"El día es hoy" El cambio de época … y una pregunta
"La expresión del título y su explicación pertenecen al Papa Francisco. Fueron dichas durante el saludo por Navidad a la Curia Romana el 21 de diciembre de 2019 e invitan a pensar en la necesidad de una reforma de la Curia acorde con los tiempos que vienen ya corriendo"
"El Papa supo siempre que habría oposiciones, enojos, rasgamientos de vestiduras y luchas … No obstante, Francisco decreta la reforma con su Praedicate Evangelium del 19 de marzo de 2022 y numerosos documentos posteriores"
"Un cambio de época, dijo. Y con esta propuesta Francisco hace uno de los aportes más importantes en la vida de los cristianos, la eclesiológica: La Iglesia no es quien determina cómo se vive, quien tiene la última palabra, la dueña de la verdad, la referencia del mundo"
"La pregunta es ¿por qué seguimos viviendo y actuando como si fuera sólo una idea, por qué no renovamos nuestra confianza en el Espíritu que guía a la Iglesia siempre sorprendiendo y nos ponemos manos a la obra?"
"Un cambio de época, dijo. Y con esta propuesta Francisco hace uno de los aportes más importantes en la vida de los cristianos, la eclesiológica: La Iglesia no es quien determina cómo se vive, quien tiene la última palabra, la dueña de la verdad, la referencia del mundo"
"La pregunta es ¿por qué seguimos viviendo y actuando como si fuera sólo una idea, por qué no renovamos nuestra confianza en el Espíritu que guía a la Iglesia siempre sorprendiendo y nos ponemos manos a la obra?"
| Alberto Roselli. Diácono. Periodista
La expresión del título y su explicación pertenecen al Papa Francisco.
Fueron dichas durante el saludo por Navidad a la Curia Romana el 21 de diciembre de 2019 y que invita a pensar, sin dramatismos ni toma de posiciones sobre todo ideológicas, en la necesidad de una reforma de la Curia acorde con los tiempos que vienen ya corriendo.
El Papa supo siempre que habría oposiciones, enojos, rasgamientos de vestiduras y luchas -la gran mayoría con ataques a traición y por la espalda- para conservar el poder de quienes han hecho de su trabajo en la Curia Vaticana y sus derivados, una fuente de negociados y mafias escudados por la institución “Iglesia”, prostituyendo a la propia madre.
No obstante las oposiciones disfrazadas de doctrina y tradición –ninguna de las dos se sostiene si no están regadas y vivificadas por el Evangelio- Francisco decreta la reforma con su Praedicate Evangelium del 19 de marzo de 2022 y numerosos documentos posteriores de índole práctico, jurisdiccional y sobre todo necesarios, a la luz del gran tan postergado y manipulado por generaciones de pomposos y estrafalarios curiales –muchos en el Vaticano y otros muchísimos no-, como así inspirado por el Espíritu Santo, Concilio Vaticano II.
En aquel Saludo Navideño, Francisco, citando al cardenal Newman, dice: “que la Navidad nos encuentre cada vez más parecidos a quien en este tiempo se ha hecho niño por amor a nosotros; que cada nueva Navidad nos encuentre más sencillos, más humildes, más santos, más caritativos (…) más alegres, más llenos de Dios (…) Este es el tiempo de la inocencia, de la pureza, de la ternura, de la alegría, de la paz”.
"El desarrollo y el crecimiento son la característica de la vida terrena y humana, mientras, desde la perspectiva del creyente, en el centro de todo está la estabilidad de Dios"
Francisco continúa con citas de Newman, canonizado en ese octubre de 2019, donde en referencia a la conversión permanente afirma en su obra El desarrollo de la doctrina cristiana: “Aquí sobre la tierra vivir es cambiar y la perfección es el resultado de muchas transformaciones”, y explica el Papa: “no se trata obviamente de buscar el cambio por el cambio, o de seguir las modas, sino de convencerse de que el desarrollo y el crecimiento son la característica de la vida terrena y humana, mientras, desde la perspectiva del creyente, en el centro de todo está la estabilidad de Dios”.
