Manuel Bru y Fernando Prado: 'Diez cosas que el Papa propone a los periodistas' "Francisco es un gran comunicador, simplemente porque habla el lenguaje más común de todos"

(Jesús Bastante).- "Diez cosas que el papa Francisco propone a los periodistas"  es un "libro que resume el magisterio del papa Francisco en torno a los medios de comunicación y a la profesión del periodista", como lo resume Fernando Prado, el responsable del editorial. Prado visitó RD en compañía del autor de tomo, Manuel Bru, para explicarnos las claves del estilo comunicativo del Pontífice y lo pueden aportar al informador.

Hoy nos acompañan dos buenos amigos: Manuel Bru, sacerdote de la diócesis de Madrid y delegado episcopal de catequesis, y Fernando Prado, que es un antiguo colaborador, actualmente responsable de Publicaciones Claretianas.

Bienvenidos.

Los tenemos aquí a los dos, uno como editor y otro como autor de este libro que tengo aquí, en mis manos: "Diez cosas que el papa Francisco propone a los periodistas". Lo ha escrito Manuel Bru y forma parte de una colección de pequeños textos de autores bastante importantes sobre determinados temas, sobre esos diez puntos que el Papa propone.

¿Cuál es el denominador común, Fernando?


F.- Creo que el Papa, cuando era el cardenal de Buenos Aires, tuvo como estrategia pastoral dirigirse a colectivos de personas concretos, con motivo de las jornadas internacionales o nacionales.

A mí, se me ocurrió la idea de que podíamos hacer algo parecido con autores de aquí, de España, fundamentalmente dirigidos a los colectivos a los que el Papa también está hablando a lo largo de estos años de pontificado. Puede ser, también, una orientación a los que se dedican a temas específicos dentro de la Iglesia y fuera de la Iglesia, como, en este caso, los mensajes que dirige a los periodistas.



Cuéntanos, un poco, los temas que ya habéis sacado y algunos que tengáis en cartera, si podéis adelantarlos.

F.- Todo esto comenzó con el Año de la Misericordia. Se me ocurrió sacar el primer libro de la colección haciendo una síntesis de lo que fue la bula que sacó el Papa para ese año. Y poner en diez puntos sintéticos lo que era el contenido de esa bula.

Después, pensando ya en esta colección, salió otro libro dedicado a la ecología con motivo de la encíclica "Laudato si", que se lo pedí a Pachi Álvarez de los Pozos, el encargado de los jesuitas a nivel internacional del los temas de justicia y ecología. Se trataba de sintetizar, en diez puntos, lo que es la encíclica social, o encíclica verde del Papa Francisco.

Más tarde, sucedió lo mismo con "Amoris laetitia". Este libro, donde le pedí al cardenal Fernando Sebastián que me hiciera una síntesis de la encíclica en diez puntos, ha alcanzado ya una tercera edición.

Y el último, de los periodistas, que ha salido antes de este, ha sido "Las diez cosas que el Papa Francisco propone a los sacerdotes". Es también de un jesuita, el padre Diego Fares, del que acabamos de sacar la segunda edición y que está teniendo éxito entre los sacerdotes, obviamente. Resume en diez puntos el magisterio del Papa Francisco sobre esta cuestión de los sacerdotes.

Es una colección sencilla, dirigida a colectivos concretos o sobre temas muy concretos, para poner en una síntesis sencilla el magisterio del Papa en cuanto a algunas cuestiones.

Este último libro lo hemos sacado con motivo de la Jornada de las Comunicaciones Sociales, que se celebra este domingo 28 de mayo. Queríamos llegar a tiempo y le pedí a Manuel Bru, hace unos meses, que lo escribiera. Ha hecho un trabajo fantástico, que yo creo que tanto los periodistas católicos como los periodistas en general, lo van a valorar mucho. Resume el magisterio del papa Francisco en torno a los medios de comunicación y a la profesión del periodista, que ha quedado plasmado en diez temas.

Después van a venir otros. Estos libros se los presenté al Papa, tuve la suerte de poder hacerlo, y cuando le dije que iban a ser catorce porque eran los que teníamos planificados hasta el momento, me dijo: "Vaya vía crucis que me has puesto".

Todos estos libros, que tratan temas como el de la mujer, los catequistas, sobre la vida consagrada, etc., los iréis conociendo a lo largo de los próximos meses dentro de nuestra editorial, con alguna cuestión muy centrada en el Papa Francisco, con objetivo de que su mensaje sea más conocido y más querido en nuestro país.



