Crisis de gobernabilidad tras el fallido autogolpe de Castillo ¿Milagro para Perú?
"Sobre Dina Boluarte pende la triple espada de Damocles: ser mujer, de origen serrano y elegida por Perú Libre, el partido de Castillo. La clase política peruana actual -mayoría costeña, de derecha y ultraderecha- difícilmente respetará la tregua que ha pedido"
"También la Iglesia está muy polarizada y, aunque el comunicado de los Obispos tras el autogolpe pareciera apostar decididamente por esa 'unidad nacional' a la que apeló la presidenta, un gran sector de laicos y sobre todo clérigos simplemente celebraron la caída de Castillo y se plegaron al rechazo a todo lo que huela a centro izquierda y menos izquierda"
| José Mª Rojo García
Antes hubieran corrido ríos de tinta ante los sucesos de hace pocos días en Perú; hoy muchas páginas virtuales se han escrito y seguirán escribiéndose. También las radios, la TV y prensa escrita nacional están buceando cada día con nuevas “revelaciones” sobre el autogolpe de Castillo, el antes y el después. Creo que ni los mejores analistas políticos lo tienen todo claro, mucho menos yo, que ni soy eso ni pretendo serlo.
Pero algunas cosas van quedando firmes. La primera, la falta de claridad en él mismo, así como la coherencia mínima en un actuar honesto y consecuente. El colofón fue la torpeza de actuación en esa mañana del golpe y su falta de cabeza fría para habernos evitado el gran susto para todo el país. Dos, mayor incoherencia todavía en los principales líderes de su partido que, de una u otra forma, lo ayudaron a embarcarse y desembocar en la asonada para luego dejarlo “solo ante el abismo”. Tres, y quizás más importante, que -afortunadamente- funcionó la institucionalidad en un país y contexto de tanta “informalidad” y ello hizo que fracasara Castillo en su intento, no se sumaran ni los militares ni la policía nacional, tuviéramos presidenta a las pocas horas y pudiera resultar un sainete lo que pudo ser una tragedia.
El futuro del país
Periodistas y equipos de comunicación han rastreado paso a paso lo ocurrido en esas horas y las anteriores y, si bien logran atar los hechos, no logran explicarse las verdaderas razones, comenzando porque tirios y troyanos afirman que el tercer intento del Congreso para sacar a Castillo hubiera fracasado por falta de votos. Por citar solo tres, el video del programa “La Encerrona”, el reporte de “IDL- Reporteros” o el del semanario “Hildebrand en sus Trece”. Pero quizás no sea eso lo más importante ya. Lo verdaderamente importante es el futuro del Perú.
Y es que no podemos dar por “superada”, ni mucho menos, la crisis de gobernabilidad que venimos arrastrando por largo tiempo. A este respecto considero clarividente el artículo de quien fuera ministro de Economía en la mejor etapa de Castillo, Pedro Francke, en el semanario “Hildebrand en sus Trece” y que termina rotundamente: “Ha terminado el gobierno de Castillo, pero no la crisis de gobernabilidad que vive el Perú” (1). Como lo prometió, la actual presidenta armó muy pronto su primer gabinete de marcado carácter tecnocrático, con ministros que habían sido viceministros en los sucesivos gobiernos de Castillo, así como muchos otros de gobiernos anteriores, todos con experiencia en la materia, supuestamente capacitados, balance de hombres y mujeres…
En principio ha sido bien recibido, aunque no faltan los que tienen varios juicios pendientes (a estas alturas ¿quién no los tiene en Perú?). Y, por supuesto, como ya dije en una nota anterior, pende sobre ella la triple espada de Damocles: ser mujer, de origen serrano y elegida por Perú Libre, el partido de Castillo. La clase política peruana actual -mayoría costeña, de derecha y ultraderecha- difícilmente respetará la tregua pedida por Dina Boluarte.
La polarización de la Iglesia
Es decir, que casi estamos hablando de un milagro para sacar al Perú adelante. Podría esperarse fuera más fácil si los católicos (por ahora mayoría y con fuerte peso en Perú) tuvieran una posición claramente convergente en torno a unos cuantos principios claros. Pero no es así. También la Iglesia está muy polarizada y nos atrevemos a decir que, aunque el comunicado de los Obispos tras el autogolpe pareciera apostar decididamente por esa “unidad nacional” a la que apeló la presidenta, un gran sector de laicos y sobre todo clérigos simplemente celebraron la caída de Castillo y se plegaron al rechazo a todo lo que huela a centro izquierda y menos izquierda.
Por ahora pareciera que el resentimiento popular y de los pobres que han visto una vez más frustrada su esperanza está aflorando poco, salvo pequeños focos al interior del país. Ojala esta aparente calma viniera acompañada de lucidez en la clase política para asumir las banderas de lo nacional como tal y tuviéramos el acierto de apostar por “el Perú de todas las Sangres” (en expresión de José Mª Arguedas). Debiera ser lo normal en un país donde “el que no tiene de inga tiene de mandinga”, como reza el dicho popular, un país mayoritariamente mestizo. Repito, ese creo debería ser un gran aporte cristiano en este momento. Sería nuestro mejor aporte a la esperanza de realización del Reino en Perú, enmarcada en esta Navidad y la preparación que estamos viviendo.
(1) Viernes 9 de Diciembre 2022: “La Crisis de Gobernabilidad está viva” Pedro Francke.
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