No parece difícil comprender la idea. El cardenal Van Thuan diría: Las cosas de Dios no son Dios.
Claro, tanto cuanto se esté abierto a la vida y no cerrados a las propias conveniencias personales e institucionales en nombre de Dios … eso sería tomar su Santo Nombre en vano …
Este preámbulo es para contextualizar la afirmación siguiente del Papa: “Todo esto tiene una particular importancia en nuestro tiempo, porque no estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio deépoca”.
Como si dijera que todo lo anterior ya tiene validez como actitud humana si fuera sólo un tiempo de cambios, como lo es siempre. Cuánto más ahora que lo que se está dando es otra cosa más grande y distinta, es un cambio de época.
“Época”, según la segunda acepción del Diccionario de la RAE se define como: Período de tiempo que se distingue por los hechos históricos en él acaecidos y por sus formas de vida.
A esto se refiere el Papa, y no es una prerrogativa personal. Sólo basta mirar aunque sea brevemente para darse cuenta que es así. Nos guste más o nos guste menos.
Y también con esta propuesta Francisco hace uno de los aportes más importantes en la vida de los cristianos, la eclesiológica: La Iglesia no es quien determina cómo se vive, quien tiene la última palabra, la dueña de la verdad, la referencia del mundo.
La Iglesia, dice Francisco en plena coincidencia con el Evangelio que es Cristo, no es una institución humana más que opina y se arroga facultades y honores que vaya a dónde nos han llevado en estos siglos, sino laservidora de todos –como es la Virgen María-, con obras y con la Palabra, los de adentro y los de afuera. Es, como un hospital de campaña, quien recibe a todos los heridos sin importar la gravedad ni la condición; es pobre para los pobres, que son los preferidos de Jesús, al único al que seguimos; y quienes en ella estamos sólo seremos fieles si ese servicio se hace a la misma altura, hasta con el mismo olor del otro, como al buen pastor que lo define el olor a oveja.
Sigue explicando el Papa: “Estamos en uno de esos momentos en que los cambios ya no son más lineales, sino de profunda transformación; constituyen elecciones que transforman velozmente el modo de vivir, de interactuar, de comunicar y elaborar el pensamiento, de relacionarse entre las generaciones humanas y de comprender y vivir la fe y la ciencia”.
¿Acaso estas afirmaciones, como el descubrimiento del fuego, la rueda, la revolución industrial en su momento, la pólvora, la penicilina, la bomba atómica, los avances en las ciencias, el telégrafo, el teléfono, el celular, las computadoras, la Inteligencia Artifical, no son ciertas?
Y, para ser aún más claro, ¿Lo que afirma Francisco es contrario a Trento y a todos los concilios, a la Tradición y al Magisterio anterior? ¿El Vaticano II es opuesto a Trento?
¿No será que son complementarios según la época a la que respondieron?
Dicho torpemente y me disculpo de antemano: El Concilio Vaticano II y los documentos posteriores que inspiró donde está considerada la persona como el centro del Amor de Dios y en nombre de Quien las servimos, Dios y hombre Jesucristo, vienen a liberarnos de las culpas anti-gracia para aplicar lo anterior, para hacerlo vida cotidiana.
En el título se sugiere que habrá una pregunta. Aclaro que ya fueron planteadas varias pero que ninguna es la pensada originalmente.
La pregunta es compuesta: Al menos a quienes aceptamos –por el mero uso de la capacidad de pensar y aceptar la realidad como es y no como nos gustaría o nos parece- que estamos viviendo un cambio de época, ¿por qué seguimos viviendo y actuando como si fuera sólo una idea, por qué no renovamos nuestra confianza en el Espíritu que guía a la Iglesiasiempre sorprendiendoy nos ponemos manos a la obra? ¿No es eso confianza en Dios y en la Providencia?
El día es hoy. Menos teoría y más escucha y servicio. Concreto. Cada uno según lo que le toque.
Lo otro es tela rasada, pomposa y ridícula.
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