"¿Cuál será la reacción de la gente? Lo sabremos a partir de mañana. La del gobierno ya la sabemos" Perú, paro nacional

“El interior del país va a tomar Lima y esto va a ser un infierno”. Seguro que ayer muchos escucharon o leyeron algo parecido. Y, en parte se temía eso: todos sabían que amplias delegaciones de provincias y grandes contingentes de ciudadanos habían arribado a Lima durante esta semana con la clara consigna de “hacernos escuchar en la capital ya que no se nos escucha en el interior”. Añadido a ello, la Confederación General de los Trabajadores del Perú (CGTP) había convocado o se había sumado a un paro nacional para el día de hoy.

He estado muy pendiente de las noticias y acabo de escuchar el mensaje a la nación de la presidenta y varios de sus ministros (incluidos el Premier, el del Interior, el de Defensa y el de Trabajo). Algo a destacar en primer lugar: no ha habido -que se sepa- ningún muerto en Lima y las cerradas felicitaciones a la Policía eran bien merecidas. Tal vez, con razón, se piense que ni de provincias viajaron tantos ni la CGTP convoca hoy a casi nadie (dado el bajísimo nivel de la fuerza sindical y su articulación). Cierto, pero hay otro elemento a destacar: la policía guardó los protocolos en no disparar armas letales ni al cuerpo, ni se dejó provocar. Y, además, se dejó acompañar por Fiscales y por la Defensoría del Pueblo durante todo el día.

La Confederación General de Trabajadores del #Perú 🇵🇪 ultima los detalles del paro nacional convocado para este jueves con el fin de exigir la renuncia de la presidenta @DinaErcilia, la convocatoria anticipada a elecciones y una Asamblea Constituyente.https://t.co/Hu0eaaEZZh

— teleSUR TV (@teleSURtv) January 18, 2023

Todo junto mostró totalmente absurdas e innecesarias las muertes en Andahuaylas, Ayacucho, Juliaca, Cusco y otros lugares. Nada de ello se reconoció abiertamente en la “rueda de prensa estatal” (se mencionaron cosas aisladas, pero nunca como causas). Y lo digo con sinceridad: en la presidenta más que en otros ministros, me impresionó enormemente el tono al hablar y la total falta de autocrítica y de reconocimiento de que “en algo el pueblo tiene razón”. Soy incapaz de aceptar que “por gusto, por terquedad o porque les pagan”, miles de ciudadanos viajen en las condiciones que lo hacen tantas horas, arriesguen sus vidas de variadas maneras y estén en Lima sabe Dios cómo.

Que unos solos sean los que piensen bien y razonen y otros, TODOS, los que no piensen, se vendan o se dejen manipular, no me lo puedo creer. Y me van a perdonar, pero tal vez por “deformación profesional”, no he podido menos que recordar la famosa oración de Jesús dando gracias al Padre “porque has ocultado estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.” (Lc 10, 21-24).

Eso a nivel del pensar. Pero, además, la persona no solo es cerebro. También es sentimientos, emociones, vísceras… Y cuando un pueblo está muy dolido justo es reconocer que no bastan las “razones”, que es preciso un mínimo de cercanía, de empatía, de esfuerzos por comprender. Me van a perdonar, pero NADA DE ESO he podido percibir hoy en la famosa “rueda de prensa gubernamental”. La cara de la señora presidenta, desde el inicio, lo decía todo, no necesitaba hablar.

¿Cuál será la reacción de la gente? Lo sabremos a partir de mañana. La del gobierno ya la sabemos.