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Vatican News).-
No hay tregua en la Franja de Gaza, donde, a pesar de la ofensiva diplomática de la comunidad internacional para detener la escalada, la Fuerza Aérea israelí sigue bombardeando con ataques en zonas civiles densamente pobladas, en respuesta a los misiles lanzados por Hamás contra Israel.
Esta noche el ejército israelí registró unos noventa misiles a los que respondió atacando 65 objetivos con la fuerza aérea. Desde el inicio de las hostilidades, se han lanzado 3.440, de los cuales el 90% fueron interceptados por el sistema de protección Iron Dome.
Miles de personas atrapadas en la Franja
En este contexto, Cáritas Internationalis lanzó ayer un apremiante llamamiento para llevar asistencia médica a la población que ha sufrido los bombardeos. Caritas Jerusalén se está preparando para responder a las necesidades urgentes de los miles de heridos y de las miles de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
"El bombardeo es extremadamente intenso. La población de Gaza ha vivido muchas guerras durante muchos años, pero todos coinciden en que esta vez es completamente diferente. Están atrapados en esta franja de tierra densamente poblada a merced de violentos bombardeos aéreos y sin ningún lugar donde encontrar refugio": así describe la hermana Bridget Tighe, secretaria general de Cáritas Jerusalén, la situación en la Franja, donde viven más de dos millones de personas en un área de unos 365 kilómetros cuadrados y de la que es imposible escapar a causa del bloqueo israelí.
"La gente está tratando de salvar sus vidas buscando refugio en las escuelas, donde hasta el 14 de mayo, 17.000 personas ya habían encontrado refugio", relata la hermana Tighe.
Cáritas Jerusalén: hay riesgo de crisis humanitaria
Según fuentes palestinas, desde el comienzo de las hostilidades, el 10 de mayo, han muerto 213 palestinos en Gaza, entre ellos al menos 61 niños, y más de 1.400 han resultado heridos. Son diez las víctimas de misiles entre los israelíes, incluido un niño, y 294 heridos. Entre las víctimas palestinas se encuentran una madre y cuatro de sus hijos, que murieron en un ataque aéreo que afectó a edificios residenciales del campo de refugiados de Al Shati, cerca de la clínica de Cáritas, que actualmente está cerrada debido a los repetidos ataques contra civiles e infraestructuras que podrían afectarla.
"Los continuos bombardeos no permiten todavía a Cáritas Jerusalén intervenir, pero una vez que entre en vigor el alto el fuego, ofreceremos atención traumatológica ambulatoria y atención sanitaria primaria esencial en nuestra clínica", explica la hermana Tighe.
Lo mismo ocurre con las unidades móviles y los equipos médicos de la clínica. Cáritas necesita recursos adecuados para proporcionar atención médica, alimentos y otras necesidades básicas a las poblaciones afectadas en las diferentes zonas de la Franja.
La nueva escalada de las hostilidades, con su carga de muertes, se suma de hecho al riesgo de una crisis humanitaria con unos 40.000 palestinos desplazados y 2.500 personas que han perdido sus hogares debido a los bombardeos.