El español, uno de los participantes en el Sínodo de los Obispos Luis Manuel Romero: "Soy un convencido de que la Iglesia o es sinodal o no es Iglesia"
"Este nombramiento, como miembro de la próxima Asamblea del Sínodo, me llena de gran alegría y de acción de gracias a Dios y a la Iglesia, porque soy un convencido de que la Iglesia o es sinodal o no es Iglesia, porque esta característica no es algo accidental, sino sustancial, está en su ADN"
"El próximo Sínodo, nos guste más o menos, va a marcar un momento importante en la historia de la Iglesia, que quedará recogido en los diversos manuales de teología y otros documentos"
"Este Sínodo sobre la sinodalidad puede llegar a ser el inicio también de un cambio de época a nivel eclesial"
"Este Sínodo sobre la sinodalidad puede llegar a ser el inicio también de un cambio de época a nivel eclesial"
| Luis Manuel Romero Sánchez, Secretario de Equipo Sinodal de la CEE
Me siento afortunado y es una gracia de Dios, haber sido elegido para participar en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, que se celebrará los días 4 al 29 de octubre en el Vaticano.
Agradezco a la Conferencia Episcopal Española (CEE) que, en el mes de septiembre de 2021, confiaran en mí para formar parte del Equipo Sinodal de la CEE, en el que he venido desarrollando el servicio de secretario. La experiencia de este tiempo ha sido muy enriquecedora, porque, en contacto frecuente con los referentes diocesanos, con los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, he ido percibiendo cómo la sinodalidad ha ido calando en nuestra Iglesia que peregrina en España, pasando de ser un concepto meramente teórico a una realidad, que comienza a hacerse vida, aunque aún hay que seguir dando muchos pasos.
Durante este proceso, me han impactado las dos Asambleas Nacionales que hemos celebrado en Madrid y de un modo especial la participación en la Asamblea Europea en Praga, del 5 al 9 de febrero de 2023.
Y ahora, este nombramiento, como miembro de la próxima Asamblea del Sínodo, me llena de gran alegría y de acción de gracias a Dios y a la Iglesia, porque soy un convencido de que la Iglesia o es sinodal o no es Iglesia, porque esta característica no es algo accidental, sino sustancial, está en su ADN.
Desde mi punto de vista, el próximo Sínodo, nos guste más o menos, va a marcar un momento importante en la historia de la Iglesia, que quedará recogido en los diversos manuales de teología y otros documentos.
Un sínodo para desempolvar el Vaticano II
El papa Francisco habla de que, a nivel social, estamos en un cambio de época, y creo que este Sínodo sobre la sinodalidad puede llegar a ser el inicio también de un cambio de época a nivel eclesial, bajo la guía del Espíritu Santo. Será un Sínodo que busque desempolvar el Concilio Vaticano II, recordando la centralidad de la eclesiología de comunión, de Pueblo de Dios, fundamentada en el Misterio de Dios, Uno y Trino (Constitución Dogmática Lumen Gentium).
Por estos motivos, pienso que poder participar en este Sínodo, como sacerdote, junto al Santo Padre, los obispos, otros sacerdotes, vida consagrada y laicos, es una bendición divina, porque será una experiencia muy rica de eclesialidad, que seguramente me ayudará, desde Cristo, a avanzar en mi camino de conversión personal, a crecer en comunión, a aprender el arte del discernimiento y de la escucha, a ejercer la sinodalidad y a tener una mirada más universal.