Me ha gustado mucho, aparte de la idea el verbo, porque se podría titular: lo que "manda" el Papa Francisco. Y la colección habla de lo que "propone", en este caso a los periodistas.

La propuesta es algo muy relevante en este pontificado. Manolo, ¿qué nos propone a los periodistas?


M.- Pues, como tú muy bien dices, es una propuesta tremendamente sugerente. El Papa, lo único que hace es dar sugerencias. Lo que ofrece a los periodistas son unas pistas, por si quieren recogerlas, para reflexionar sobre su propia profesión, sobre el sentido que tiene. En este caso es un discurso, el que hace el Papa a los periodistas, de una gran hondura. Como, por ejemplo, que se replanteen desde el principio a qué llamamos noticia. Que puedan reflexionar sobre la función social que tiene el trabajo periodístico: si es una función orientada al bien común y lo que se puede hacer para mejorar este mundo.

También hay una propuesta ética, y profética en negativo. En este último sentido, de las diez propuestas que hay, solo he encontrado una, que dice: "no caigáis en la desinformación, en la calumnia o en la difamación"

Y aún así, no pones el "no", pones: "huir de los pecados".


Sí, porque además ese es su lenguaje. Creo que él cuida mucho el no usar un lenguaje no impositivo, pero también porque el trasfondo es así.

Y luego, creo que la propuesta de fondo es una propuesta filosófica muy interesante. Muchas veces se dice que Francisco, a diferencia de los papa anteriores, no tiene la hondura teológica y filosófica. Yo creo que eso es un error gravísimo.

Es un mito absurdo que contribuye a desinformar sobre la figura de Francisco.

M.- Efectivamente. Yo creo, que tanto en cantidad como en calidad, el mensaje del papa Francisco a los periodistas es importantísimo en los pocos años de pontificado.

Yo he conocido muy bien el de Juan Pablo II porque hice la tesis sobre ese tema. Y a Benedicto también le tocó responder a todo el desafío de las redes sociales, y tiene un mensaje muy interesante. Pero la profundidad filosófica del mensaje de Francisco es también muy interesante y al mismo tiempo muy práctica. Que es un juego típico del papa Francisco.

Su mensaje contiene algo importantísimo: y es que el periodismo abarca dos dimensiones, una es la social: no hay periodismo si no existe una predilección por ser voz de "los sin voz", y luego una característica interesantísima, que es la estética: él entiende que no hay verdad ni bondad en la comunicación si no hay belleza. Las tres se requieren mutuamente.

Esto, por decir dos de las ideas principales de los mensajes, pero son muchas más cosas.



Me ha resultado muy curioso, supongo que a ti también y a Fernando, que uno de los primeros discursos públicos del papa Francisco fuera precisamente en la recepción que nos hizo a los periodistas, donde lanzó unos de los primeros titulares que están marcando estos cuatro años de pontificado: "Cómo desearía una Iglesia pobre y para los pobres".

Algunos acusan al papa Francisco de utilizar a los medios o de lanzar demasiados titulares. Primero le llamaban el papa de los gestos, después, el papa de las palabras. Pero: ¿hasta qué punto éso puede ser así, o hasta qué punto los medios de comunicación somos un instrumento, como ya decía san Juan Pablo II, una fórmula para construir Reino y para proclamar esta "buena noticia"? No olvidemos que el Evangelio es "buena", pero sobre todo es "noticia".


F.- Yo creo que Francisco, primero, tiene una gran sintonía con la gente de la profesión periodística. La tenía ya antes. Lo ha demostrado durante todo este tiempo. O quizá también, por su manera sencilla de hablar. Él habla el lenguaje de la gente. Aunque hable de cosas profundas e importantes, siempre utiliza un lenguaje sencillo que lo puede entender cualquiera. Por medio de esas imágenes que pone o esas expresiones que utiliza, que son muy naturales, enseguida conecta con la gente.

Pienso que es un gran comunicador, simplemente porque habla el lenguaje más común de todos, y a todos se le hace inteligible. Él es consciente de esto y lo explota. Y no lo hace para ganarse a la gente, sino que se muestra tal cual es.

