de Jesús.
La iglesia está llamada a ser evangelio vivo, en una palabra que debe comunicar como discípula fiel de Jesús, una palabra que transmita a Jesús como espíritu y vida.
Así nuestra fe se encuentra en la verdad que orienta en el camino con paso firme y plenamente confiado, de que el Señor de la vida camina con nosotros.
En este domingo sexto del tiempo ordinario, una vez más, la palabra de Jesús da luz a la esperanza, hecha súplica en el leproso: ¡si quieres, puedes curarme!
No hay duda de que Él lo puede, por eso la fe tiene esa firmeza confiada en quien puede de verdad y, espera en súplica, la manifestación compasiva del Su espíritu que da vida y restaura la vida plena.
Tocar en forma compasiva y transmitir la vida propia del espíritu que hace superar fronteras y distancias, que antes se ponían a un leproso, con Jesús se superan esas barreras, obstáculos, dificultades y distancias.
Lo toca porque sabe que su espíritu puede sanar y dar vida.
Así hoy, vivimos un tiempo particular de gracia de Dios, en su elegido el Papa Francisco. Un pastor que quiere ser evangelio de Jesús en sus palabras y gestos.
Un Papa que, ante todo, nos da ejemplo de vivir una libertad en Cristo, que le permite, desde su gran sencillez austera y ejemplar, comunicarnos un amor para con todos.
Hoy, así lo dice San Pablo en la segunda lectura de la primera carta a los corintios : me hice todo a todos con el único deseo de ganarlos a todos.
Lo que se busca es ganarlos a todos para Cristo. Ese es el deseo pastoral que nos transmite el papa Francisco en sus palabras y gestos.
Un Papa que es capaz de arrodillarse ante el juzgado y encarcelado, sin preguntar el delito, sino solo en el gesto de Jesús, arrodillarse, lavar los pies y besarlos. Todo ello es una sinfonía de amor en Cristo, humanizado y encarnado que hace trascender en el amor.
Cuando juzgamos, que nunca deberíamos hacerlo, porque así lo manda Jesús: no juzguéis y no serás juzgado; entonces, al juzgar ponemos barreras hacia el otro. Esas barreras nos distancian, ese es el problema de fondo cuando juzgamos, nos distanciamos y no abonamos ni a la restauración-reconciliación y unidad. Por lo tanto, estamos muy lejos del deseo de Jesús: Padre que todos sean uno.
Hay que tocar como lo hace Jesús y nos da ejemplo el Papa Francisco, al estilo también de San Pablo: para ganarlos a todos.
La iglesia en la que debe brillar el sol del amor parece en muchos lugares y en muchos bautizados, que este sol del amor está apagado, y no bastándoles que tienen apagado ese fuego-Sol de amor, lo quieren apagar en otros. ¡No se vale! Porque Cristo ha venido a traer fuego a la tierra y cuánto quisiera que estuviera ardiendo.
Sí, nos falta una verdadera purificación. Hay muchos que tenemos lepra en el espíritu porque vamos perdiendo la vida y, al perderla , nos vamos pudriendo y al estar podridos en relación con otros, también pudrimos la vida.
Solo el fuego del amor nos puede purificar de esas lepras espirituales que tenemos.
Jesús es la palabra definitiva, que dice al ladrón arrepentido, cuando este le suplica : acuérdate de mi cuando estes en tu reino, y Jesús le dice : hoy estarás conmigo en el paraíso.
Los bautizados debemos dar ese paso a la palabra definitiva que es Jesús, para que nada nos haga titubear ni sucumbir.
Purificarnos de la lepra significa renovarnos en el espíritu para ser esa novedad de vida en el mundo.
El Papa Francisco es un regalo hoy para la iglesia y el mundo, porque es alguien que nos habla con un espíritu que nos invita a renovarnos. Cada palabra del Papa Francisco nos invita a renovarnos porque está movido con el único deseo de actuar en el espíritu de Jesús.
Como San Pablo los quiere ganar a todos, también el Papa los quiere ganar a todos, aunque esto no guste, porque rompe los esquemas, pero si es un amor que da vida , aunque rompa esquemas, podemos estar tranquilos, porque lo importante es que reine Cristo, de quien todos somos servidores.
¡Mientras Cristo reine, podemos estar en paz y confiados!
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