El Patriarca Pizzaballa agradece "el gesto valiente": "Necesitamos la presencia de peregrinos" Zuppi encabeza una peregrinación "de comunión y paz en Tierra Santa"
"Un gesto valiente, en un momento en que todo el mundo tiene miedo de venir. Una peregrinación de solidaridad dirigida no sólo a los cristianos locales, sino a todo el pueblo de Tierra Santa, Israel y Palestina. Espero que este gesto se repita también en otras diócesis, porque necesitamos la presencia de peregrinos que aporten serenidad y vida a tantas familias que se han quedado sin trabajo"
"Gestos como la peregrinación valen más que muchas palabras. Nos dicen que nos quieren. Nos sentimos atacados por todos, aislados de todos. Gracias por estar aquí"
Desde el punto de vista político", añadió el cardenal, "no hay atisbos de esperanza. En cambio, vemos muchos intentos de diálogo, pero debemos facilitarlos para que al menos conduzcan a un cese de las hostilidades"
"Una peregrinación con la que soñamos desde hace tiempo, desde que esta terrible violencia sacude Tierra Santa. La cercanía no siempre se puede expresar a distancia, con pequeños mensajes", advirtió Zuppi
Desde el punto de vista político", añadió el cardenal, "no hay atisbos de esperanza. En cambio, vemos muchos intentos de diálogo, pero debemos facilitarlos para que al menos conduzcan a un cese de las hostilidades"
"Una peregrinación con la que soñamos desde hace tiempo, desde que esta terrible violencia sacude Tierra Santa. La cercanía no siempre se puede expresar a distancia, con pequeños mensajes", advirtió Zuppi
(Agencia SIR).- "Un gesto valiente, en un momento en que todo el mundo tiene miedo de venir. Una peregrinación de solidaridad dirigida no sólo a los cristianos locales, sino a todo el pueblo de Tierra Santa, Israel y Palestina. Espero que este gesto se repita también en otras diócesis, porque necesitamos la presencia de peregrinos que aporten serenidad y vida a tantas familias que se han quedado sin trabajo".
El Patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, saludó de esta manera la peregrinación "de comunión y paz en Tierra Santa" promovida por la Archidiócesis de Bolonia y dirigida por el cardenal Matteo Zuppi. Los 160 peregrinos llegaron ayer a la Ciudad Santa y en la Iglesia de las Naciones, en Getsemaní, participaron en la misa presidida por el propio Patriarca.
"Sabemos que la paz no estallará en este momento", dijo Pizzaballa antes de la liturgia, "pero precisamente en tiempos terribles como los actuales, donde los únicos signos que vemos son los de la violencia y la guerra, debemos venir aquí solidariamente para dar confianza y cercanía. Esto es lo que necesitamos ahora, saber que podemos contar con tantos amigos en el mundo".
"No hay atisbos de esperanza"
"Desde el punto de vista político", añadió el cardenal, "no hay atisbos de esperanza. En cambio, vemos muchos intentos de diálogo, pero debemos facilitarlos para que al menos conduzcan a un cese de las hostilidades". "Mirando a los territorios", explicó Pizzaballa, "vemos muchas experiencias hermosas de personas que intentan contrarrestar el mar de odio y desconfianza que parece haber invadido a todo el mundo. Y esta peregrinación es una de esas experiencias".
La homilía también se hizo eco de estos conceptos: "Gestos como la peregrinación valen más que muchas palabras. Nos dicen que nos quieren. Nos sentimos atacados por todos, aislados de todos. Gracias por estar aquí". "Desde el 7 de octubre, recorriendo las parroquias, he notado tanta desconfianza, sentimientos de miedo y odio de unos hacia otros. Tenemos miedo del otro cuando, en cambio, debemos recordar el deseo de paz y de encuentro, las numerosas iniciativas de paz y de acogida que han tenido lugar a lo largo de los años", señaló el Patriarca.
"Somos una sociedad que tiene poca memoria, que vive sólo en el presente, en el hoy. En cambio, debemos recordar también que Dios ha estado presente y guía la historia y no se ha detenido ni siquiera ahora. Dios necesita que alguien recuerde el bien que se ha hecho", añadió.
Pizzaballa se refirió después a los cristianos de Gaza, tras su reciente visita a la parroquia latina de la Sagrada Familia y a los soldados católicos que sirven en el ejército israelí. "Nos encontramos y escuchamos versiones opuestas, pero somos una Iglesia rica en diversidad, hemos tenido muertos en Gaza, entre los trabajadores cristianos extranjeros asesinados el 7 de octubre por Hamás, entre los secuestrados".
"Los fieles de Gaza lo han perdido todo"
"Dentro de esta situación", reiteró el Patriarca de Jerusalén, "debemos recordar a quién pertenecemos. Los fieles de Gaza lo han perdido todo, casa, trabajo, escuela, infraestructuras, pero han mostrado su esperanza de reconstruirlo todo. Lo han perdido todo, sólo quedan las personas y la fe. Pero nos enseñan que en las condiciones más dramáticas hay que tener buenos pensamientos, confiar la vida al Señor para que no se pierda. Israelíes y palestinos recordarán a quienes estaban cerca de ellos. La Iglesia italiana está cerca de ellos".
A continuación, Pizzaballa fue saludado por el cardenal Zuppi: "Una peregrinación con la que soñamos desde hace tiempo, desde que esta terrible violencia sacude Tierra Santa. La cercanía no siempre se puede expresar a distancia, con pequeños mensajes", advirtió el arzobispo.
"Lo cambia todo manifestar aquí a los muchos que sufren que rezamos por ellos y que con ellos soñamos en la oscuridad con la luz de la paz. Destellos de paz tiene que haber, toda oración tiene que dirigirse para que esos destellos se conviertan en plenitud de luz y de esperanza. La presencia sin duda ayuda. Debemos asegurarnos de estar más cerca", señaló también el presidente de los obispos italianos.
Haciendo los honores -la Iglesia de las Naciones o de la Agonía es un santuario custodiado por los franciscanos- estuvo el P. Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa: "en estos meses hemos sentido el vacío de los peregrinos, gracias pues por venir. Os pido -dijo el Custodio dirigiéndose a los presentes- que os hagáis promotores de peregrinaciones a las diócesis italianas. Rezamos y esperamos que termine la guerra y vuelvan las condiciones para una peregrinación pacífica. Mantened esta cercanía e invitad a otros a venir".