Luego, también tiene una característica propia de la idiosincrasia de los argentinos, y eso la gente no lo comprende. Si te fijas, todos los concursos de publicidad los ganan los argentinos. Tienen una capacidad muy simpática de, con imágenes sencillas, captar la atención de la gente. Y creo que el Papa tiene también esa idiosincrasia porteña, esa especie de pícara facilidad de conectar con las cosas más sencillas y a la vez profundas y ganarse la atención de quien le está escuchando. Ha sido su estilo antes y lo sigue siendo ahora.



Y el foco se ha multiplicado, además, desde Buenos Aires a Roma. Sin embargo, el personaje parece que no se siente afectado por esto. Sigue hablando con esa naturalidad.

Ayer mismo, estuvo en una parroquia romana y antes de la eucaristía, con homilía improvisada, tuvo un encuentro con los niños absolutamente maravilloso.

Como bien dices tú, al final, hay tres o cuatro mensajes que todo el mundo entiende, y eso, para la comunicación es brutal.


M.- Él no solamente comunica ideas, comunica -como él dice en "Evangelii gaudium" hablando de la predicación- ideas, sentimientos e imágenes. Y lo maneja con mucha facilidad y con credibilidad. Se ve que lo que dice no solamente se lo cree, sino que hace todo lo posible por vivirlo.

Y es un mensaje para todos, también para los periodistas, muy positivo. No es el mensaje de fijarse en los defectos y en los peligros, sino que es un mensaje de bendición y además de bendición respetuosa.

Termino el libro con una anécdota que forma parte del primer discurso que, como comentabas antes, hizo a los periodistas nada más ser elegido. Donde tuvo ese gesto maravillosos de decir: "ahora toca hacer una bendición final y yo sé que muchos de ustedes no son creyentes. No voy a dejar de darles la bendición pero, por respeto a los que no tienen fe, lo voy a hacer en silencio".

Recojo en el libro una cosa que me comentó Paloma Gómez Borrero (q.e.p.d.): con el tiempo hubo periodistas que, con lágrimas en los ojos, le dijeron que el papa se los había ganado con este gesto.

Pienso que este mensaje positivo también hace falta. Porque desde la Iglesia tenemos el peligro de mandar mensajes a distintos colectivos profesionales, también al de los periodistas, pidiendo cuentas y criticando alguna información.

Necesitamos este mensaje positivo también, porque lo que están haciendo es como él dice en uno de los discursos: "un pilar fundamental en el desarrollo de participación en la opinión". El estado de opinión, la democracia, sin esa libertad y sin esa impronta que tienen los periodistas, no se sostendría.



Lo que me están sugiriendo tus palabras es, que en un mundo rodeado de malas noticias y de catástrofes, él también es capaz de introducir muchas buenas noticias o de proponer soluciones para esos conflictos que son noticia y que ocupan relevancia en la agenda social de los medios. ¿A qué se debe esto?

F.- A que lo hace en forma de pellizco cariñoso, para que espabilemos. Precisamente puede que el papa Francisco a los que más ha pellizcado, desde esa especie de reflexión o denuncia profética, ha sido a los más cercanos: a los obispos, a los cardenales y a los sacerdotes. Pero nunca lo hace con acritud, siempre su pellizco es con esa finalidad. Y nunca con un lenguaje que provoque el efecto de violentar a los que le escuchan. Es curioso en eso.

Precisamente, hablando de lo que es o no es noticia, Bru ha escrito, en el primer capítulo, que es una de las cuestiones que el papa tiene muy clara: "no dejéis de pensar qué es lo que es noticia".

En el mundo de la comunicación, bien lo sabemos nosotros, siempre se dice que "no es noticia que un perro muerda a una persona, sino que una persona muerda a un perro". Y, a veces, lo más llamativo y lo más escandaloso es lo noticiable. Y claro, quedan en el tintero otras noticias importantes, sobre todo para los que pensamos que hay que mejorar este mundo, que no salen en los periódicos simplemente porque no son un escándalo. Pero son un escándalo también, lo que sucede es que nos hemos acostumbrado a que en el mundo haya ciertos problemas, por lo que ya no son noticia.

Él insiste en que nos preguntemos, los profesionales de los medios, cuál es la verdadera noticia. Y que no tratemos de buscar solamente el titular por el titular, sino el bien que puede hacer el dar una noticia de una manera o de otra, o el insistir en una cosa o en otra. Insiste porque es propio de un pastor, como es Francisco: preocuparse por las ovejas, las del redil y las de fuera del redil.

