El arzobispo de Rabat analiza en RD el viaje del Papa a Congo y Sudán del Sur Cardenal Cristóbal López: "En África se empieza a ver a la Iglesia católica como algo propio"
Este viaje de Francisco a África "sí es conveniente y muy oportuno para focalizar la atención mundial hacia esos lugares y para apoyar los procesos, positivos pero débiles, que en ellos se están viviendo"
"La Iglesia católica en África goza de mejor reputación que los países colonizadores de antaño y de ahora; que es mejor vista que los organismos internacionales y más apreciada que la mayoría de las muchísimas ONG que trabajan en los diversos países"
Sobre los inmigrantes que tratan de cruzar a España: "Lo que es para reírse, o mejor para llorar, es que un presidente del Gobierno prometa quitar las concertinas, lo haga… y a continuación financie a Marruecos para que las ponga por su lado. Hay que tener cara dura…"
"Esas personas siguen siendo víctimas de la política migratoria cerrada y egoísta de Europa y del sistema económico vigente en el mundo, un sistema 'que mata', en palabras del Papa. Aunque no les toquen un pelo"
Sobre los inmigrantes que tratan de cruzar a España: "Lo que es para reírse, o mejor para llorar, es que un presidente del Gobierno prometa quitar las concertinas, lo haga… y a continuación financie a Marruecos para que las ponga por su lado. Hay que tener cara dura…"
"Esas personas siguen siendo víctimas de la política migratoria cerrada y egoísta de Europa y del sistema económico vigente en el mundo, un sistema 'que mata', en palabras del Papa. Aunque no les toquen un pelo"
"Francisco quiere predicar no sólo con las palabras, sino también, y más, con el ejemplo. El predica que debemos ser una Iglesia en salida hacia las periferias… y lo dice con la elección del destino de sus viajes. Nadie dudará de que Sudán del Sur y la República Democrática del Congo son dos periferias mundiales; y ahí que se va Francisco".
Desde esa otra periferia que es Rabat, su cardenal arzobispo, Cristóbal López reflexiona sobre el trascendental viaje que llevará al Papa a visitar esta semana dos países que no cuentan para la comunidad internacional, salvo para rapiñar sus bienes naturales. Por ello, este pastor salesiano considera "muy oportuna esta visita para focalizar la atención mundial hacia esos lugares y para apoyar los procesos, positivos pero débiles, que en ellos se están viviendo. De ello, pero también de la dramática realidad que conoce más de cerca, la de los migrantes que tratan de llegar a España -muchos de los cuales quedan varados en su diócesis-, habla en esta entrevista con Religión Digital. Y lo que cuenta no es agradable para el Gobierno de Pedro Sánchez...
Francisco viaja al corazón de las tinieblas, al África que casi nadie quiere pisar. Y él va con silla de ruedas. O por lo menos con bastón, porque ya se le ve muy mejorado de sus dolores de rodilla. ¿Por qué ese empeño?
[Ríe] Habría que preguntárselo a él. Yo lo único que puedo hacer es suponer sus motivos para hacer lo que hace, lo cual es muy arriesgado. Mi interpretación o suposición es que Francisco quiere predicar no sólo con las palabras, sino también, y más, con el ejemplo. El predica que debemos ser una Iglesia en salida hacia las periferias… y lo dice con la elección del destino de sus viajes. Nadie dudará de que Sudán del Sur y la República Democrática del Congo son dos periferias mundiales; y ahí que se va Francisco.
Por otra parte, los líderes de Sudán del Sur estuvieron haciendo retiro en el Vaticano, invitados por el Papa; allí vimos la escena impresionante de Francisco poniéndose de rodillas delante de cada uno de ellos y besándoles los pies, pidiéndoles con ese gesto que hiciesen la paz en ese país. Entiendo que es lógico que Francisco quiera ahora devolverles la visita y contribuir de esta manera a la consolidación de la frágil paz establecida en ese último país independiente.
¿Le parece a usted un viaje imprescindible para alguien al que están pidiendo que renuncie, ahora que ya no va a haber dos papas eméritos?
Imprescindible en esta vida sólo es Dios. Si el Papa no hiciese este viaje, no se hundiría el mundo ni se vendría abajo la Iglesia ni los países que van a ser visitados. Pero si no es imprescindible, sí es conveniente y muy oportuno para focalizar la atención mundial hacia esos lugares y para apoyar los procesos, positivos pero débiles, que en ellos se están viviendo.
Usted es un cardenal en África. ¿Qué se piensa en ese continente sobre la Iglesia católica?
Estoy en un extremo de este gran continente, que es muy plural y diverso. Sólo conozco un poco el norte de África, pero casi nada la llamada 'África negra'.
En las encuestas se suele poner un ítem que dice: “No sabe, no contesta”. Algunos dicen que debería haber otro ítem que diga: “No sabe, pero contesta”. A ese me voy a acoger. No sé, pero me atrevo a contestar que la Iglesia católica goza de mejor reputación que los países colonizadores de antaño y de ahora; que es mejor vista que los organismos internacionales y más apreciada que la mayoría de las muchísimas ONG que trabajan en los diversos países.
Creo que se empieza a ver a la Iglesia católica como algo propio de África, dado que ya no sólo los fieles católicos son africanos, sino también sus pastores, es decir, sus sacerdotes y obispos. Quizás se la ve también como una organización con poder económico, social y político, lo cual es ambiguo… porque esta visión puede llevar a considerar a la Iglesia como una vaca lechera a la que ordeñar.
La RDC es un país riquísimo, y donde la miseria y la violencia campan a sus anchas. ¿Cómo se explica? ¿Pondrá Francisco el dedo en esa llaga?
