El patriarca apela a la solidaridad internacional para afrontar los efectos de la guerra en Gaza El grito de Pizzaballa: "Ayúdennos a que podamos volver a sembrar las semillas de la confianza"
"La crisis actual no sólo ha causado muerte, destrucción y hambre en Gaza, sino también un elevado desempleo, especialmente en la zona de Belén, y otros problemas sociales en toda Tierra Santa. Nos enfrentamos a una crisis que afecta a innumerables familias de distintas religiones y a todas nuestras instituciones, incluidas escuelas, hospitales y parroquias", señala el franciscano
"Sabemos lo que tenemos que hacer, como hemos hecho de todo corazón en crisis anteriores, y sin duda volveremos a hacerlo. Por favor, ayúdennos a marcar una diferencia concreta y a construir el entorno necesario para que, en esta sociedad marcada por el odio, podamos volver a sembrar las semillas de la confianza, de la esperanza y del amor"
El cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, ha hecho pública una sentida carta en la que hace un llamamiento general a la solidaridad para, al igual que ya se hizo en situaciones tan complicadas como la pandemia, el terremoto de Siria y Turquía, la explosión del puerto de Beirut o los sucesos de Gaza en 2021, donde, "respondiendo al clamor de los pobres", "se salvaron muchas vidas y se alivió mucho sufrimiento gracias a vuestro apoyo", de nuevo se escuche su grito, que "se hace oír en Tierra Santa a causa de la guerra que asola el país desde hace más de tres semanas".
"La crisis actual no sólo ha causado muerte, destrucción y hambre en Gaza, sino también un elevado desempleo, especialmente en la zona de Belén, y otros problemas sociales en toda Tierra Santa. Nos enfrentamos a una crisis que afecta a innumerables familias de distintas religiones y a todas nuestras instituciones, incluidas escuelas, hospitales y parroquias", señala el franciscano, quien hace unas semanas se ofreció a ser intercambiado por los rehenes secuestrados por las milicias de Hamás.
"En Gaza, nuestros recursos materiales se han extendido más allá de nuestros muros para incluir a nuestros vecinos que sufren y a los que se refugiaron en otros lugares. El espíritu de coordinación ha sido evidente, ya que los actores locales también nos han tendido una mano. Lo compartimos prácticamente todo, desde alimentos y agua hasta medicinas y suministros. Hemos aprendido en estos tiempos difíciles que para reconstruir el mundo físico debemos construir y proteger la confianza entre las personas", indica en su llamada a la cooperación.
Reconoce el neocardenal que en estos días, tras los trágicos acontecimientos que se están viviendo en la región, centenares de personas de todo el mundo se han puesto en contacto con el Patriarcado latino de Jerusalén para ofrecer un apoyo concreto.
"Sabemos lo que tenemos que hacer, como hemos hecho de todo corazón en crisis anteriores, y sin duda volveremos a hacerlo. Por favor, ayúdennos a marcar una diferencia concreta y a construir el entorno necesario para que, en esta sociedad marcada por el odio, podamos volver a sembrar las semillas de la confianza, de la esperanza y del amor", señala el religioso, al final de cuya misiva se incluyen una serie de números de cuentas bancarias para quienes quieran donar y que se puede encontrar aquí.
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