"Rezo por las más de 50 personas fallecidas en el naufragio ocurrido en la ruta canaria tras pasar ocho días a la deriva. No podemos cerrar los ojos ni apagar los corazones ante este drama que padecen nuestros hermanos más vulnerables engañados por mafias". El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, ha roto el silencio ante la última tragedia, esta vez en el Atlántico, que se ha cobrado la vida de al menos 51 personas.
Hombres y mujeres, al menos también tres menores, fallecieron este sábado en un nuevo naufragio en la ruta migratoria hacia Canarias. Tal y como denuncia el colecdtivo Caminando Fronteras, los migrantes pasaron "ocho días de horror" en una lancha neumática a la deriva.
"'La muerte en la frontera se instala por falta de medios de rescate y la escasa colaboración entre los países para defender el derecho a la vida'', ha denunciado la activista Helena Maleno.