El patriarca latino de Jerusalén sale de la cuarentena Pizzaballa, dado de alta, presidirá las celebraciones de la Navidad en Belén
“Estoy seguro de que nos hubiera gustado celebrar esta Navidad de una manera muy diferente y nos hubiera gustado que la ciudad de Belén resonara -como siempre en esta época del año- de alegría y celebración en todas sus calles, y especialmente para nuestros niños”
"Los peregrinos han desaparecido (...). Tendremos una Navidad de perfil bajo"
| RD/Aica
El patriarcado latino de Jerusalén informó hoy que su beatitud el patriarca Pierbattista Pizzaballa, después de haber dado positivo por Covid-19 y haber cumplido con las restricciones prescritas, recibió hoy, 22 de diciembre de 2020, la autorización oficial del Ministerio de Salud del Estado de Israel que le permite para salir de la cuarentena. Por tanto, presidirá las celebraciones navideñas en Belén.
“Su beatitud -añade el comunicado- también expresa su más sincero agradecimiento a quienes, de diversas formas, han expresado su solidaridad y oración durante este período”.
Mensaje de Navidad del patriarca Pizzaballa
Por otra parte, el Patriarcado Latino de Jerusalén dio a conocer hoy el mensaje para la Navidad 2020 que el patriarca Pizzaballa hace llegar a “todos los hermanos y hermanas” de la Tierra de Jesús.
“Estoy seguro de que nos hubiera gustado celebrar esta Navidad de una manera muy diferente y nos hubiera gustado que la ciudad de Belén resonara -como siempre en esta época del año- de alegría y celebración en todas sus calles, y especialmente para nuestros niños”, escribe el patriarca.
“Pero no es así. Todo se reduce al mínimo indispensable y no queda nada del ambiente festivo que suele caracterizar este período: los peregrinos han desaparecido, trayendo a Belén su alegría de todo el mundo por el nacimiento del Salvador, y que también traen una sonrisa en muchas familias, que llevan varios meses sin trabajo; no podemos reunirnos en gran número en la comunidad para celebraciones litúrgicas; no hemos podido reunirnos con los diferentes grupos que están organizando fiestas y reuniones en este periodo. Tendremos una Navidad de perfil bajo”, señaló.
El patriarca destaca que “este año 2020 ha sido un año marcado por el miedo: salud, economía, e incluso política, todo parece haber sido volcado por este pequeño pero poderoso virus, que anuló nuestros proyectos en poco tiempo y nos dejó desorientados”.
Y si bien destaca que “es un gran desafío vivir sin miedo en nuestro mundo”, el prelado anima a ver con “los ojos del Espíritu que ven las señales que Dios proporciona al hombre: las señales de su presencia, su fuerza oculta y su Reino que aparecen dentro de nosotros cuando le damos lugar”.
“Un bebé en un pesebre, aquí está la señal del comienzo del nuevo Reino”, subraya el patriarca
Y añade: “Pero es una señal que fácilmente podemos dejar escapar, podemos pasar sin darnos cuenta, porque estamos tan envueltos en nuestras ansiedades y miedos, nos encerramos tan gustosos en nuestras perspectivas humanas, que no notamos su presencia; no hacemos lugar, no dejamos lugar a la fe en él. El miedo nos impide abrirnos y por eso nos volvemos estériles, en lugar de responder a nuestro llamado a ser portadores de Dios.
“Dejémonos guiar por el Espíritu, para reconocer una vez más, a pesar de todo, en la verdad de nuestra realidad, el signo de su presencia. Tenemos que decidir: si limitarnos a mirar nuestra realidad del mundo de hoy, atemorizados y regidos por su lógica de poder, o ser capaces de mirar más allá y -con los ojos del Espíritu- reconocer la presencia del Reino entre nosotros”.
“Si decidimos volver a celebrar la Navidad este año -concluye el patriarca su mensaje de Navidad- es porque creemos que Él nació y está presente. Entonces nos toca a nosotros convertirnos en el signo del gran gozo que deriva de este hecho, el gozo de Emmanuel - Dios con nosotros - y ser testigos de ello " en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra"
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