No conozco el país; sólo por informaciones periodísticas y por contacto con algunas personas de la RDC residentes en Marruecos me puedo hacer una idea, que será siempre muy parcial. Además, es un país extensísimo y populoso, con variedad de regiones, de etnias, de culturas…
Su riqueza innegable explica justamente que existan problemas de injusticia social y de violencia, porque son muchos los que, egoístamente, se quieren apoderar de dichas riquezas; y no sólo ni principalmente entre los habitantes del país.
Yo no sé si el Papa pondré el dedo en esa llaga, pero ya lo ha hecho en muchas ocasiones y en otros países; su magisterio es claro al respecto. Lo que dice en Laudato si’ y en Fratelli tutti se debe aplicar a todos los países, por tanto también al Congo. Basta leer sus análisis y sus denuncias desde esa perspectiva…
Y en Sudán de Sur, con un enfrentamiento civil envenenado, el Papa clamará por la paz, la convivencia y la reconciliación. ¿Cree que le harán caso? ¿Por qué es importante que Francisco se meta en esa boca del lobo que evitan los dirigentes de los países más desarrollados?
No sé si le harán más o menos caso, o ninguno. Pero el Papa es un pastor, y su obligación es velar por las ovejas… protegiéndolas de los lobos: por eso seguramente, como dices, “se mete en la boca del lobo”.
Los políticos no son pastores; son asalariados y cobran por defender los intereses de su país (en el mejor de los casos, porque algunos defienden los suyos propios o sólo los de su grupo, familia o partido). No moverán un dedo por un país insignificante como Sudán, sin peso político ni económico. Si los intereses de su país se viesen afectados, entonces actuarían.
"Las leyes económicas y del comercio internacional se hacen y aprueban para beneficio de los países poderosos y en perjuicio de los países pobres"
¿Qué responsabilidad tiene la comunidad internacional en la actual situación tanto de la RDC como de Sudán?
Mucha, como en todo. Las leyes económicas y del comercio internacional se hacen y aprueban para beneficio de los países poderosos y en perjuicio de los países pobres. Podríamos decir que “de aquellos vientos, vienen estas tempestades” y “que estos polvos nos traen estos lodos”.
Mientras no haya cambios sustanciales en la organización del mundo (OMC, OMT, OMS, Consejo de Seguridad de la ONU, etc.), va a ser difícil que las cosas funcionen mejor y que los países pobres levanten cabeza.
Muchos de los hijos de esos países, y de otros en situación similar en toda África, emprenden a la desesperada el camino de la huida rumbo a Europa. Muchos no llegarán jamás y otros quedarán varados frente a las vallas de Ceuta y Melilla. Los hay que pasan por su diócesis. ¿Ha tenido contacto con ellos? ¿Qué le cuentan? ¿Qué quieren? ¿Entienden que se controle la entrada a Europa?
Claro; tenemos contacto cotidiano con las personas en situación de migración, sobre todo los que están en situación irregular. Cada día llaman a la puerta de las parroquias en demanda de ayuda, porque su situación es desesperada. Son numerosos los que, en estos días de invierno, duermen al raso, y los que apenas llegan a comer una vez al día. También son muchísimos los que llegan heridos o enfermos. Se están recrudeciendo, por ejemplo, los casos de tuberculosis.
Algunos menores que nos cuentan su “aventura” -así le llaman a su viaje-, nos hablan de que han sido robados, extorsionados, golpeados, explotados laboralmente, abusados sexualmente… y hasta vendidos. Lo que quieren está claro: llegar a Europa y hacerse un hueco allí para ganarse la vida y escalar hasta una situación mejor de la que tenían en su país.
Nadie comprende que Europa esté cerrada de esta manera. Es lógico que haya normas y regulaciones, pero no es comprensible ni aceptable que esté completamente cerrada. Debería, por lo menos, estudiar medidas que permitan acceder a un número determinado y en unas determinadas condiciones. Actualmente, obtener un visado para entrar en Europa es “Misión imposible” para el 99% de los africanos y asiáticos.
En una entrevista en ‘Mundo Negro’, el Papa acaba de calificar de “crimen” las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla… ¿Comparte la visión?
Si tú pones en la muralla de tu casa unos vidrios, o pinchos, o concertinas, y alguien se hiere –incluso si intentaba saltar con dudosa intención- y te lleva a juicio, seguro que pierdes. Porque es tu responsabilidad lo que pasa en tu casa. Apliquémoslo a nivel internacional.
Lo que es para reírse, o mejor para llorar, es que un presidente del Gobierno prometa quitar las concertinas, lo haga… y a continuación financie a Marruecos para que las ponga por su lado. Hay que tener cara dura…
¿Qué le parece la actuación de España en la tragedia de Melilla del pasado mes de junio, que se saldó con varias decenas de muertos al intentar penetrar en suelo español?
No tengo los elementos informativos necesarios como para saber cómo ocurrieron los hechos y como para emitir una opinión o juicio.
Vamos a suponer que realmente las muertes (sean 23 o 32) se produjeron por aplastamiento y asfixia por el apelotonamiento de las personas que intentaron el salto o la entrada. Vamos a suponer que la policía de ambos países no se excedió en el empleo de la fuerza (cuando se trata de la policía se habla de “fuerza”; cuando son los otros, se dice “violencia”) y que ni siquiera les tocaron; vamos a pensar que todos los que aparecieron con piernas y brazos rotos y con heridas diversas (fueron centenares los que así llegaron hasta nosotros) se produjeron todo ello por caídas y aplastamiento entre ellos mismos.
Suponiendo todo eso, que es mucho suponer, esas personas siguen siendo víctimas de la política migratoria cerrada y egoísta de Europa y del sistema económico vigente en el mundo, un sistema “que mata”, en palabras del Papa. Aunque no les toquen un pelo.