Creo que, en ese sentido, los mensajes del Papa son para crecer, son positivos. Siempre tratando de buscar lo mejor de cada uno. Incluso de los periodistas y de tantos otros agentes de la sociedad que están ahí actuando, como los políticos o los economistas, tratando de buscar lo mejor que hay en ellos para que salga a la luz.

Yo diría del libro, que Bru lo ha hecho con mucho gusto, que es un libro muy bien hecho. Se lo encargué a él, precisamente porque sabía que había hecho la tesis doctoral sobre el magisterio de la comunicación con el Papa Juan Pablo II. Porque es un gran experto de estos temas. Además es profesor de periodismo, es sacerdote y ha estado en los medios.

Nos ha ofrecido un libro fantástico, que yo creo que va a gustar no solo a los periodistas religiosos, sino también a los que trabajan en medios de comunicación diferentes, tanto escritos, como audiovisuales o de internet.

Por mi parte, no tengo mucho más que decir.



El libro y la colección, me recuerdan mucho a lo que escuché decir al Papa en la homilía que os comentaba de ayer en la parroquia, en la que hablaba mucho de la necesidad de la dulzura y del respeto. De dejar entrar al Espíritu santo, cuyo lenguaje es dulce y respetuoso. Estos libros lo son, he tenido la oportunidad de leer algunos de ellos: el Papa propone, no impone. Y con un lenguaje muy dulce, el lenguaje del Evangelio. Un lenguaje de propuesta, de iniciativa, no pesimista, no dejando a nadie en el camino.


Eso es algo que tenemos que agradecerte a ti, Fernando, y a Publicaciones Claretianas.

Y a ti, Manuel, porque es un buen regalo para la Jornada de las Comunicaciones y para que en cualquier momento, algún compañero periodista de los que conocemos a más de uno, al echarle una ojeada pueda para pararse y pensar que esto también es una vocación, como dice el Papa en esa décima propuesta que tú planteas.

M.- Sí. Ha sido un libro que he escrito con un especial gusto. Lo he disfrutado por una razón muy sencilla: desde que empezó la andadura de la fundación "Crónica blanca" de formación de jóvenes periodistas, en un momento determinado, en el año 2007, encontré en Buenos Aires un escrito del cardenal Bergoglio titulado "Comunicador, ¿quién es tu prójimo?. Me entusiasmó porque vi expresado él lo que siempre he creído que es la línea de la profesión. Estuvimos trabajándolo en la Fundación y tuve la ocasión de contárselo al papa Francisco. Le dije habíamos estado trabajando durante años ese discurso. Me llamó exagerado y me dijo: "Es imposible, no da para un año".

Y entonces le dije: "No, unos meses".

Y dijo: "Ah, bueno. Los españoles, exagerados, como siempre".

Pero es verdad, ese discurso me cautivó. Y ahora, como Papa, lo que ha hecho es extenderlo y argumentarlo. Pero es siempre aquél discurso, esa pregunta permanente: "Comunicador: ¿quién es tu prójimo?"

Y aquí tenemos altavoces para seguir comunicándolo. También es nuestra responsabilidad.

Gracias por haberlo hecho y por hacerlo con esa la alegría. Y gracias a ti, Fernando, por la idea. Que tenga continuidad. Estaremos a la espera de esos que nos has adelantado y de algunos otros.


F.- Yo también me sentía en deuda con los periodistas, que es mi profesión, de alguna manera frustrada, que voy canalizando por otro lado. Creo que es un compromiso con los que vivimos esta profesión con pasión.

Pues sigamos "proponiendo" para conseguir un mundo más justo donde seguir comunicando la "Buena noticia", que hace falta. Muchas gracias a los dos.


Otros titulares:

El libro resume el magisterio del papa Francisco en torno a los medios de comunicación y a la profesión del periodista

El Papa, lo único que hace es dar sugerencias

Lo que ofrece a los periodistas son unas pistas, para reflexionar sobre su propia profesión, sobre el sentido que tiene

El papa cuida mucho el no usar un lenguaje no impositivo

Se dice que Francisco no tiene hondura teológica y filosófica. Error gravísimo

Francisco tiene una gran sintonía con la gente de la profesión periodística

Francisco no solamente comunica ideas: comunica ideas, sentimientos e imágenes

Los mensajes del papa son para crecer. Siempre tratando de buscar lo mejor de cada uno

El mensaje del papa es siempre aquél discurso, esa pregunta permanente: "Comunicador: ¿quién es tu prójimo?"

Para comprar el libro, pincha aquí:

Volver arriba