'Diario de una pandemia', un libro que reúne artículos del blog de Cristianisme i Justícia Más que un diario
Durante los primeros meses de la pandemia, marcados en buena parte por el estado de alarma y el confinamiento, el blog de CiJ se convirtió en el lugar de encuentro de los miembros del equipo, el lugar donde volcar unas reflexiones que nacían de la perplejidad, la esperanza y la necesidad de poner palabras a lo que se estaba viviendo.
| Santi Torres
Sobre la pandemia durante el año 2020 se ha escrito mucho (¿quizás demasiado?). Toda crisis profunda después de un primer momento de shock pone en marcha una dinámica de reflexión y creatividad desbordante que responde a la necesidad humana de explicar y explicarnos lo que está ocurriendo. Sumémosle a ello la peculiaridad de esta crisis asociada a un tiempo de confinamiento, que si bien nada tiene que ver (imposible en nuestros días) con un tiempo de aislamiento, sí que ha producido una interrupción real de nuestras vidas generalmente aceleradas y extravertidas.
De la suma de estos dos factores nace de alguna manera este Diario de una pandemia, un libro que recoge algunos de los artículos publicados en el blog de Cristianisme i Justícia entre los meses de marzo y octubre del 2020. Durante ese periodo de tiempo, marcado en buena parte por el estado de alarma y el confinamiento, el blog se convirtió en el lugar de encuentro de los miembros del equipo, el lugar donde volcar unas reflexiones que nacían de la perplejidad, la esperanza, la necesidad de poner palabras a lo que estábamos viviendo. La estructura del libro no es temática sino cronológica, lo que suma al valor de las reflexiones y de los autores, el carácter de testimonio de un tiempo vivido. De ahí lo acertado del título: es un Diario aunque no sea ciertamente un diario al uso personal, intimista y secreto, sino todo lo contrario: colectivo, comprometido y con voluntad de ser compartido.
Quizás unos meses después de ser publicadas, algunas de las reflexiones nos parezcan ya caducas o ingenuas por todo lo que hemos aprendido (y desaprendido) desde entonces. Sin embargo, mantienen el valor de testimonio y nos permiten hacer memoria, del mismo modo que hacemos memoria a la hora de repasar un álbum de fotos familiar. Memoria de un tiempo sufrido, de un tiempo de dolor y duelo, de un tiempo de Iglesia doméstica, de radicalización de las desigualdades, de dilemas éticos, de escarbar en la esperanza.
Otro de los valores del libro es la diversidad de voces. Encontramos en él autores conocidos por ser asiduos en las publicaciones del centro (J. I González Faus, Víctor Codina, Jaume Flaquer, Javier Vitoria, Eduardo Rojo) y otras voces nuevas que se han ido incorporando en los últimos años aportando perspectivas y aire nuevo (Núria Romay, Valeria Méndez de Vigo, Pedro Moya, Juan Pablo Espinosa, María del Mar Magallón…). Voces de filósofos (Albert Florensa), de psicólogos (Víctor Hernández), de politólogos (Oscar Mateos), de médicos que han vivido todo desde primera línea (Nani Vall-llossera, Felipe García), de personas del mundo del arte (Jorge Picó) y un largo etcétera.
Valor testimonial, memoria, diversidad de voces y de disciplinas, hacen de este Diario de una pandemia un libro recomendable para poder realizar personalmente o en grupo “una lectura social y teológica de un tiempo en que vivimos confinados”.
* Artículo publicado originalmente en el blog de Cristianisme i Justícia.