El Vicariato Apostólico de Iquitos, en la Amazonía peruana, tiene nuevo obispo. Se trata del padre Miguel Ángel Cadenas, agustino de 55 años que actualmente era el superior regional de los Agustinos en un vicariato confiado a la Orden de San Agustín desde principios del siglo xx, cuando fue creada la Prefectura Apostólica de San León del Amazonas, el 20 de enero de 1900, confiándola a la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas.

Nacido en Laguna de Negrillos, León, España, el nuevo obispo es misionero en el Vicariato de Iquitos desde 1994, un año después de su ordenación sacerdotal, habiendo trabajado en Santa Rosa de Castilla, Nauta e Iquitos, donde desde 2015 era párroco de la Inmaculada Concepción. Profundamente comprometido con la Amazonía y sus gentes, del padre Miguel Ángel se puede decir que es un misionero con olor a selva.

Entre la sorpresa y el estupor ante la noticia, el padre Miguel Ángel Cadenas, que todavía no ha marcado la fecha de la ordenación episcopal, pero que será realizada en Iquitos, dice no saber cómo va a concretar su nueva misión en el Vicariato Apostólico de Iquitos. Su primera idea es “conversar con el clero, a ver cómo reciben la noticia y qué es lo que se puede hacer, y después seguir las indicaciones de la Iglesia sobre Amazonía”.

En ese sentido, recogiendo aquello que fue reflexionado en el Sínodo para la Amazonía, el nuevo obispo afirma que la pandemia ha hecho nacer un contexto diferente, lo que debe provocar una reflexión para encontrar el modo de llevar a la práctica las discusiones y decisiones del proceso sinodal, insistiendo en la necesidad de ir coordinando con aquello que se está haciendo en otros lugares.