"Los invito a encomendarnos a María Santísima, Salud de los Enfermos, para que interceda por nosotros y nos ayude a ser artífices de cercanía y relaciones fraternas" es la exhortación que hace Mons. Roberto Yenny García, responsable de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de la Salud en México en su mensaje por la 32ª Jornada Mundial del Enfermo.

Frágiles y solos

Reflexión que toma los principales aspectos del mensaje que el Papa Francisco presentó para el 11 de febrero y en el que recuerda que "somos llamados a realizarnos plenamente en el dinamismo de las relaciones, de la amistad y del amor mutuo, pues hemos sido creados para estar juntos, no solos", lo que sirve de preámbulo para recordar los efectos del abandono y la indiferencia con quienes padecen el rigor de la enfermedad.

“La experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave”, afirma el Papa.

El abandono a los enfermos ya sea por parte de sus familiares o del sistema de salud que opera en los países es una realidad que pone de manifiesto la cultura del individualismo que pondera el rendimiento y la eficacia, mientras excluye a quienes, por una u otra razón, han perdido la fuerza para hacer cuanto quisieran.

Dispuestos a cuidar

Ante la problemática, el Papa aboga por una "alianza terapéutica entre médicos, pacientes y familiares", algo que la Iglesia mexicana destaca en su reflexión de este día, porque además de los servicios de salud que son totalmente necesarios para garantizar el bienestar del enfermo, es preciso no olvidar a la persona que requiere compañía, ternura y compasión. "Cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar todas sus relaciones; con Dios, con los demás —familiares, amigos, personal sanitario— con la creación y consigo mismo”.

El abandono que comprende esa falta de acción para atender las necesidades del enfermo ya sea por no proveerle alimentos, ropa limpia, un lugar seguro, los medios necesarios para recibir atención médica e higiene personal o la privación del contacto social, son situaciones que inciden en el ánimo y las emociones del enfermo.

Algunos pueden llegar a la depresión, la perdida del apetito o el deseo de no querer vivir más, sin olvidar que también es abandono el traslado de la persona de su lugar habitual o aquel que es olvidado en medio del desamparo.

Salud para todos

A finales de 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador, inició la implementación del proyecto que reforma el sistema público de salud mexicano que se caracterizaba por tener un fuerte nivel de dependencia del sector privado.

En principio 23 de los 32 estados del país, firmaron el Acuerdo Nacional de la Federalización de los Servicios de Salud a través de sus gobernadores. El objetivo según el mandatario es "consolidar la operación de un sistema de atención médica que sea reconocido por ser único, universal, público, gratuito y preventivo”.

La expectativa es que el nuevo sistema de salud atienda al 80.2% de los mexicanos que carecen de servicios de seguridad social. Es decir 53,3 de los 66,4 millones de personas que no pueden acceder a servicios de salud básicos de acuerdo con los datos que proporcionó Jorge Alcocer Varela, secretario de salud en México. Personas que no cuentan con atención médica y de las que mucho menos se sabe, cual será el cuidado de sus relaciones.

Una tarea pendiente

La iniciativa gubernamental busca que el derecho a la salud en México deje de ser una tarea pendiente para la administración y que, en el marco de su implementación, prevista para el mes de marzo, se superen problemáticas como el desabastecimiento de medicamentos, la ausencia de médicos especialistas, la imposibilidad para acceder a intervenciones quirúrgicas o los cuidados paliativos que se requieren en los casos de enfermos terminales.

Dentro de las iniciativas que acompañan el denominado programa IMSS-Bienestar del gobierno mexicano, está prevista la creación de una gran bodega que almacene medicamentos y los distribuya oportunamente a hospitales y centros de salud.

La Megafarmacia, aún en implementación es otra de las alternativas que se ofrece a los enfermos de México. Un primer paso desde lo institucional que se espera llegue a buen término, mientras que desde la Iglesia y la sociedad civil se sigue trabajando para avanzar hacia una mentalidad que comprenda la necesidad de proveer un cuidado integral que llene de esperanza la vida del enfermo en medio del dolor que padece.